LECTURA
BÍBLICA DE HOY:
“NINGUNA
PALABRA CORROMPIDA SALGA DE VUESTRA BOCA, SINO LA QUE SEA BUENA PARA LA
NECESARIA EDIFICACIÓN, A FIN DE DAR GRACIA A LOS OYENTES”, Efesios 4: 29.
Gracias Dios
mío por tu Palabra. Te presento los lectores y lectoras, obra milagros en la
vida de cada uno de ellos y ellas, llévate todo rencor, toda raíz de amargura,
glorifícate de una manera especial, rompe toda cadena y toda atadura, en el
nombre de Jesús. Amén.
MENSAJE:
Hay que
tener un extraordinario cuidado en la forma que hablamos, la palabra que sale de nuestra
boca posee suficiente poder para bendecir o para maldecir, según lo que decimos
en voz audible.
El mundo
espiritual de maldad no es omniciente, ni omnipresente ni mucho menos
omnipotente, el maligno y sus demonios sólo pueden escuchar lo que hablamos,
por lo que nuestra palabra puede convertirse en una perfecta puerta para que
esos demonios entren a nuestra vida sin darnos cuenta.
Es por eso
que a veces no nos explicamos cosas que vemos, conocí una persona que siempre
le decía homosexual al hijo, desde pequeño, desde que el niño hacía cualquier
travesura, su padre le decía homosexual, obviamente en el lenguaje que
conocemos, y al final el niño se convirtió en homosexual hasta el día de hoy.
Tenemos que
hacer una reingeniería en nuestra vida espiritual, tenemos que hacer un formateo
en nuestro lenguaje, porque tenemos que estar claros en el
“PODER DE LA
PALABRA”
Dios nos
está haciendo una gran advertencia al respecto, mucho cuidado con lo que
hablamos, tenemos que hablar para bendición, “NINGUNA PALABRA CORROMPIDA SALGA
DE VUESTRA BOCA, SINO LA QUE SEA BUENA PARA LA NECESARIA EDIFICACIÓN, A FIN DE
DAR GRACIA A LOS OYENTES”, Efesios 4: 29.
No podemos
dejarnos llevar de la cotidianidad ni de la rutina, tenemos que saber muy bien
lo que vayamos a hablar.
Dios nos
está viendo, nos está escuchando, y en medio de todo lo que estamos viviendo
hoy, cuidadito con lo que hablamos, vamos a bendecir con nuestra palabra
hablada.
Si no conoces a Jesús, ven a sus pies !!!
Héctor Paula
Para la gloria de Dios
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