jueves, 9 de mayo de 2013

"TEMOR ACEPTABLE"




LECTURA BÍBLICA DE HOY:

 

A JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS, A ÉL SANTIFICAD; SEA ÉL VUESTRO TEMOR, Y ÉL SEA VUESTRO MIEDO”, Isaías 8: 13.

 

Gracias Jehová por tu Palabra Santa y Perfecta. Toca las almas, bendice los lectores y lectoras, no permitas que ninguno, ninguna se pierdan, tráelos al redil de Cristo, reprende toda fuerza contraria y glorifícate en el siguiente mensaje, en el nombre de Jesús. Amén.

 

MENSAJE *** EXHORTACIÓN *** REFLEXIÓN:

 

Estamos viviendo tiempos en que la mayor parte de las personas han sido tocados directa ó indirectamente por la violencia, la delincuencia, los robos, los crímenes, los accidentes, etc., trayendo como consecuencia que el temor haya hecho presencia importante en la gran mayoría.

 

Son incontables los casos.

 

El temor ha sido el denominador común en nuestros entornos, obviamente Dios está enviando mensajes literales a este respecto.

 

Y en esta hora, El quiere que nuestros temores desaparezcan, “BUSQUÉ A JEHOVÁ, Y ÉL ME OYÓ,  Y ME LIBRÓ DE TODOS MIS TEMORES”, Salmos 34: 4.

 

Y es que el perfecto amor de Jesús, echa fuera todo temor, “EN EL AMOR NO HAY TEMOR, SINO QUE EL PERFECTO AMOR ECHA FUERA EL TEMOR”, 1ra. Juan 4: 18 a

 

El único temor que nosotros podemos experimentar es el temor de Jehová.

 

Cuando llevas el temor de Jehová a tu vida estás siendo sabio, sabia, pues El te está mirando todo el tiempo, “EL TEMOR DE JEHOVÁ ES EL PRINCIPIO DE LA SABIDURÍA, Y EL CONOCIMIENTO DEL SANTÍSIMO ES LA INTELIGENCIA”, Proverbios 9: 10

 
El temor de Jehová es el único

 

TEMOR ACEPTABLE

 

Sólo a El debemos temer, “A JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS, A ÉL SANTIFICAD; SEA ÉL VUESTRO TEMOR, Y ÉL SEA VUESTRO MIEDO”, Isaías 8: 13.

 

Es hora de sentir el Temor de Jehová en nuestras vidas, en nuestros hogares, en nuestros trabajos, en nuestros ministerios.

 
Dios está muy atento a esto.
 

Nos está mirando aun queramos escondernos donde no debemos.


Jonás quiso esconderse de Dios y tuvo que enfrentar las fauces de un gran pez, hasta que sintió el temor de Jehová en el vientre de ese enorme pez, teniendo que ir a predicar a Nínive, tal y como Dios se lo encargó.

 
No esperes que Dios tenga que enviarte un gran pez.

 

Témele a Dios en todo momento.

 

Dios te guarde,

 

Héctor Paula
 
 
 
 

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