sábado, 17 de mayo de 2008

"EL CONTROL DE LAS CIRCUNSTANCIAS"

Dios les bendiga mis santos hermanos en Cristo. Dios les guarde a todos aquellos que no conocen a Jesús, pero que han recibido un impacto de su presencia en sus vidas.

Gracias mi Dios en esta hora por darme la oportunidad de escribir en este medio cibernético y exaltar tu obra y tu Palabra a fin de que podamos ser bendecidos a través del mensaje que nos tienes en esta ocasión.

Recibe mi alabanza, Padre amado, eres digno de toda adoración, mi alma se llena de regocijo cuando te sirvo y te alabo, no hay nada más importante en mi vida que engrandecerte. Ayudanos a serte fiel en medio de tantas dificultades, en medio de tantas tentaciones, en medio de tanta mundanalidad que nos rodea y nos ataca en nuestro diario vivir.

Bendice a cada lector, glorifícate en sus vidas, en sus familias, en sus hogares, en sus finanzas y sobre todo produce en ellos una inquietud especial para que puedan convertirse a los caminos de Jesucristo y comprendan que todo es pasajero en este mundo.

Gracias Jehová.

Nuestra lectura bíblica de hoy:

Mateo 8: 1-3

"Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente. Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció"

Gracias Dios mío por tu Palabra. Tu Palabra es vida, es nuestra garantía para alcanzar la salvación que tu nos tienes a cada uno de nosotros, gracias por esta Palabra Santa y Perfecta.

Bendice a los lectores, sana al enfermo, libera al cautivo, levanta al caído, dale esperanza al que está triste, salva las almas en el nombre de Jesús. Reprendo todo espíritu demoníaco, reprendo todo plan del diablo en el nombre de Jesús, amén.


Ningún ser humano puede tener control de las circunstancias que lo puedan rodear en determinado momento.

Las circunstancias constituyen los hechos y acontecimientos que ocurren en nuestras vidas y que se presentan sin avisar y nos afectan directamente ya sea positiva o negativamente.

Obviamente que cuando las circunstancias que nos llegan son positivas nos sentimos bien, nos sentimos gozosos.


Pero cuando las circunstancias nos son negativas nos sentimos angustiados y preocupados en la misma medida del tamaño de la circunstancia.

Pero Dios nos ha dado una gran limitante, y es que no podemos controlar nuestras circunstancias.

Si usted está parado en una esquina y una patana se le van los frenos y lo embiste, esto no lo puede controlar.


Si estamos sentados en nuestras casas y una bala perdida se le mete en el corazón, esto no lo podemos controlar.

Existen miles de circunstancias latentes a nuestro alrededor que solo Dios puede tener el control de ellas.

Y esto es lo que define la esencia del mensaje de hoy.

Me apené mucho cuando se le murió inesperadamente el hijo del Lic. Guido Gómez Mazara, su hijo de 12 años. Imagínense ustedes el dolor tan fuerte que significó esta muerte para Guido Gómez, fue algo fulminante.


Él no pudo controlar esa muerte, esa circunstancia.

Y a diario vemos todos los hechos que ocurren a personas que no pudieron controlar sus circunstancias.


En China hubo un terremoto que mató miles de personas, incluso muchos estudiantes que quedaron atrapados.

Ninguno de ellos pudo tener control de esa terrible circunstancia.

Que debemos nosotros los humanos hacer ante esa limitación de no poder controlar nuestras circunstancias?

Vamos a ver lo que pasó con el leproso.


La lepra ha sido una enfermedad contagiosa muy devastadora. Ha sido una de las enfermedades más angustiantes y que se remota a tiempos antiguos.

El leproso era discriminado al extremo que no podía estar donde habían personas sanas. Tenía que estar confinado a una cama o a un lugar donde solo hubiesen leprosos, era una verdadera afrenta.

Este leproso de nuestra lectura bíblica no podía controlar su circunstancia.


Pero no se conformó con su circunstancia, él no se refugió en un lecho ni en un leprocomio, él había tomado una decisión: tengo que luchar por mi circunstancia, no puedo quedarme como estoy.

No puedo seguir dándo lástima.


No puedo seguir con este sistema de vida que me lleva poco a poco a la muerte.

Tengo que tomar una decisión.

Y te digo en este momento, cual es tu circunstancia?

Si tienes circunstancias que te atormentan en tu vida, debes de hacer como el leproso, decidirte a combatir esa circunstancia, ese problema que te agobia y te estremece en ocasiones.

No puedes quedarte estático esperando que tu vida se desgaste. Eres algo especial para Jesús.


Que decisión tomó el leproso: buscar a Jesús,


dice la Palabra que Jesús había descendido del monte, y le seguía mucha gente.

Esto no fue dificultad para el leproso, aún había mucha gente, era una barrera que le impedía llegar a Jesús.


Pero ya el leproso estaba decidido a llegar a Jesús.

Él sabía que solo Jesús podía controlar su circunstancia.

Pero no le hizo caso al hecho de que había una gran multitud, que habían obstáculos, él tenía que vencer esos obstáculos.

Y eso es lo que te digo en este momento,


Cristo quiere tomar el dominio y el control de tus circunstancias,

pero tú no quieres acercarte a Él, los obstáculos no te dejan.

Le temes al que dirán si yo soy evangélico.


Mi familia, mi compadre, mis amigotes o amigotas, mis fiestas, mis placeres, mis entretenciones y todas las cosas que quieres justificar, no te dejan llegar a Jesús,

pero tienes que romper esos obstáculos y llegar a Jesús, como este leproso se decidió.

El leproso se postró ante Jesús,


tienes que postrarte a Jesús,

tienes que humillarte,

tienes que dejar ese orgullo que se quedará cuando mueras,

todas esas ataduras terrenales tienes que dejarlas a un lado y postrarte ante Jesús.

Con humildad el leproso le dijo: "Señor, si quieres puedes limpiarme".


Cristo está esperando que tu le confieses,

que tú le digas que quieres que limpie tus pecados,

tu lepra que puede ser un vicio,

que puede ser tu temperamento,

que son tus debilidades.

Cual es tu lepra?


tienes que enfocarla,

definirla,

para entonces pedirle al Señor que te limpie,

que te coloque bajo su gracia y misericordia.

El Señor leerá tu corazón, sabrá si estás siendo sincero con él y extenderá su mano y te tocará como hizo con el leproso: vers 3 "Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: quiero;

Y la misericordia de Dios llegará a tu vida y a tu familia y tus circunstancias desaparecerán como desaparecieron del leproso : "sé limpio. Y al instante su lepra desapareció"

Cristo no solo controlará tus circunstancias actuales, sino que tendrá el control de las circunstancias que se te puedan presentar,


porque dice la Palabra que "el Ángel de Jehova acampa alrededor de los que le temen y los protege".

Aunque en el mundo no has encontrado el afecto y el amor que te mereces,

Jesús está dispuesto a dártelo,

a suministrate el amor que llenará ese vacío interior que nada ni nadie ha podido llenar.

Ven a Cristo hoy

No pierdas más tiempo.

Las cosas están difíciles mundialmente

El tiempo que vivimos es un tiempo profético del fin

Es un tiempo de reflexión.

Debes de procurar tu salvación que es lo único que uno puede llevarse de este mundo,


todo se queda.

Ven a Cristo

Mañana puede ser tarde

Cuando vienes a Cristo, Él tendrá

EL CONTROL DE LAS CIRCUNSTANCIAS.

Dios te bendiga y te guarde.

Héctor Paula

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