martes, 18 de marzo de 2014

"CLAMOR QUE SE ESCUCHA"


Foto por: soydecristoweb.blogspot.com

 

LECTURA BÍBLICA DE HOY:

 

DIJO LUEGO JEHOVÁ: BIEN HE VISTO LA AFLICCIÓN DE MI PUEBLO QUE ESTÁ EN EGIPTO, Y HE OÍDO SU CLAMOR A CAUSA DE SUS EXACTORES; PUES HE CONOCIDO SUS ANGUSTIAS”, Éxodo 3: 7.

 

Gracias Dios mío por tu Palabra Santa y Perfecta. Gracias por tus misericordias, que son nuevas cada mañana. Te presento los lectores y lectoras, obra milagros en sus vidas con señales y prodigios, levanta al caído, sana al enfermo, liberta al cautivo. Reprende toda fuerza de las tinieblas y glorifícate en el siguiente mensaje, en el nombre de Jesús. Amén.

 

 

MENSAJE *** EXHORTACIÓN *** REFLEXIÓN:

 

Israel clamaba a Dios a causa de la aflicción que sufría en Egipto.

 

Obviamente Dios estaba muy atento a todo ese acontecer de angustias que los israelitas sentían en carne propia, “DIJO LUEGO JEHOVÁ: BIEN HE VISTO LA AFLICCIÓN DE MI PUEBLO QUE ESTÁ EN EGIPTO, Y HE OÍDO SU CLAMOR A CAUSA DE SUS EXACTORES; PUES HE CONOCIDO SUS ANGUSTIAS”, Éxodo 3: 7.

  

De esa misma forma Dios está observando detenidamente lo que acontece en la iglesia actual, que somos el Israel de hoy.

 
Porque los cristianos estamos viendo mucha aflicción por el derrotero que llevan el evangelio de Jesucristo hacia un evangelio de prosperidad, entretenimiento y libertad por parte de muchos negociadores de la fe de estos días.

 
Pero las cosas no se quedan ahí solamente, estamos viendo la difícil situación reinante a nivel mundial, en que estamos siendo azotados por una delincuencia indetenible, por una población cada día más violenta, por una economía cada vez más excluyente en la cual los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres.

 
Las injusticias y la mala distribución de las riquezas destruyen las esperanzas de la gran mayoría.

 
El panorama luce mucho más desalentador todavía en el orden moral y espiritual, donde las aberraciones sexuales, los matrimonios entre homosexuales, el auge de las redes sociales, el narcotráfico y el enriquecimiento ilícito nos han provocado una especie de aislamiento dentro de ese marco de iniquidad.

 

Por eso clamamos a Dios, porque es tiempo de humillarnos ante Dios, es tiempo de invocar su nombre y buscar verdaderamente su rostro, “SI SE HUMILLARE MI PUEBLO, SOBE EL CUAL MI NOMBRE ES INVOCADO, Y ORAREN, Y BUSCAREN MI ROSTORO, Y SE CONVIRTIEREN DE SUS MALOS CAMINOS; ENTONCES YO OIRÉ DESDE LOS CIELOS, Y PERDONARÉ SUS PECADOS, Y SANARÉ SU TIERRA”, 2 Crónicas 7: 14.

 

Los males que estamos viendo son producto de que hemos dejado de clamar, obviamente existen muchas iglesias que clamamos por la santidad, por el primer amor de Jesús, por la senda antigua de la iglesia primitiva.

 
Vamos a clamar a Dios, porque este es un

 

CLAMOR QUE SE ESCUCHA

 

Dios escucha el clamor nuestro en medio de la aflicción, “CLAMA A MÍ, Y YO TE RESPONDERÉ, Y TE ENSEÑARÉ COSAS GRANDES Y OCULTAS QUE TÚ NO CONOCES”, Jeremías 33: 3.

 

No importa el proceso por el cual estás pasando, Dios te exhorta a clamar en este momento, esa es la gran promesa.

 

Las cosas van de mal en peor, pero no debemos perder la firmeza en este evangelio de salvación, Cristo murió por tí y por mí a precio de Sangre.

 

Entrega tus batallas a Jehová, y Él hará según creas.

 

Dios te guarde,

  

Héctor Paula
 
 
 
 

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