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por: miestilodevida.org
LECTURA
BÍBLICA DE HOY:
“EN
LUGAR DE LO CUAL DEBERÍAIS DECIR: SI EL SEÑOR QUIERE, VIVIREMOS Y HAREMOS ESTO
O AQUELLO”, Santiago 4: 15.
Gracias
Dios mío por tu Palabra. Perdona nuestras ofensas, nuestras transgresiones, santifícanos
y quita de nuestras vidas todo lo que nos impida tener una relación directa con
el Maestro, el Rey de reyes y Señor de señores, Jesús de Nazaret. Bendice los
lectores y lectoras, reprende toda fuerza contraria, glorifícate en el
siguiente mensaje, en el nombre de Jesús. Amén.
MENSAJE
*** EXHORTACIÓN *** REFLEXIÓN:
Cada
día observo la manera en que la mayoría solo confía en su propio yo.
No
es raro ver una persona decir, “Mañana voy para la playa”, en vez de decir,
“Mañana, si Dios quiere, voy para la playa”.
Y
es que tenemos una humanidad que cada día se aleja más y más de los preceptos,
ordenanzas, mandamientos y disposiciones que Dios nos traza en su Santa y
Bendita Palabra.
Me
encanta la forma en que el Apóstol Santiago nos entrega su mensaje, siempre lo
he dicho, él va directo al problema, no anda con rodeos ni mescolanzas.
Por
eso en esta hora la Palabra nos retrae a lo que debemos de obedecer a este
respecto.
Observe
como Santiago nos llama la atención: “¡VAMOS AHORA! LOS QUE DECÍS: HOY Y MAÑANA
IREMOS A TAL CIUDAD, Y ESTAREMOS ALLÁ UN AÑO, Y TRAFICAREMOS, Y GANAREMOS”,
Santiago 4: 1
Tenemos
siempre que poner a Dios por delante, siempre debemos de invocarlo y dedicarle
nuestras actividades, “Y TODO AQUEL QUE INVOCARE EL NOMBRE DEL SEÑOR, SERÁ
SALVO”, Hechos 2: 21.
Y
es que,
“EL
MAÑANA INCIERTO”
Es
una realidad.
El
otro día yo iba en un autobús público en la Av. Independencia, cerca del Km 8 y
pude ver una joven que venía corriendo a cruzar la vía a tomar un minibús que
la esperaba, pero no miró para el lado que nosotros veníamos y ni siquiera me
dio tiempo de gritarle al chofer.
El
autobús la impactó dramáticamente, aquello fue terrible, aquel sonido de ese
impacto me llegó a las más internas fibras de mi corazón. Esa joven no sabía
que ese día iba a encontrar la muerte tan trágicamente.
El
mañana es incierto, y por eso es que debemos siempre decir, “MAÑANA SI DIOS
QUIERE HARÉ ESTO Ó AQUELLO”, porque en ese momento usted está declarando
victoria sobre las tinieblas, y nada le sucederá, porque cuando declaramos a
Dios por delante, los demonios tienen que huir, esto es bíblico y amplio.
Santiago
nos lo reitera, “EN LUGAR DE LO CUAL DEBERÍAIS DECIR: SI EL SEÑOR QUIERE,
VIVIREMOS Y HAREMOS ESTO O AQUELLO”, Santiago 4: 15.
Dios
te guarde,
Héctor
Paula