LECTURA BÍBLICA DE HOY:
Efesios 4: 29, “NINGUNA PALABRA
CORROMPIDA SALGA DE VUESTRA BOCA, SINO LA QUE SEA BUENA PARA LA NECESARIA
EDIFICACIÓN, A FIN DE DAR GRACIA A LOS OYENTES”
Gracias Dios mío por tu Palabra.
Te damos gracias por las pruebas, gracias por las bendiciones, gracias por las
lágrimas, gracias por las alegrías, te pedimos sabiduría de lo alto y que estés
renovando nuestras fuerzas cada mañana para poder seguir perseverando hasta el
fin, en el nombre de Jesús. Amén.
MENSAJE:
Es una gran verdad que en las
palabras emanadas de nuestra boca existe un poder en bien o en mal,
dependiendo de lo que hablamos.
Desde que tenemos uso de razón
pudimos escuchar todo tipo de palabras, expresiones y conversaciones que en
muchos casos nos marcaron, porque el niño es como una esponja, absorbe lo
que le dicen.
Por eso hay que tener mucho
cuidado con lo que le hablamos a nuestros nenes y sobre todo en la forma en que
les hablamos, para no dejar heridas incurables dentro de sus mentes y sus
corazones.
Dios nos exhorta a llevar al
niño a la escuela bíblica, a fin de que en esos primeros años ellos tengan una
formación cristiana la cual los hará hombres y mujeres temerosos de Dios, de hecho
tenemos promesas literales, “INSTRUYE AL NIÑO EN SU CAMINO, Y AÚN CUANDO FUERE
VIEJO NO SE APARTARÁ DE ÉL”, Proverbios 22: 6
Nos encontramos en un momento muy
conflictivo en lo que es la situación familiar, social incluso tenemos una
tensión muy fuerte entre potencias mundiales.
Es importante pedirle a Dios
dirección para las
“PALABRAS QUE FLUYEN”
Que fluyen de nuestros labios.
Por fuerza propia
no podremos controlar lo que sale de nuestras bocas, por lo cual tenemos que
pedir a Dios no nos deje fluir palabras corrompidas de nuestra boca.
Es importante hablar para edificación de los que nos escuchan, esto sabemos no es fácil, pero si
dejas al Espíritu Santo obrar en tu vida, podremos lograrlo todos, “NINGUNA
PALABRA CORROMPIDA SALGA DE VUESTRA BOCA, SINO LA QUE SEA BUENA PARA LA
NECESARIA EDIFICACIÓN, A FIN DE DAR GRACIA A LOS OYENTES”, Efesios 4: 29.
Dios nos habla, no es sencillamente hablarnos, nos habla para obedecerlo, y eso es lo que Él
quiere en esta hora, vamos a medirnos en lo que vayamos a hablar.
Si no conoces a Jesús, el tiempo
apremia, el ciclo se termina, el círculo se cierra, ven a Cristo hoy !!
Dios
te bendiga !!!
Héctor Paula.
Para la Gloria de
Dios
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