LECTURA
BÍBLICA DE HOY:
“SI EN MI CORAZÓN HUBIESE YO MIRADO A LA INIQUIDAD, EL SEÑOR
NO ME HABRÍA ESCUCHADO. MAS CIERTAMENTE ME ESCUCHÓ DIOS; ATENDIÓ A LA VOZ DE MI
SÚPLICA”, Salmos 66: 18-19.
Gracias Dios mío por tu Palabra, danos el entendimiento y la
sabiduría para entenderla, saber tu Revelación y sobre todo ayúdanos a ser
hacedores de tu Palabra, danos las fuerzas y condúcenos a toda verdad y
justicia, en el nombre de Jesús. Amén.
MENSAJE:
La vista es la expresión de nuestro corazón, según veamos las
cosas, así mismo anda nuestro corazón, si vemos algo con un corazón lleno de
amor, obviamente veremos ese algo sin
ninguna malicia.
Por el contrario, si vemos algo con un corazón lleno de
rencores, raíces de amargura y odios de frustración, veremos las cosas con
iniquidad.
Ahí es que Dios nos está hablando hoy, tenemos y debemos
dejar atrás todas esas raíces de amargura que no nos dejan avanzar en nuestra
vida espiritual.
Nuestro andar, nuestro caminar, nuestro hablar tiene que ir
en la dirección del plan de Dios
“DESECHANDO
TODA INIQUIDAD”
Para que
podamos tener una comunicación con Dios es necesario limpiar toda raíz de
amargura, nuestro corazón no puede mirar la iniquidad, más bien elevar nuestra
súplica a Dios con un corazón lleno de Jesús, “SI EN MI CORAZÓN HUBIESE YO
MIRADO A LA INIQUIDAD, EL SEÑOR NO ME HABRÍA ESCUCHADO. MAS CIERTAMENTE ME
ESCUCHÓ DIOS; ATENDIÓ A LA VOZ DE MI SÚPLICA”, Salmos 66: 18-19.
La pandemia
se extiende cada día más y tenemos que ponernos en manos de Dios, pero para
ello, es necesario que nuestro corazón esté agradable a los ojos del Altísimo
Padre Celestial.
Si no
conoces a Jesús, ven a Él hoy, no lo dejes para mañana !!!
Héctor Paula
Para la gloria de Dios
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