LECTURA BÍBLICA DE HOY:
Romanos 8: 18, “PUES
TENGO POR CIERTO QUE LAS AFLICCIONES DEL TIEMPO PRESENTE NO COMPARABLES CON LA
GLORIA VENIDERA QUE EN NOSOTROS HA DE MANIFESTARSE”
Gracias Dios mío por tu Palabra.
Gracias por el aire que aún podemos respirar, gracias por tus maravillas, te
adoramos y te damos honra, porque tuya es la majestad, la gloria y el imperio
por los siglos, gracias por la Sangre de tu Hijo Amado Jesús, glorifícate en la
vida de los lectores y lectoras, en el nombre de Jesús. Amén.
MENSAJE:
En mi
país existe un refrán que dice: Hambre que espera llenura, no es hambre.
Es
decir que si nos espera un suculento plato en la casa, no importa si nos tardamos
en llegar, el hambre se va a aplacar, porque sabemos que vamos a disfrutar de
un rico manjar.
Así es
todo en nuestra vida secular, nos trazamos metas, y sabemos que esas metas nos
van a significar un mejoramiento en nuestros ingresos, entonces nos sentimos
bien, porque sabemos que aunque estemos un poco estrechos económicamente, tan
pronto obtenemos la meta obviamente nuestros ingresos aumentarán.
En el
plano espiritual pasa también lo mismo, el cristiano genuino, el cristiano que
conoce la doctrina de este evangelio de salvación sabe que no importa lo que
pasemos ahora, lo importante es
“LO QUE VIENE”
Los cristianos pasamos por muchos
desiertos, la guerra espiritual es muy fuerte, Dios nos ha dado las armas espirituales,
que no son carnales, dice la Biblia que son para destruir fortalezas de maldad.
Y es en medio de esta terrible guerra
espiritual que debemos actuar, tomando nuestra principal arma, es la oración,
para que podamos seguir perseverando hasta el fin.
El cristiano debe de mantener la
humildad de Cristo, dejar a un lado la soberbia y la exclusión de la gente
inconversa, tenemos que predicar el evangelio de salvación, no podemos estar
por ahí mandando la gente para el infierno.
Vamos a seguir pasando muchas
aflicciones, eso es una realidad, pero Dios nos dice en esta hora que esas
aflicciones no son comparables con la gloria que nos espera y que se va a
manifestar en nosotros, “PUES TENGO POR CIERTO QUE LAS AFLICCIONES DEL TIEMPO
PRESENTE NO COMPARABLES CON LA GLORIA VENIDERA QUE EN NOSOTROS HA DE
MANIFESTARSE”, Romanos 8: 18.
Esa debe ser nuestra fe.
Tenemos que aferrarnos a esta Palabra
y creerle a Dios, los tiempos están muy duros, pero no podemos permitir que el
maligno nos destruya, puede derribarnos, pero jamás destruirnos.
Si no
conoces a Jesús, ven hoy mismo a Él, el tiempo apremia !!!
Héctor
Paula.
Para la Gloria de
Dios
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