LECTURA BÍBLICA DE HOY:
Hechos 2: 21, “Y TODO
AQUEL QUE INVOCARE EL NOMBRE DE JEHOVÁ SERÁ SALVO”
Gracias Dios mío por tu Palabra.
Gracias por las pruebas, gracias por las bendiciones, gracias por tus
misericordias las cuales son nuevas cada mañana, líbranos de todo mal, aumenta
nuestra fe cada día más y danos sabiduría de lo alto, en el nombre de Jesús.
Amén.
MENSAJE:
Cuando una persona está océano adentro, porque su embarcación se hundió, va a comenzar a gritar auxilio, va a invocar a
alguien que le de socorro.
En circunstancias difíciles, como un
accidente de tránsito o agresión violenta, se invoca por salvamento, pero en el
caso de un temblor de tierra, casi todos comienzan a invocar misericordia y eso
es natural.
Hoy Dios quiere que enfoquemos toda
invocación, todo ruego a Él, que lo invoquemos a Él, así como cuando el
náufrago se encuentra
“EN MEDIO DEL OCÉANO”
Es importante comprender este llamado
de Dios, porque existen personas cuya fe ha mermado, personas que en otro
tiempo eran hombres y mujeres llenos de Dios y hoy se han dejado vencer, el
asunto no consiste en lo que hemos sido antes en el evangelio, lo relevante es lo que somos hoy.
Esto es para los que podamos
perseverar y así adquirir salvación, “MAS EL QUE PERSEVERE HASTA EL FIN, ÉSTE
SERÁ SALVO“, Mateo 24: 13.
La clave principal es la
fe, y por medio de la fe, invocar el nombre de Dios en todo, porque nos movemos en
un mundo muy convulsionado, es una guerra espiritual la que vivimos, y tenemos que invocar a Dios, “Y TODO AQUEL QUE
INVOCARE EL NOMBRE DE JEHOVÁ SERÁ SALVO”, Hechos 2: 21.
Tan pronto reclamamos,
tan pronto invocamos a Dios, las promesas se hacen presentes, y es lo que Dios
nos ordena en esta hora.
Si no conoces a Jesús, Él murió por
tu Salvación, por mi Salvación, ven a Él !!!
Dios
te bendiga !!!
Héctor
Paula.
Para la Gloria de
Dios
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