LECTURA BÍBLICA DE HOY:
Juan 8: 11, “ELLA DIJO: NINGUNO,
SEÑOR. ENTONCES JESÚS LE DIJO: NI YO TE CONDENO; VETE, Y NO PEQUES MÁS”
Gracias Dios mío por tu Palabra.
Te presento los lectores y lectoras, glorifícate en sus vidas, sana al enfermo,
llévate todo cáncer, toda enfermedad, liberta al cautivo, rompe las cadenas,
pudre todo yugo de las tinieblas y no permitas que ninguno de los lectores se
pierda, en el nombre de Jesús. Amén.
MENSAJE:
En verdad que es asombroso observar
la cantidad de personas que se dedican a condenar a los demás.
A veces me pregunto cuál es la
autoridad que tiene una persona en esta tierra para andar criticando,
enjuiciando y condenando a los demás, claro fuera de lo que es el poder
judicial oficial de los gobiernos de los países, la cual es, por demás decirlo,
muy vulnerable y permeable.
Es importante comprender que el único
que puede juzgar y condenar es Dios y su Palabra, nadie más tiene derecho a
estar acabando con los demás, porque es algo elemental: somos imperfectos,
fallamos, pecamos y Dios nos dice claramente que miremos la viga que hay en
nuestro ojo, antes de mirar la paja del ojo ajeno.
Pero usted ve las personas juzgando
despiadadamente a los demás, y eso no puede seguir así.
Dios nos está exhortando a que
dejemos esa práctica de juzgar, porque con la misma vara que juzguemos, con esa
misma vara seremos juzgados, Dios es claro en eso, tenemos que orar mucho para
que Dios se lleve ese espíritu maligno de crítica.
Dios nos va a llamar a juicio un día
ineludible, y tendremos que dar cuentas de todo lo que hacemos, por lo cual es
hora de renunciar a los
“VERDUGOS EN ABUNDANCIA”
Esto no lo podemos lograr por
nuestras propias fuerzas, esto hay que buscarlo espiritualmente, porque es
parte de la guerra espiritual, en la medida en que nos constituimos en
verdugos, criticando, enjuiciando y condenando a los demás, nos daremos cuenta
cuán atrasados estamos en lo que Dios nos manda.
La mujer adúltera iba a ser dilapidada,
o sea matada a pedradas al haber sido encontrada adulterando infraganti, por lo
cual fue llevada ante Jesús, para probar al Maestro a ver si la condenaba, y
cuando Jesús les dijo que el que tuviera libre de pecado, lanzara la primera
piedra, ninguno lo hizo y se fueron uno a uno.
Jesús le preguntó que dónde estaban
los que la condenaban y le preguntó que si alguno la condenó, pero ella quedó
impactada con el amor con que Jesús le hablaba, “ELLA DIJO: NINGUNO, SEÑOR.
ENTONCES JESÚS LE DIJO: NI YO TE CONDENO; VETE, Y NO PEQUES MÁS”, Juan 8: 11.
Así que Jesús no condenó a esa mujer,
y me pregunto el por qué existen tantos corazones de piedra en estos tiempos
condenando a diestra y a siniestra?
Dios nos ha hablado muy claramente en
este mensaje, para lo cual vamos a obedecer y no dejar que esos espíritus de
crítica y de condena entren a nuestras vidas, no lo permitamos en el nombre de
Jesús.
Si no conoces a Jesús, aún respiras,
estás a tiempo, mañana puede ser tarde, ven a Él !!
Dios
te bendiga !!!
Héctor Paula.
Para la Gloria de
Dios
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