jueves, 29 de agosto de 2013

"¡AY DE MÍ SI NO LES PREDICO!"


Foto por: hectorpaula

 

LECTURA BÍBLICA DE HOY:

 

PUES SI ANUNCIO EL EVANGELIO, NO TENGO POR QUÉ GLORIARME; PORQUE ME ES IMPUESTA NECESIDAD; Y ¡AY DE MÍ SI NO ANUNCIARE EL EVANGELIO!” 1ra. Corintios 9: 16

 

Gracias mi Dios por tu Palabra, gracias por tus misericordias, gracias por tu Gracia. Te presento los lectores y lectoras, contesta sus peticiones en la medida de la conveniencia espiritual de cada uno de ellos y ellas. Reprende toda fuerza de las tinieblas y glorifícate en el siguiente mensaje, en el nombre de Jesús. Amén.

 

MENSAJE *** EXHORTACIÓN *** REFLEXIÓN:

 

Recuerdo muy claramente aquellos tiempos que no era evangélico.

 
Cuando no conocía a Jesús, yo vivía un mundo extraordinariamente desordenado y vacío, aún teniendo el privilegio de haber sido funcionario de primera en importantes empresas nacionales y extranjeras.

 
Obviamente no me gustaba nada que tuviera que ver con el evangelio, definitivamente odiaba los Evangélicos, no los soportaba como consecuencia de la ignorancia en la que vivía, ciego, sordo y mudo espiritualmente hablando.

 
Hasta aquel inolvidable día en que Dios me llamó al redil de Cristo y me convertí a este Evangelio de Salvación por medio de la Sangre Preciosa de Jesús.

 
No ha existido en toda mi vida ningún otro acontecimiento tan relevante e importante como aquel día en que renuncié al mundo y vine a transitar este camino estrecho de Jesucristo.

 
Y hoy por hoy no me avergüenzo de este Evangelio de Salvación, “PORQUE NO ME AVERGÜENZO DEL EVANGELIO, PORQUE ES PODER DE DIOS PARA SALVACIÓN A TODO AQUEL QUE CREE; AL JUDÍO PRIMERAMENTE, Y TAMBIÉN AL GRIEGO”, Romanos 1: 16.

 

El sacrificio de Jesús en aquella terrible cruz, no fue en vano.

 

La Sangre Preciosa e Inmaculada de mi Redentor me rescató del lodo senagoso del mundo, y este es el mensaje: estoy obligado a llevarles esta Palabra de Dios.
 

Cristo me envió a predicar Salvación a través de la gran Comisión que nos encomendó a todos los cristianos, “Y LES DIJO: ID POR TODO EL MUNDO Y PREDICAD EL EVANGELIO A TODA CRIATURA”, Marcos 16: 15.

 
Por eso es que estoy motivado a predicarles, más

  

“¡AY DE MÍ SI NO LES PREDICO!”

 

Como el Atalaya en los tiempos bíblicos, este blog continuará advirtiendo el peligro que representa estar fuera de este evangelio, esa es mi fe, esa es mi gran Comisión, PUES SI ANUNCIO EL EVANGELIO, NO TENGO POR QUÉ GLORIARME; PORQUE ME ES IMPUESTA NECESIDAD; Y ¡AY DE MÍ SI NO ANUNCIARE EL EVANGELIO!” 1ra. Corintios 9: 16.

 
Los tiempos están muy difíciles, las profecías se cumplen todas. 
 

Los aires de guerra aumentan cada día. 


Es tiempo de venir a Cristo.


Es tiempo de escapar por tu Salvación.
 
 
Ven a Cristo ahora.
 
 
Dios te guarde,
 

Héctor Paula

 

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