Dios les bendiga poderosamente.
Nuestra lectura bíblica:
1 Tim. 6: 12 "Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos"
Gracias mi Dios por tu Palabra Santa y Perfecta. Sin ella no somos nadie, ella nos guía junto al Espíritu Santo por los senderos que Tú, Padre de la Gloria quieres que transitemos para llegar con éxito eterno a la meta de la Salvación tan grande que tu tienes para cada uno de los que te servimos y hemos recibido a tu Hijo Jesús como nuestro único y suficiente Salvador. Gracias Padre en el nombre de Jesús, amén.
La guerra espiritual comienza en la mente,
el enemigo de las almas pone en nuestras mentes
los pensamientos que nos hacen pecar,
es el primer punto estratégico que el diablo usa
para combatirnos,
en nuestra mente es que llegan los pensamientos
que nos hacen perder la comunión y la comunicación con Dios.
Pero déjame decirte que inmediatamente llegue a tu mente un pensamiento negativo,
lo primero que tenemos que hacer es reprenderlo
en el nombre de Jesús,
pues son espíritus malignos muy bien organizados los que nos atacan de una manera permanente,
y como hijos de Dios tenemos que asirnos
de las armas que Dios nos da para poder repeler esos ataques,
pues dice la Biblia que las armas de nuestra milicia no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.
Inmediatamente estamos en obediencia a Dios,
orando, ayunando y escúdriñando la Palabra,
estamos tomando esas armas,
sin las cuales no podremos combatir.
Para nosotros los cristianos debe ser una obsesión
tener en nuestra mente la mente de Cristo,
estar en comunión permanente con Dios,
aún estemos en las actividades cotidianas,
es como si fuese una máquina indetenible
el significado de lo que representa nuestra salvación tiene que ser obsesivo en nuestras vidas
y como tal debemos y tenemos que tener en nuestro ser, en nuestro cuerpo, en nuestra conciencia, en nuestra voluntad, en nuestro entendimiento
el cuidar nuestra salvación
como si fuese una máquina indetenible,
entonces cuando el diablo vea nuestra lealtad a Jesucristo,
tendrá que virar y huir por la derecha o por la izquierda en el nombre de Jesús.
Es increíble como la gente está siendo zarandeada por la voluntad de satanás.
Hoy tenemos una sociedad que quiere principios
pero la bachata es lo que abunda,
una sociedad que quiere justicia y el reguetón, el ron, la cerveza, el cigarrillo son los que abundan,
y esto es una perfecta hipocresía,
han construido una sociedad en base a valores mundanos,
en base a las novelitas,
en base a las diversiones lascivas,
a las orgías,
a la prostitución,
a la pornografía, a la homosexualidad
a los desvalores,
al tigueraje,
a la droga,
a imitar a las sociedades desarrolladas,
es como dice la Biblia
un ciego guiando a otro ciego, caerán ambos en el mismo hoyo.
Ayer estaba en Ocoa donde mis suegros, y pude ver a mi suegro ejercitando sus gallos de pelea, y el Espíritu Santo me inquietó a escribir el mensaje de lo que ví.
Mi suegro tenía en sus manos un infeliz gallo que le llaman la mona,
el otro gallo en una alfombra suelto le picaba al gallo que mi suegro tenía en la mano osea a la mona.
Cuando mi suegro conducía la mona hacia un lado,
el gallo corría picándole y dándole,
y movía la mona para el otro lado para que el gallo corriera para ese lado,
en fin esto es para ejercitar al gallo,
le daban todos los picotazos,
sin poder defenderse pues estaba siempre agarrado,
atrapado por las manos de mi suegro,
y esto es una representación perfecta de como el diablo tiene agarrada a la gente que no es cristiano y aún a los que pretenden serlo sin serlo.
El diablo maneja a su antojo a la gente que no tiene a Cristo,
el gallo que picaba al pobre gallo agarrado,
representan las adversidades, las pruebas, las tentaciones
que lucifer pone a diario a la gente para tenerlos presa de su voluntad,
pero cuando Cristo llega a esa vida,
se pudren todos los yugos,
se rompen las cadenas
y el diablo tiene que huir,
pues Cristo rompe todas las ligaduras de satanás
así como rompió todas las ligaduras del endemoniado gadareno.
Lo único que nos queda es pelear la buena batalla de la fe,
solo nos queda echar mano de la vida eterna
y hacer buena profesión delante de muchos testigos,
enfrentar al diablo y a sus demonios en el nombre de Jesús,
y tomando las promesas de la Palabra de Dios,
tenemos que pelear esta batalla,
pero con Cristo como Capitán
y el Espíritu Santo como nuestro guía,
no peleemos nosotros,
el secreto de la buena batalla es entregársela a Dios y Él hará,
tenemos que perseverar hasta el fin,
hay que agarrarse de Cristo,
hay que convertirse a Cristo,
sino el diablo hará como el gallito mona
que es golpeado por las circunstancias.
En Cristo hay seguridad,
en Cristo hay Esperanza,
en Cristo hay Paz,
en Cristo hay salvación,
en Cristo hay vida Eterna en la gloria del Paraíso.
Tenemos que asirnos de la vida eterna,
tenemos que asirnos de Dios,
tenemos que asirnos de nuestra salvación
así como una máquina indetenible.
Dios te bendiga y Dios te guarde
Héctor Paula
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