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LECTURA BÍBLICA DE HOY:
“Y LA GENTE LES REPRENDIÓ PARA QUE CALLASEN; PERO ELLOS CLAMABAN
MÁS, DICIENDO: ¡SEÑOR, HIJO DE DAVID, TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS”, Mateo 20:
31
Gracias Dios mío por tu Palabra, perdona nuestros pecados,
nuestras ofensas, nuestras debilidades, haznos propicios ante tu presencia,
llévate todo lo que no es tuyo de nuestras vidas, fortalécenos en la fe cada
día más. Reprende al hombre fuerte y glorifícate en el siguiente mensaje, en el
nombre de Jesús. Amén.
MENSAJE *** EXHORTACIÓN *** REFLEXIÓN:
Existen múltiples carreras de obstáculos, tanto en atletismo, equitación,
realities, competencias de obstáculos, etc.
Pero la más dramática carrera de obstáculos que podemos ver la
constituye nuestro diario vivir.
Son increíbles todos los obstáculos que tenemos que vencer, a fin de
poder subsistir en medio de la vorágine agresiva que nos rodea.
Dios nos envió a su Hijo Amado a morir por tí y por mí, a fin de
que podamos tener el privilegio de ser lavados por su Sangre redentora y
salvadora.
Hemos sido bendecidos con el evangelio santo de Jesucristo,
plasmado en el Nuevo Testamento de la Biblia.
En este evangelio existen muchos obstáculos.
No es fácil, hay que pisar espinas, pero tengo la agradable
noticia para tí, que al final de pisar las espinas podrás ver los hermosos
pétalos de salvación.
Hemos sido designados más que vencedores en Cristo Jesús, y en su
nombre estaremos
“ROMPIENDO OBSTÁCULOS”
Para Dios no hay nada imposible.
Y en esta hora Dios quiere que tú y yo clamemos.
Pero en especial
si no conoces a Jesús, tienes que hacer como esos dos ciegos, pedirle
misericordia, humillarte delante de su presencia.
Se que tienes muchos obstáculos que te impiden llegar a Jesús,
pero estos ciegos también tenían muchos obstáculos, pero ellos no se quedaron
callados.
Los ciegos fueron reprendidos por la multitud, pero ellos clamaban más, “Y LA GENTE LES REPRENDIÓ PARA QUE CALLASEN; PERO ELLOS CLAMABAN MÁS, DICIENDO: ¡SEÑOR, HIJO DE DAVID, TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS”, Mateo 20: 31
Ellos obtuvieron su bendición, “ENTONCES JESÚS, COMPADECIDO, LES
TOCÓ LOS OJOS, Y EN SEGUIDA RECIBIERON LA VISTA; Y LE SIGUIERON”, Mateo 20: 34
No dejes ir tu bendición,
Cristo te ama y te llama,
Héctor Paula
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