Dios les bendiga mis santos hermanos y amigos que leen este blog!!!!!!!
Que la paz de Cristo abunde y sobre abunde en sus corazones.
Dios mío, Señor nuestro, en esta hora me presento ante tí con espíritu de humillación alabándote y glorificandote. Gracias Dios mío por tu misericordia, que nos regalas otro día más, mi alma se siente agradecida de tí, Padre de la Gloria, por tus muchas bondades y por las pruebas que día a día tu permites.
Nuestra lectura bíblica:
"Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles"
Gracias mi Dios por tu Palabra santa, gracias porque tú nos dejaste esta Palabra para que sirva de espejo a nuestras vidas, gracias Señor, en el nombre de Jesús. Bendice Padre a cada lector, y guárdanos de todo peligro y enfermedad, reprendo al hombre fuerte, en el nombre de Jesús, amén.
Este mensaje tiene un título bien interesante,
pues nos recuerda cuando estábamos mas chicos y estudiábamos física
y se nos enseñaba acerca de que cuando aplicamos una acción o una fuerza,
recibiríamos una reacción o una fuerza contraria
de la misma intensidad que la aplicada.
Esto se asemeja a muchas áreas de nuestras vidas,
si aplicamos una acción de amor
seguro que recibiremos amor,
si aplicamos contienda recibiremos contienda.
Si a nuestros hijos les enseñamos buenas costumbres y los caminos del Señor,
entonces recibiremos de ellos ciudadanos y ciudadanas ejemplares
y dignos de buen testimonio.
Por tanto es importante este tema,
a toda acción corresponde una reacción.
Y en esta hora nuestro Señor Jesucristo nos está estableciendo algo similar en su Santa Palabra.
Si te averguenzas de Jesucristo en esta generación adúltera y pecadora
como una acción actual de tu parte,
entonces el Señor te dice como reacción,
que Él se avergonzará de tí
cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.
Y la Palabra es clara.
Jesús establece que ésta es una generación adúltera y pecadora.
Estas palabras te podrán parecer duras, pero voy a hablarte por mí vida antes de ser cristiano.
Cuando no era cristiano era el adúltero más connotado
y el pecador más recurrente.
Sin el temor de Jehová en nuestras vidas definitivamente,
aunque queramos negarlo somos adúlteros,
pues hasta con los ojos deseamos lo inmundo,
claro, yo me salgo de ese grupo
pues mi Cristo me rescató
y me dejó su Espíritu Santo
para que more en mí,
y definitivamente estos deseos carnales inmundos
murieron en mí,
dejaron de existir en mi vida de cristiano.
Y que feliz se siente cuando experimentamos el gozo de la salvación,
entendiendo que ya dejamos ese mundo de pecado
y dejamos de ser adúlteros,
pues la sangre preciosa de Cristo
limpia al ser humano de toda inmundicia
y lo prepara por ese sacrificio de Jesús en la Cruz
a ser un cristiano
verdaderamente apartado para Cristo.
Por eso cuando Cristo venga no se avergonzará de mí,
sino que yo,
juntamente con toda la iglesia de Jesucristo
seremos raptados de este mundo,
y la gente se quedará frívola,
se quedará impactada
cuando las noticias indiquen este gran evento.
Tú puedes ahora mismo ser parte del ejército de Jesucristo
y convertirte en un soldado de Jesús,
con solo recibir a Cristo en tu corazón
y arrepentirte de tus pecados,
para que en aquel día
Cristo no se averguence de tí,
porque ese día está más cerca que nunca,
las señales así lo dicen.
Ven a Cristo,
si sigues endureciendo tu corazón,
entonces se cumplirá esa ley física que tu la conoces,
a toda acción corresponde una reacción,
pero también se cumplirá la Perfecta Palabra de Dios
que si te averguenzas de Cristo,
entonces él se avergonzará de tí
cuando venga en la gloria de su Padre.
Dios te bendiga y te guarde,
Héctor Paula
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