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LECTURA
BÍBLICA DE HOY:
“POR
TANTO, ASÍ DIJO JEHOVÁ: SI TE CONVIRTIERES, YO TE RESTAURARÉ, Y DELANTE DE MÍ
ESTARÁS; Y SI ENTRESACARES LO PRECIOSO DE LO VIL, SERÁS COMO MI BOCA.
CONVIÉRTANSE ELLOS A TI, Y TÚ NO TE CONVIERTAS A ELLOS”, Jeremías 15: 19.
Gracias
Dios mío por tu Palabra, gracias por el aire que aún podemos respirar, gracias
por tu Gracia Padre Amado. Te presento a los lectores y lectoras, convence al
que no te conoce, inquiétalo en el silencio de la noche para que vengan al
redil de Cristo. Reprende al hombre fuerte y glorifícate en el siguiente
mensaje, en el nombre de Jesús. Amén.
MENSAJE
*** EXHORTACIÓN *** REFLEXIÓN:
Cada
día le pido a Dios de su fortaleza para que mi fe no sea menguada por la gran
cantidad de bombardeos que el enemigo de las almas esgrime en el día a día.
Obviamente
solo nos queda aferrarnos a este Evangelio Santo de Jesucristo. La persona que
no prosiga los lineamientos de este Evangelio sencillamente sucumbirá, porque
solos no podremos vencer.
Estamos
totalmente obligados a transitar este maravilloso camino que nos conducirá
indefectiblemente a vida eterna en Cristo, lo demás no puede contar en nuestras
prioridades.
En
ocasiones las personas inconversas que nos circundan ejercen una presión
significativa en contra de nuestra vida espiritual.
A
veces hacen un cuento indecente y pretenden que nosotros nos riamos, nos
alegremos, pero déjame decirte que no podemos darnos el lujo de contaminarnos,
así como Daniel no se contaminó de la comida del Rey.
Es
hora de entender este mensaje, no podemos permitir que nosotros nos convirtamos
a ellos, lo que procede es
“QUE
SE CONVIERTAN ELLOS A MÍ”
Esta
es una alerta que Dios nos hace en esta hora.
Dios
está muy atento a su iglesia, que somos tú y yo, y en medio de nuestra
naturaleza humana tenemos que entresacar lo precioso de lo vil, para que seamos
como la boca de Jehová.
Es
mejor que ellos se conviertan a nosotros y no que nosotros nos convirtamos a
ellos, “POR TANTO, ASÍ DIJO JEHOVÁ: SI TE CONVIRTIERES, YO TE RESTAURARÉ, Y
DELANTE DE MÍ ESTARÁS; Y SI ENTRESACARES LO PRECIOSO DE LO VIL, SERÁS COMO MI
BOCA. CONVIÉRTANSE ELLOS A TI, Y TÚ NO TE CONVIERTAS A ELLOS”, Jeremías 15: 19.
Podemos
compartir con nuestros compañeros, con nuestras familias inconversas.
Podemos
interactuar con el mundo que nos rodea, pero siendo luz, no podemos mezclarnos
con sus mundanalidades.
Vamos
a mantener nuestra distancia, pero siempre siendo ejemplo del amor de Cristo,
para que ellos puedan venir a nosotros, sin despreciarlos ni mucho menos
condenarlos ni juzgarlos.
La
luz de Cristo que podamos reflejarles, será nuestro mejor testimonio, nuestra
mejor predicación.
Dios
les guarde,
Héctor
Paula
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