Nuestra lectura bíblica:
Filip. 4: 6-7 "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús."
Dios mío, gracias por tu Palabra, gracias por este legado que tú nos dejaste para que nosotros podamos alcanzar esta salvación tan grande, por medio de tu Hijo amado Jesús. Bendice a los lectores y trae paz a cada uno de nosotros en medio de estos tiempos finales. Gracias Jehová por tu misericordia. Amén y amén.
Conocí un empresario muy próspero para la época de los 80, un importador de telas, gran comerciante, empresario de mucho dinero, con bienes raíces por doquier, cines, apartahoteles, casas de playa, en fin un millonario de la época.
Teníamos relaciones comerciales estrechas, pues yo le reparaba equipos, le hacía instalaciones eléctricas, en fin teníamos una gran relación comercial.
Le tenía un gran respeto, pero siempre estaba afanoso,
siempre estaba superocupado,
superestresado,
para colmo era asmático y eran frecuentes los ataques asmáticos producto de una vida tan afanada,
abría el negocio principal él mismo y lo cerraba también, tenía una modesta station Peugeut la cual muchas veces había que ayudarlo a empujar
pues era tanto el afán que tenía que ni siquiera ocupaba tiempo para disfrutar de un buen auto.
Pero un día de esos días en que pensaba que iba a continuar su agitada vida, en su afán de cuidar sus propiedades, sus bienes,
sus millones,
fallece don JM,
y todo se quedó,
todo lo dejó en la tierra y nada se pudo llevar,
¿por qué tanto afán tenía don JM? no tenía lo más importante: Jesús.
Les hago este relato para que nos sirva de espejo,
la gente hoy en día está sumida en los afanes,
en la adquisición de bienes,
de poder,
de riquezas,
de grandeza
y prácticamente le ha dado las espaldas a Dios.
Es una vida afanosa y turbada que hoy vivimos,
pero el Señor Jesús se lo dijo a Marta cuando Él visitó la aldea de Marta y su hermana María,
y cuando María se decidió a escuchar al Maestro,
Marta le recriminó,
le llamó la atención al Maestro
porque María estaba atenta al Maestro,
mientras ella Marta estaba ocupada en las cosas materiales, y el Maestro le Dijo:
"Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas" (Lucas 10: 41).
Y así anda la humanidad hoy en día,
afanada y turbada,
que visión del futuro tenía nuestro Señor Jesús!!!,
pero en este momento y en esta hora Jesús te da la solución,
te da la salida en el versículo 42 de Lucas 10:
"Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada"
Esta es la parte que Dios te quiere decir en este momento,
que escojas la buena parte,
la parte que Jesús te brinda,
la salvación por medio del sacrificio que Cristo tuvo en la cruz del calvario para que tu y yo seamos salvos, ven a Cristo
y esto es lo único que te podrás llevar
es lo único que ni el diablo te lo puede quitar,
porque cuando vienes a Cristo y eres lavado con la Sangre del Cordero, ni la muerte ni el hades prevalecerán sobre la iglesia de Cristo.
Los afanes se van a quedar,
la casa se va a quedar,
la jeepeta se quedará,
el motor se quedará,
la alfombra se quedará,
el trabajo se quedará,
pero la salvación de tu preciosa y valiosa alma permanecerá por siempre con el Señor Jesús, cuando aceptas a Cristo.
Por eso el texto de hoy nos dice
que por nada estemos afanosos,
sino que sean conocidas nuestras peticiones delante de Dios
en toda oración y ruego,
con acción de gracias
y así la Paz de Dios será guardada en nuestros corazones
como dice la palabra
"LA PAZ OS DEJO, MI PAZ OS DOY, YO NO OS LA DOY COMO EL MUNDO LA DA, NO SE TURBE VUESTRO CORAZÓN, NI TENGA MIEDO" (Juan 14:27)
Dios te bendiga y Dios te guarde
Héctor Paula
No hay comentarios:
Publicar un comentario