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por: soydecristoweb.blogspot.com
LECTURA
BÍBLICA DE HOY:
“DIJO
LUEGO JEHOVÁ: BIEN HE VISTO LA AFLICCIÓN DE MI PUEBLO QUE ESTÁ EN EGIPTO, Y HE
OÍDO SU CLAMOR A CAUSA DE SUS EXACTORES; PUES HE CONOCIDO SUS ANGUSTIAS”, Éxodo
3: 7.
Gracias
Dios mío por tu Palabra Santa y Perfecta. Gracias por tus misericordias, que
son nuevas cada mañana. Te presento los lectores y lectoras, obra milagros en
sus vidas con señales y prodigios, levanta al caído, sana al enfermo, liberta
al cautivo. Reprende toda fuerza de las tinieblas y glorifícate en el siguiente
mensaje, en el nombre de Jesús. Amén.
MENSAJE
*** EXHORTACIÓN *** REFLEXIÓN:
Israel
clamaba a Dios a causa de la aflicción que sufría en Egipto.
Obviamente
Dios estaba muy atento a todo ese acontecer de angustias que los israelitas
sentían en carne propia, “DIJO LUEGO JEHOVÁ: BIEN HE VISTO LA AFLICCIÓN DE MI
PUEBLO QUE ESTÁ EN EGIPTO, Y HE OÍDO SU CLAMOR A CAUSA DE SUS EXACTORES; PUES
HE CONOCIDO SUS ANGUSTIAS”, Éxodo 3: 7.
De
esa misma forma Dios está observando detenidamente lo que acontece en la
iglesia actual, que somos el Israel de hoy.
Pero
las cosas no se quedan ahí solamente, estamos viendo la difícil situación
reinante a nivel mundial, en que estamos siendo azotados por una delincuencia
indetenible, por una población cada día más violenta, por una economía cada vez
más excluyente en la cual los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres.
Las
injusticias y la mala distribución de las riquezas destruyen las esperanzas de
la gran mayoría.
El
panorama luce mucho más desalentador todavía en el orden moral y espiritual,
donde las aberraciones sexuales, los matrimonios entre homosexuales, el auge de
las redes sociales, el narcotráfico y el enriquecimiento ilícito nos han
provocado una especie de aislamiento dentro de ese marco de iniquidad.
Por
eso clamamos a Dios, porque es tiempo de humillarnos ante Dios, es tiempo de
invocar su nombre y buscar verdaderamente su rostro, “SI SE HUMILLARE MI
PUEBLO, SOBE EL CUAL MI NOMBRE ES INVOCADO, Y ORAREN, Y BUSCAREN MI ROSTORO, Y
SE CONVIRTIEREN DE SUS MALOS CAMINOS; ENTONCES YO OIRÉ DESDE LOS CIELOS, Y
PERDONARÉ SUS PECADOS, Y SANARÉ SU TIERRA”, 2 Crónicas 7: 14.
Los
males que estamos viendo son producto de que hemos dejado de clamar, obviamente
existen muchas iglesias que clamamos por la santidad, por el primer amor de
Jesús, por la senda antigua de la iglesia primitiva.
Vamos
a clamar a Dios, porque este es un
“CLAMOR
QUE SE ESCUCHA”
Dios
escucha el clamor nuestro en medio de la aflicción, “CLAMA A MÍ, Y YO TE
RESPONDERÉ, Y TE ENSEÑARÉ COSAS GRANDES Y OCULTAS QUE TÚ NO CONOCES”, Jeremías
33: 3.
No
importa el proceso por el cual estás pasando, Dios te exhorta a clamar en este
momento, esa es la gran promesa.
Las
cosas van de mal en peor, pero no debemos perder la firmeza en este evangelio
de salvación, Cristo murió por tí y por mí a precio de Sangre.
Entrega
tus batallas a Jehová, y Él hará según creas.
Dios
te guarde,
Héctor
Paula
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