martes, 6 de noviembre de 2007

"TODO EL ORO DEL MUNDO NO SE ASEMEJA A LO QUE VEREMOS"

Dios les bendiga mi hermanos en Cristo y mis asiduos lectores amigos y amigas!!!


Que la paz de Cristo abunde en sus corazones y que el Espíritu Santo obre de una manera especial en la vida de cada uno de ustedes y de los suyos. Si hay algún enfermo en esta hora le pido a mi Padre Celestial que se lleve toda enfermedad, todo cáncer, todo sida, toda diabetes, toda infección, toda fiebre, todo reumatismo, todo dolor de cabeza, toda migraña, todo dolor de espaldas, todo dolor, toda influenza, todo malestar de estómago, se van todas estas enfermedades en el nombre poderoso de Cristo Jesús, por la Sangre preciosa derramada en la cruz desato sanidad divina en este momento, por los méritos de Cristo declaro victoria en todos los lectores, Padre llevate todo enojo, todo sufrimiento, levanta al caído, da fuerzas al débil de espíritu y glorifícate en cada uno de nosotros mi Señor, en el nombre de Jesús. Amén


Nuestra lectura bíblica de hoy:

Apoc. 21: 21

"Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio"

Gracias Dios mío por tu Palabra, gracias por dejarnos expresada tu voluntad para poder serte fiel. Padre, toma el dominio y el control de este mensaje y que el mismo penetre los corazones, que tu Espíritu Santo ministre nuestras vidas de una manera poderosa en cada palabra de este mensaje, gracias Padre amado, en el nombre de Jesús. Amén.

Por lo regular leo los diarios digitales tanto de mi país como de otros países.


Leyendo hoy el diario de BBCmundo, me encontre en las fotos de las imágenes del día de hoy,

pues cada día ellos publican una sección de las imágenes del mundo de cada día,

la cual es muy interesante,

pude ver una impresionante foto de la reina Isabel II de Inglaterra,

con su corona y todo un séquito compuesto de niños,

y todo super precioso.

Pude observar la silla dorada, no se si de oro,

pero aquello es extraordinariamente lujoso.

Alfombras que no hay palabras como describirlas,

era todo un depliegue de sofisticados y delicados detalles.

No escapa a la vista nada que no sea lujo y explendor,

yo les sugiero que vean esa foto para que ustedes mismos lo confirmen.

Todo esto me trae a colación todas las cosas lujosas que hemos visto a través de la historia,


desde la gran Babilonia con sus jardines colgantes,

y no tendríamos espacio para describir todo el lujo que ha acompañado a gobernantes, dictadores

y obviamente a los grandes millonarios.

Pero en esta hora vengo a decirte que todo el lujo del mundo,


toda la gloria del mundo,

todo el oro del mundo

no se asemeja con lo que veremos en el cielo.

Nuestra lectura bíblica de hoy habla de la gran Jerusalén,


esa ciudad santa que descenderá del cielo

y que será la ciudad perfecta donde habitaremos finalmente los que hemos creído en Jesús

y lo hemos aceptato en nuestros corazones como nuestro único y suficiente salvador.

Esa ciudad será la ciudad más hermosa que ninguna mente humana puede imaginarse,

pero que Dios ha permitido a través de su palabra que conozcamos algunas cosas de ella.

Dice la Palabra que el muro de esta ciudad será de Jaspe,


una piedra preciosa hermosa,

así es que imagínate un muro completo de Jaspe.

Los cimientos, osea la base, la zapata para que se entienda mejor


están adornados de toda piedra preciosa,

es decir que cada cimiento es una piedra preciosa:

Jaspe, Zafiro, Ágata,

Esmeralda, Ónice, Cornalina,

Crisólito, Berilo, Topacio,

Crisoparaso, Jacinto, Amatsta.

Imagínense que hermosura.


¿Verdad que no hay en la tierra ni ha habido tanta belleza en los cimientos de ninguna construcción?

Sigue diciendo la Biblia que las doce puertas que tendrá la ciudad


serán cada puerta una perla.

Tu te imaginas que una perlita del tamaño de un grano de maíz cuesta miles de dólares,

imáginate doce enormes puertas de perla,

cuanta belleza,

cuanta maravilla de Dios,

esto es incomparable.

Sigue diciendo la Biblia que la calle de esa ciudad es de oro puro,


transparente como el vidrio,

es decir que la calle que vamos a pisar

sera calle de oro.

Nada en este mundo puede compararse a esto.

Por eso es amigo que me lees que te has dado cuenta de que esto es más serio de lo que tu crees,


pues el ser evángelico

no es estar pendiente a las cosas materiales del mundo,

porque los evangélicos que tienen puestos sus ojos en las cosas del mundo,

no podrán jamas pisar estas calles de oro,

pues nada impuro,

nada sucio entrará allá.

No estoy juzgando,


la Palabra es la que juzga.

Yo quiero pedirle en este momento a mi Dios

que queme toda escoria que pueda quedar en mi vida,

pues yo quiero que Él me santifique,

y me de fuerzas para vencer,

y dejar todo lo que no le agrade.

Hermano en Cristo,


la Iglesia está pasando por un proceso de crisis.

La guerra espiritual se está llevando a muchos cristianos de encuentro.

Es penoso, es indignante, es calamitoso


ver como muchos cristianos están callendo en las garras de las tinieblas,

a través de cosas que parecen triviales,

a través de doctrinas de hombres

que han ido permeando muchas, pero muchas iglesias.

Da ganas de llorar,


ver tantos cristianos que se han dejado convencer del diablo

y han dejado la sana doctrina,

y otros están más fríos que un esquimal.

Es preocupante ver tantos pastores que se han ido a la comercialización,


y al interés al dinero más que a salvar vidas,

que han puesto sus ojos en sus propios intereses personales

que en los intereses de los hermanitos

y solo piensan en como van a tener más miembros

que ofrenden y diezmen mucho,

sin importar sus comportamientos.

Y mi alma se siente compungida


porque puedo ver como ha mermado la sana doctrina

y se le ha dado paso al modernismo,

a la unificación con todo lo que signifique atraer más gente,

a llenar los templos

y obtener muchos beneficios y hermosos templos

y las almas perdiéndose

y los cristianos cada vez más fríos.

Pero déjenme decirle que cada día le pido a Dios


que me de las fuerzas,

pues no pienso salirme de esta sana doctrina,

no pienso dar riendas a la modernidad,

cada día me aparto más para el Señor

y mi mensaje será siempre de santidad,

pues es preferible renunciar aquí en la tierra a todos esos atractivos mundanos

y poder aspirar

a caminar en esas calles de oro

y en ese mar de cristal.

En esa ciudad no habrá sufrimiento,


y los niños jugarán con los leones,

dice la Biblia que los niños podrán entrar la mano en la boca de los leones

y nada les harán.

En esa ciudad santa, la Nueva Jerusalén,


no habrá templo porque el Señor Dios Todopoderoso

es el templo de ella, y el Cordero (vers 22).

La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella;


porque la gloria de Dios la ilumina,

y el Cordero es su lumbrera (vers. 23).

Sus puertas nunca serán cerradas de día,


pues allí no habrá noche.

No entrará en ella ninguna cosa inmunda,


o que hace abominación y mentira,

sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero ( vers. 27).

Dice la Biblia que


"Morará el lobo con el cordero,

y el leopardo con el cabrito se acostará;

el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos,

y un niño los pastoreará" (Isaías 11: 6)

Estaremos allá siempre felices y contentos,


dice el Salmo 16: 11

"Me mostrarás la senda de la vida;

En tu presencia hay plenitud de gozo;

Delicias a tu diestra para siempre"

Por todo esto es que me he reservado para Cristo,


y en medio de mis imperfecciones,

le pido cada día a Dios

que enderece lo que está torcido en mí,

le pido cada día que aumente mi fe,

y que me permita llevar el mensaje de salvación a las almas que leen este blog,

y entendamos que solo con Cristo

podremos disfrutar en la eternidad con Él

de todas esas maravillas que hemos visto, pues

TODO EL ORO DEL MUNDO NO SE ASEMEJA A LO QUE VEREMOS.

Dios te bendiga y te guarde

Atte.

Héctor Paula

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