martes, 21 de febrero de 2012

"DESLIZADO POR NEGLIGENTE"


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LECTURA BÍBLICA DE HOY:

POR TANTO, ES NECESARIO QUE CON MÁS DILIGENCIA ATENDAMOS A LAS COSAS QUE HEMOS OÍDO, NO SEA QUE NOS DESLICEMOS”, Hebreos 2: 1.

Gracias Dios mío por tu Palabra, gracias por esta herencia de poder ser hijos tuyos a través de tu Hijo Amado. Bendice a los lectores y lectoras, obra milagros en sus vidas, reprende toda malicia y glorifícate en el siguiente mensaje, en el nombre de Jesús. Amén.

MENSAJE *** EXHORTACIÓN *** SERMÓN *** REFLEXIÓN:

Si se ejerce la diligencia en las actividades que realizamos, obtendríamos resultados que apuntan al éxito.

Una característica imprescindible en toda ejecutoria humana es la diligencia.

Si usted no es diligente en buscar un buen empleo, jamás aparecerá el mismo.

Si no es diligente en los estudios, no podrá graduarse.

En el orden espiritual tenemos los cristianos diligentes y los negligentes.

El cristiano diligente es aquel que no es pasivo, es aquel que realiza un trabajo en la obra del Señor, por pequeño que parezca, hasta entregar un tratado a un no-creyente es un trabajo.

Si la oración no está acompañada de diligencia, la comunicación con Dios no será efectiva, porque, cuando usted comienza a orar, está desatando una terrible guerra con las fuerzas del mismo infierno, y si no es diligente, estas fuerzas lo vencerán.

Es por eso que Dios nos está mandando a ser diligentes, porque el cristiano que no es diligente a las cosas que ha oído del evangelio, fácilmente se desliza, se cae, “POR TANTO, ES NECESARIO QUE CON MÁS DILIGENCIA ATENDAMOS A LAS COSAS QUE HEMOS OÍDO, NO SEA QUE NOS DESLICEMOS”, Hebreos 2: 1.

La persona diligente enriquece su entorno, ya sea espiritual ó material, mientras que el negligente hace todo lo contrario, “LA MANO DEL NEGLIGENTE EMPOBRECE; MAS LA MANO DE LOS DILIGENTES ENRIQUECE”, Proverbios 10: 4.

Dios nos está advirtiendo, pues muchos están cayendo, muchos se están deslizando, y es en estos momentos difíciles en que atraviesa la iglesia, que Él nos alerta, “ASÍ QUE, EL QUE PIENSA ESTAR FIRME, MIRE QUE NO CAIGA”, 1ra. Corintios 10: 12

Lo que está pasando es que estamos confiando mucho en nosotros mismos, y esto es peligroso, porque cuando confiamos en nosotros mismos, descuidamos el ordenamiento espiritual que nos manda a confiar primeramente en Dios.

No podemos descuidarnos en la oración, tenemos que ser diligentes en la oración, para poder vencer.

El cristiano que no ora, necesariamente estará abocado a deslizarse, porque la diligencia del cristiano viene definida por su vida de oración.

Tenemos que pedirle a Dios que quite toda pereza de nuestra vida espiritual, pero tenemos que hacerlo con diligencia, “EN LO QUE REQUIERE DILIGENCIA, NO PEREZOSOS; FERVIENTES EN ESPÍRITU, SIRVIENDO AL SEÑOR”, Romanos 12: 11.

El enemigo de las almas quiere verte, quiere verme

DESLIZADO POR NEGLIGENCIA

Por eso, en esta hora Dios nos conmina a ser diligentes, como sabios, “MIRAD, PUES, CON DILIGENCIA CÓMO ANDÉIS, NO COMO NECIOS SINO COMO SABIOS”, Efesios 5: 15.

Las cosas en el mundo marchan de mal en peor.

Cristo está a las puertas.

Tenemos que ser diligentes para que podamos ser hallados sin manchas.

Tenemos que ser diligentes para poder ser encontrados irreprensibles, en paz, “POR LO CUAL, OH AMADOS, ESTANDO EN ESPERA DE ESTAS COSAS, PROCURAD CON DILIGENCIA SER HALLADOS POR ÉL SIN MANCHA E IRREPRENSIBLES, EN PAZ”, 2da. Pedro 3: 14.

Dios te guarde,

Héctor Paula

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