Dios les bendiga rica y poderosamente!!!!!!!
Gracias mi Dios querido, por tu misericordia, porque enviaste a tu Hijo amado a morir por nosotros. Te alabo mi Señor, eres omnipotente, omnipresente y omniciente, digno de toda alabanza y de toda adoración, mi alma se regocija en tí Padre amado. Gracias por el aire que nos das, y por las pruebas que recibimos, gracias por todo Padre celestial en el nombre de Jesús, amén.
Nuestra lectura bíblica de hoy:
Efesios 4: 2-3 "Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz"
Gracias por tu Palabra Dios mío. Bendícenos y guárdanos de las acechanzas del maligno, danos la sabiduría y aumenta nuestra fe cada día. Sana al enfermo Padre, y levanta al de doble ánimo, libera al cautivo en el nombre de Jesús. Espíritu Santo glorifícate en este mensaje y sé tu el que escriba, solo dirije mis dedos para que esta Palabra de Poder penetre en los corazones de cada uno de nosotros. Reprendo y ato toda fuerza del diablo en el nombre de Jesús. Amén.
Estamos viviendo en unos tiempos duros y peligrosos tal y como lo he dicho en anteriores escritos.
Es difícil la humildad, es difícil humillarse.
En el día de hoy tuve una pequeña diferencia con mi jefe en el trabajo
y fue una situación en la que uno de los dos tenía que ceder
y sin pensarlo dos veces
me humillé
y cedí ante la situación.
Dios se agrada en el momento en que nos humillamos.
Esto es difícil,
es algo que humanamente es fuerte,
por lo regular la carne nos pide
que no nos humillemos.
Obviamente el enemigo de las almas triunfa cuando nosotros tomamos una actitud de arrogancia y de orgullo,
y esto sí abunda hoy en día.
Como estamos en los tiempos finales
es entendible el por qué abunda tanto el orgullo
aún dentro del pueblo de Dios,
pues estas actitudes son consecuencia de la falta de amor
existente hoy en día,
y esto es profético de los últimos tiempos.
Las parejas están pasando por un proceso difícil de adaptación en el sagrado vínculo del matrimonio
y ahí es donde el diablo está atacando duramente.
Las parejas, el matrimonio, la familia
están siendo bombardeada con misiles indecibles
por el enemigo de las almas,
pues como su misión principal es destruir,
con la destrucción viene la separación de la gracia de Dios
y el alejamiento de la gente de la voluntad de Dios.
Cuantas familias separadas,
cuantos matrimonios destruidos,
cuantos hijos y padres enemistados,
cuantos hermanos enemistados,
cuanta gente con falta de amor,
cuanta maldad,
cuanta malicia
Pero la base fundamental de todos estos problemas está en la falta de humildad,
en la falta de humillarse,
y que feliz se siente Dios cuando uno se humilla.
Déjenme decirle que tengo testimonios vivos de los resultados obtenidos cuando uno se humilla.
Les exhorto a que comiencen
a experimentar lo sublime
que es la humillación
y como se agrada nuestro Dios
cuando somos humildes y mansos,
tal y como comienza la Palabra de hoy,
"Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor"
Yo me atrevería a aseverar,
me atrevería a afirmar
que tu vida dará un cambio significativo
si aplicas estas Palabras,
Humildad,
mansedumbre,
soportarse,
paciencia,
amor.
Es un reto que te hago en esta hora,
comienza un nuevo Pacto con Dios
prometiéndole que vas a ser humilde, manso, soportar al otro, tener paciencia y tener amor,
yo mismo en esta hora voy a tomar este reto
en el nombre de Jesús.
Esta decisión no puede ser humanamente,
esto hay que pedírselo a Dios.
Humanamente no podemos,
tenemos que dejar a un lado nuestro yo,
y darle paso a que el Espíritu Santo trabaje
en esas áreas de nuestras vidas
que están tan débiles
y que por tantos años hemos luchado,
lo que pasa es que no le hemos dado la oportunidad
al Espíritu Santo
a que ministre esas áreas.
Obviamente tenemos que estar prestos,
solícitos en guardad la unidad del Espíritu
en el vínculo de la paz.
Esto es darle permiso al Espíritu Santo
a que pueda penetrar,
pueda entrar en estas áreas,
vamos a pedirle a nuestro Dios
que nos dé la sabiduría
para entender esto,
y yo les aseguro que los resultados serán
frutos que nunca antes los habíamos visto en nuestras vidas,
en nuestras parejas,
en nuestros matrimonios,
en la relación con nuestros hermanos,
con nuestros padres,
con nuestros hijos
y con nuestro prójimo.
De eso se trata el mensaje de hoy
que estemos unidos en la fe,
e incluso en nuestras congregaciones,
en nuestros ministerios
tendremos grandes cambios.
Tenemos que orar,
tenemos que rogar,
tenemos que llorarle al Señor,
tenemos que pedirle a nuestro Dios
que esta sagrada voluntad de Él,
predicada en esta noche
llegue a lo más profundo de nuestras voluntades,
nuestras conciencias,
nuestros corazones,
nuestras almas,
nuestros pensamientos
para que seamos
verdaderos embajadores de Cristo,
y seamos dignos de ser llamados cristianos evangélicos,
que establezcamos la diferencia
y que cada día podamos ser humildes,
mansos,
que soportemos a los demás
con paciencia,
en amor
y sobre todo
en la unidad de la fe y la paz,
entonces
solo entonces
nuestros frutos
serán dignos de arrepentimiento
y muchas almas vendrán
a los pies de Cristo
por nuestros testimonios personales.
Dios les bendiga y les guarde
Atte.
Héctor Paula
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