lunes, 15 de octubre de 2007

"UN MANJAR INSACIABLE"

Dios les bendiga mis queridos hermanos en Cristo y mis amables amigos lectores!!!
Que la paz de Cristo abunde y sobreabunde en sus corazones y que el Espíritu Santo siga ministrando en sus vidas y que entendamos el momento difícil que esta humanidad vive en la actualidad para que veamos el blanco de la soberana vocación, la luz inmarcesible, la roca inconmovible, al Rey de Reyes y Señor de señores, Jesús de Nazaret, nombre que es sobre todo nombre y sobre el cual se doblará toda rodilla y toda lengua confesará que es el Señor.

Nuestra lectura bíblica de hoy: Juan 6: 35

"Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás"

Gracias mi Dios por tu Palabra, ellas son la luz que nos iluminan en las tinieblas de este mundo, son lumbrera a nuestro camino, gracias Padre. Espíritu Santo ministra nuestras vidas en este mensaje y que estas palabras penetren en lo más profundo de las almas, los corazones y los pensamientos de cada uno de nuestros lectores y mi vida también. Reprendo al hombre fuerte ahora, lo declaro inoperante e incompetente en el nombre de Jesús. satanás tu no tienes ni parte ni suerte en este mensaje, te reprendo en el nombre de Jesús. Sana Dios mío al enfermo, liberta al cautivo y levanta al caído, en el nombre de Jesús, amén.

Todos sabemos lo que es un manjar.

Es una comida deliciosa, apetitosa y por lo regular cara.

Veía una noche una película-comedia en la cual un ladrón de diamantes,

luego de robar un diamante de los que usaba Napoleón,

si mal no recuerdo,

lo vendió por un millón de dólares,

y se fue con su pareja a una isla, creo que Jamaica o algo así.

Cuando estamos en Cristo,

el Espíritu Santo nos da discernimiento de espíritu

y en todo lo que vemos, lo que palpamos, lo que oímos,

Dios nos da un mensaje

para que la gente pueda entender mejor el propósito de Dios en nuestras vidas

a través de esas vivencias que nos llegan

tal y como el Señor Jesús predicaba con parábolas,

hoy en día tenemos muchas situaciones de la vida real

que nos dan un mensaje claro y preciso.

En la referida película el actor principal,

que era el ladrón de diamantes

se daba una vida de lujo,

al extremo de que cenaba langosta todas las noches.

Pero luego de una semana comiendo langosta se cansó

y ya no quiso comer más langosta.

A todos nos gusta extremadamente la langosta,

es un plato delicioso, exótico, paradisíaco dirían algunos,

pero yo te aseguro que si comes langosta todos los días,

a la semana la rechazas.

Puedo dar un testimonio vivo de esto.

Cuando trabajaba en Azua,

una provincia al sur de mi país, a 2 horas de Santo Domingo,

recuerdo que en la empresa que trabajaba me tenían una casa

en la cual solo vivíamos otro Ingeniero y yo.

Había una señora solo para cocinar, otra para limpiar y otra para lavarnos la ropa y plancharla.

Había un freezer, dos neveras y una despensa enorme,

donde todas las semanas se hacía una compra grandísima en el supermercado

y puedo decirles que todos los tipos de quesos,

de jamones, aceitunas rellenas,

todo tipo de galletas gourmet,

jugos, refrescos,

salamis argentinos, salchichas ahumadas,

en fin todo tipo de antojitos teníamos a disposición,

pues el dueño era bien suelto con esto de la comida.

Comíamos a la carta,

un día era chivo(cabra),

otro día carne mechada,

otro día diferentes pescados, mariscos,

bistecs,

terneros,

cerdos frescos,

todo tipo de carne,

acompañado con diferentes tipos de arroz,

gandules,

paellas,

embutidos gourmets, etc.

Les quiero decir que en esos cuatro años que duré en aquel lugar

pude degustar todo tipo de buena comida,

pues esta señora era toda una especialista, toda una chef.

Pero también les confieso que me cansé de tantas exquitiseces,

pasaron años para yo poder tenerle amor a la comida de nuevo,

es más tuve años que aborrecía el chivo, el pescado, el bistec,

y prácticamente toda la comida buena me repugnaba,

pues fueron muchos años comiendo demasiado bueno.

Con todo esto quiero decirte que la comida material

te cansa cuando la comes demasiado,

lo mismo que las bebidas,

si bebes refresco todos los días, llegará el momento en que aborrecerás el refresco.

Pero en esta hora vengo a hablarte de una comida que nunca te cansará,

vengo a hablarte de una bebida que nunca rechazarás,

es la comida espiritual: Jesús de Nazaret.

En la pascua, ya antes de ser arrestado,

Cristo hizo un pacto con los discípulos

el cual pasa a todo aquel que ha recibido a Cristo en su corazón,

este pacto es el pan de vida,

que representa el cuerpo de Cristo,

la Cena pascual Mat 26: 26

"Tomad, comed; esto es mi cuerpo".

Esta comida nunca te cansará,

esta es la comida espiritual que alimenta el alma,

tu preciosa alma que Cristo quiere salvar,

Dios ve con pena como te alejas del camino del Evangelio,

esta comida espiritual por medio Jesucristo

es la que Dios nos dice en la lectura de hoy:

"Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mi viene, nunca tendrá hambre"

Que lindo es Jesús,

que hoy te habla de esa manera

para que tu corazón se transforme en un corazón de carne

dispuesto a comer de este pan de vida,

para que dispongas ese corazón a Jesús,

a recibirlo en espíritu y en verdad.

Pero también él te presenta la bebida espiritual,

la bebida que podrá saciar tu sed espiritual,

ese vacío que sientes

y que hasta ahora nada ni nadie te lo ha podido llenar,

Cristo te ofrece su bebida espiritual para saciarte

y darte esa paz y esa felicidad que has procurado siempre,

porque solo Jesús puede llenar ese interior que está vacío en tí.

Cristo hizo el pacto de la bebida espiritual con su sangre preciosa

para que por medio de ella puediesen ser expiados nuestros pecados,

pues sin derramamiento de sangre no se podía cubrir los pecados.

Anteriormente se derramaban la sangre de palomillos, de corderos, de animalitos

por el sumo sacerdote

a fin de cubrir los pecados,

pero solo los cubría,

no podía esa sangre producir una remisión,

un perdón,

pues eran animalitos imperfectos,

por eso Juan el bautista cuando vió que Jesús venía, expresó:

"He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" (Juan 1:29).

Y por eso Cristo como Cordero perfecto

derramó su sangre

para remisión,

para perdón de los pecados de la humanidad,

a fin de que por medio a ese sacrificio,

a esa sangre preciosa,

podamos alcanzar el perdón y la salvación.

Por medio de esta bebida espiritual el Señor instituyó en la Cena Pascual

el pacto con el hombre:

Mat 26: 27-28 " Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esta es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados"

Por eso en nuestra lectura bíblica de hoy el Señor nos dice:

"Y el que en mí cree, no tendrá sed jamás".

Ven a Cristo hoy para que puedas disfrutar de esta comida y esta bebida espirituales.

El tiempo se termina.

Las puertas de la gracia casi se cierran.

Pronto no habrá oportunidad

Estás viendo todos los acontecimientos mundiales,

las profecías están casi todas cumplidas,

Dios te está dando la oportunidad ahora,

mañana puede ser tarde,

la Biblia establece que en aquellos días de tribulación habrá hambre y sed,

pero no será hambre y sed de comida y bebida,

sino hambre y sed de la Palabra de Dios,

pues ya no habrá evangélico que pueda predicar la Palabra,

todos los que hacemos la voluntad de Dios

habremos desaparecido en el Rapto

y aquel hermanito,

aquella hermanita,

aquella viejita evangélica que tú burlabas,

no podrás encontrarla

porque estaremos celebrando las Bodas del Cordero en el cielo,

mientras toda la humanidad pecadora

que no quiso aceptar verdaderamente a Jesús como su único y suficiente Salvador

estará pasando por la más terrible tribulación

jamás imaginada

mientras que Dios estará desatando

todos los juicios Apocalípticos sobre toda la faz de la tierra.

No creas que esto es asustándote

ni mucho menos,

estas palabras de este mensaje

es una de las pocas oportunidades

que Dios a lo mejor te está brindando

obviamente para que tu puedas alcanzar la salvación,

la preciosa Salvación que Cristo quiere para tí y tu familia.

Cristo te ama

Cristo te llama,

Ven a Él,

Estás a tiempo,

Estás respirando,

ven a disfrutar de la comida espiritual que Él te ofrece,

Cristo quiere para ti

UN MANJAR INSACIABLE.

Dios te bendiga y te guarde.

Atte.

Héctor Paula

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