LECTURA BÍBLICA DE HOY:
Juan 19: 30, “CUANDO JESÚS HUBO
TOMADO EL VINAGRE, DIJO: CONSUMADO ES. Y HABIENDO INCLINADO LA CABEZA, ENTREGÓ
EL ESPÍRITU”
Gracias Dios mío por tu Palabra.
Te presento los lectores y lectoras, obra milagros en sus vidas, sana al
enfermo, levanta al caído, dale fuerzas al débil, no permitas que ninguno se
pierda, guíalos hacia toda verdad y justicia, en el nombre de Jesús. Amén.
MENSAJE:
De alguna manera, todos y todas hemos
enfrentado una misión a cumplir, de hecho, cuando niños jugábamos a diferentes
misiones.
La saga de películas de Misión
Imposible fueron inolvidables para gran parte de las personas, pues veíamos
misiones que prácticamente eran imposibles de cumplir.
En mi trabajo una vez me encomendaron
la misión de llegar a un lugar donde tenía que cruzar cinco veces el río y
caminar a pie más de dos horas subiendo una empinada loma enlodada, era algo
terrible, interminable y traumático, pero que lindo y satisfactorio fue llegar
al lugar, cumplir la encomienda y sentirme verdaderamente honrado de realizar semejante misión.
Hoy Dios nos quiere hablar de la
misión que Dios le encomendó a Jesús.
Era la misión de las misiones, lo más
grande que puede ocurrir en la humanidad, la misión de sacrificar su vida para
el perdón de mis pecados, de tus pecados.
El cumplimiento de esa misión era
fuerte, era dura, era de sufrimiento hasta lo sumo, pero Jesús tenía que
cumplirla, dar su vida por tí y por mí.
Él fue vituperado, castigado,
azotado, escupido, latigado y obligado a llevar una pesada cruz hacia el monte
Calvario.
Pero no escatimó esfuerzo, sino que
debía continuar hacia el desenlace de la
“MISIÓN CUMPLIDA”
Esta misión la cumpliría en la Cruz
del Calvario, pues allí derramó su preciosa Sangre redentora, allí dejó establecido
que esa misión quedaría sellada, para el cumplimiento profético de la
redención.
Es por eso que Jesús estando en el proceso final de la misión que tenía que consumarse en ese momento, lo expresó
bien claro, he terminado la misión que mi Padre me encomendó, sufrí en mi carne
para llevar los pecados de esta humanidad, aquí termina esta hermosa misión,
aquí está consumada, “CUANDO JESÚS HUBO TOMADO EL VINAGRE, DIJO: CONSUMADO ES.
Y HABIENDO INCLINADO LA CABEZA, ENTREGÓ EL ESPÍRITU”, Juan 19: 30.
Es importante entender ese
sacrificio, es un momento de profunda reflexión, esto no es un cuento de
caminos, es la más hermosa de todas las verdades, Jesús murió por nuestros
pecados y ese sacrificio debemos de agradecerlo, y si lo recibes en tu corazón,
estarás formando parte de su doctrina de salvación que nos dejó en su
evangelio.
Si no conoces a Jesús, aprovecha el
tiempo, no lo rechaces más, ven a Él !!!
Dios
te bendiga !!!
Héctor Paula.
Para la Gloria de
Dios
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