LECTURA BÍBLICA DE HOY:
Juan 1: 29, “EL SIGUIENTE
DÍA VIO JUAN A JESÚS QUE VENÍA A ÉL, Y DIJO: HE AQUÍ EL CORDERO DE DIOS, QUE
QUITA EL PECADO DEL MUNDO”
Gracias Dios mío por tu Palabra.
Alabamos tu nombre, te bendecimos, te adoramos porque tuyo es el imperio, la
majestad y la gloria por los siglos, te presento los lectores y lectoras, obra
milagros en sus vidas, dale fuerzas al débil, sana al enfermo, cura las heridas
y llévate toda depresión, en el nombre poderoso de Jesús. Amén.
MENSAJE:
Cuando era pequeño desde mi primera
infancia hasta mi adolescencia me iba de vacaciones a Puerto Plata a casa de
los abuelos y vivíamos a una esquina de la playa, por lo que gran parte de mis
vacaciones me las pasaba dentro del mar.
Habían unos caracoles que en Puerto
Plata le llaman Maquey, una especie de cangrejitos, pero con el caracol a
cuestas, ellos caminaban en la arena y parecían caracolitos caminantes. Los
pobrecitos estaban condenados a caminar con esa carga tan pesada a cuestas.
Así es el pecado que llevamos a
cuestas, Dios lo vio y tuvo misericordia, porque anteriormente se había
establecido la expiación del pecado por medio de la sangre derramada por
animalitos, corderos, machos cabríos que el sumo sacerdote sacrificaba una vez
al año.
Pero esa sangre no era suficiente
para llevar el pecado, sólo podía cubrirlo, no provocaba un arrepentimiento
genuino, y precisamente la expiación establecía que para poder existir la
remisión de pecados tenía que haber derramamiento de sangre.
Los corderitos no alcanzaban el nivel
de expiación suficiente y Dios entonces procede a enviarnos a su Hijo Unigénito
y que Él fuera
“EL CORDERO ÚNICO”
Dios había agotado todos los recursos
tratando con el hombre, pero por amor a su creación, que somos tú y yo, decide
enviarnos ese Cordero Perfecto.
El plan de Dios es algo que nuestra
mente humana no puede alcanzar a comprender, porque todo es producto de su
diseño divino, y es así como Jesús, siendo Dios viene a la tierra hecho hombre,
nacido de vientre humano, para que se produjera la remisión de los pecados en
el hombre.
Jesús representa ese Cordero que se
inmolaría por tí y por mí, derramando su Preciosa e Inmaculada Sangre en la
Cruz del Calvario, para llevar mis pecados, tus pecados.
Es por eso que Juan el
Bautista, cuando estaba a orillas del Jordán, vio que Jesús se acercaba a Él
para ser bautizado y grande fue su asombro cuando vio al Maestro, “EL SIGUIENTE
DÍA VIO JUAN A JESÚS QUE VENÍA A ÉL, Y DIJO: HE AQUÍ EL CORDERO DE DIOS, QUE
QUITA EL PECADO DEL MUNDO”, Juan 1: 29.
Juan expresaba la gran
realidad espiritual, Jesús nos compró a precio de Sangre, llevó nuestros
pecados y por sus llagas hemos sido curados.
Hoy en día, en medio de
las convulsiones que vemos a todos los niveles, hay que entender este sacrificio
y su significado para tu vida eterna, para mi vida eterna.
Es lo único que podemos
llevarnos de este mundo. Vamos a meditar profundamente en este sacrificio de
Jesús.
Si no lo conoces , Él te llama y te
ama, ven a Él !!!
Dios
te bendiga !!!
Héctor
Paula.
Para la Gloria de
Dios
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