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LECTURA BÍBLICA DE HOY:
“MAS DEL ÁRBOL DE LA CIENCIA DEL BIEN Y DEL MAL NO
COMERÁS; PORQUE EL DÍA QUE DE ÉL COMIERES, CIERTAMENTE MORIRÁS”, Génesis 2: 17.
Gracias Dios mío por tu Palabra, Santa y Perfecta.
Gracias por tus misericordias, gracias por tu inmensa bondad que aún sin
merecerla nos has ofrecido salvación por medio de la Sangre del Cordero
Perfecto, tu Hijo Amado Jesús. Te alabo y te doy toda gloria y toda honra.
Glorifícate en el siguiente mensaje, en el nombre de Jesús. Amén.
MENSAJE *** EXHORTACIÓN *** REFLEXIÓN:
Uno de los problemas fundamentales que afectan las
relaciones hoy en día, es la falta de conocimiento en lo que se refiere al
establecimiento de fronteras, de límites.
Adán traspasó la frontera que Dios le había definido
clara y perfectamente, “MAS DEL ÁRBOL DE LA CIENCIA DEL BIEN Y DEL MAL NO
COMERÁS; PORQUE EL DÍA QUE DE ÉL COMIERES, CIERTAMENTE MORIRÁS”, Génesis 2: 17.
Adán comió de ese árbol, se pasó del límite y todos
sabemos lo que este hecho significó para toda la humanidad.
Y en estos tiempos que vivimos existe todo un
desorden en ese aspecto.
Los matrimonios colapsan en grandes cantidades, porque no se establecieron los límites, y cuando una de las parejas sobrepasa esa frontera, entonces pisotea su otra pareja, trayendo como consecuencia el desastre que vive el matrimonio.
Es tiempo de que todos y todas adquieran a plenitud
el conocimiento de sus límites, para no herir a las personas que le circundan,
ya sean en el trabajo, en los estudios, en la conducción de un vehículo, en
todas nuestras relaciones debemos de evitar que los límites sean rotos.
Obviamente Dios está esperando un genuino
arrepentimiento para aquellos que han traspasado los límites.
La Palabra de Dios ha estado
“ESTABLECIENDO FRONTERAS”
No podemos traspasar los límites, nuestro llamado es
hacer y obedecer la Palabra de Dios, fuera de ahí solo existen pérdidas.
Jesús nos ordena a ser obedientes, no podemos romper
eso, es hora de pedirle a Dios que nos aumente la fe sobrenatural cada día,
para no salirnos de esas fronteras espirituales y no coquetear con el pecado y
la tentación.
Dios les guarde,
Héctor Paula.
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