lunes, 5 de agosto de 2019

“HERIDAS SANADORAS”



LECTURA BÍBLICA DE HOY:

Isaías 53: 5, “MAS ÉL HERIDO FUE POR NUESTRAS REBELIONES, MOLIDO POR NUESTROS PECADOS; EL CASTIGO DE NUESTRA PAZ FUE SOBRE ÉL, Y POR SU LLAGA FUIMOS NOSOTROS CURADOS”

Gracias Dios mío por tu Palabra. Gracias por tus misericordias, que son nuevas cada mañana, gracias por el aire que aún nos permites respirar, danos las fuerzas para continuar perseverando hasta el final, guíanos hacia toda verdad y justicia, glorifícate en la vida de los lectores y lectoras, en el nombre de Jesús. Amén.

MENSAJE:

A veces nos hacemos accidentalmente un pequeña heridita y nos quejamos, un dolorcito nos agobia y una molestia en cualquier parte de nuestro cuerpo nos debilita.

Pero muchas veces no nos ponemos a meditar en lo que Jesús tuvo que padecer para llevar tus pecados, mis pecados.

Ese sacrificio en la cruz del Calvario no hay mente humana que pueda comprenderlo a cabalidad, porque su origen es ilimitado, es un origen en el diseño de Dios, y nuestros pensamientos no llegan a los pensamientos de Dios.

Pero dentro de nuestros límites, podemos comparar una pequeña heridita con los azotes que el Maestro tuvo que soportar.

Él sabía a lo que iba, era hombre y era Dios, pero su carne humana tenía que soportar, para que ese padecimiento nosotros pudiésemos comprenderlo y valorarlo en su justa dimensión.

Las heridas que podemos sufrir accidentalmente son heridas dolorosas, pero la heridas de Jesús son

“HERIDAS SANADORAS”

Cada vez que le clavaban una lanza en su cuerpo, era un aspecto pecador de nuestra vida que Él llevaba consigo, cada azote era un mensaje de que nuestra salvación era lo más trascendental que Jesús cumplía, aún en medio del terrible e inmenso dolor que sentía en ese padecimiento hacia la cruz.

Y sus heridas no fueron en vano, porque ellas le produjeron llagas y cada llaga significa la cura de nuestras enfermedades, “MAS ÉL HERIDO FUE POR NUESTRAS REBELIONES, MOLIDO POR NUESTROS PECADOS; EL CASTIGO DE NUESTRA PAZ FUE SOBRE ÉL, Y POR SU LLAGA FUIMOS NOSOTROS CURADOS”, Isaías 53: 5.

Debemos comprender ese gran sacrificio y esas llagas, porque hoy en día la incredulidad ha llevado a que la fe haya mermado en las grandes mayorías y no entendemos que por esas llagas de Jesús, nosotros hemos sido curados.

Vamos a ejercer nuestra fe sobrenatural y reprender toda enfermedad, porque tenemos la promesa de que por esas llagas hemos sido curados, según creamos, Jesús va a actuar sobre esa enfermedad que Él llevó en sus llagas.

Sólo cree.

Si no conoces a Jesús, es un día perfecto para recibirlo en tu corazón, ven a Él !!!

Dios te bendiga !!!  
         
Héctor Paula.
Para la Gloria de Dios

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