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por: dicasparadecorar.com
LECTURA
BÍBLICA DE HOY:
“PALABRA
FIEL Y DIGNA DE SER RECIBIDA POR TODOS: QUE CRISTO JESÚS VINO AL MUNDO PARA
SALVAR A LOS PECADORES, DE LOS CUALES YO SOY EL PRIMERO”, 1ra. Timoteo 1: 15.
Gracias
Jehová por tu Palabra, gracias por las pruebas, gracias por las bendiciones,
gracias por tus misericordias que son nuevas cada mañana. Bendice los lectores y las lectoras,
glorifícate en sus vidas, sana al enfermo y fortalece al débil. Reprende toda
fuerza de las tinieblas y háblanos en el siguiente mensaje, en el nombre de
Jesús. Amén.
MENSAJE
*** EXHORTACIÓN *** SERMÓN *** REFLEXIÓN:
Las ocupaciones, la vida tan intensamente rápida que llevamos, el conjunto de dificultades y afanes que nos trae el día a día nos van creando una especie de rutina en la cual nos olvidamos a veces de lo que significa nuestra presencia en este mundo.
Obviamente
nos descuidamos en muchas ocasiones de nuestra vida espiritual y esto nos trae
debilidades que el enemigo de las almas sabe aprovechar muy bien en detrimento
de nuestro crecimiento en las cosas de Dios.
Debo
decirte que eres una criatura de Dios, hemos sido creados a su imagen y
semejanza.
Dios
envió a su Hijo al mundo para que tú y yo seamos salvos y optemos por el
privilegio de adquirir la vida eterna en Cristo Jesús.
Dios
nos hizo para salvación, Él creó el cielo para tí y para mí, por lo cual somos
privilegiados de haber sido lavados con la Sangre Preciosa de Cristo y ser
constituidos en hijos de Dios.
En esta hora Él quiere que todo aquel que no lo ha recibido en su corazón, venga a los pies de Jesús.
La
sociedad es muy exigente, muy clasista, muy elitista, muy condicionante.
Eres
valorado en el mundo secular por tu posición económica, por tu status social,
por el color de tu piel, por tu apariencia física, por tus apellidos, por tus
bienes, por tus automóviles.
Y
en consecuencia te obliga a vivir de acuerdo al nivel que esa misma sociedad
exige, y en ocasiones llegas a ver la grama del jardín del vecino, más verde
que la tuya, aún la tuya esté más verde.
Existe
un morbo natural, en que los demás celebran cuando caes.
Puedes ser el profesional más exitoso de tu comunidad, pero el día que caíste en desgracia, todos te dan la espalda y a ese estado de cosas yo en lo particular renuncié hace doce años, cuando vine a los pies de Cristo.
En
estos tiempos proféticos que están claramente ante nuestros ojos, Dios está
acordándote las promesas que tiene para tí, reconociendo primeramente que somos
pecadores, “PALABRA FIEL Y DIGNA DE SER
RECIBIDA POR TODOS: QUE CRISTO JESÚS VINO AL MUNDO PARA SALVAR A LOS PECADORES,
DE LOS CUALES YO SOY EL PRIMERO”, 1ra. Timoteo 1: 15.
Son
promesas hermosas que Dios tiene para tí y para mí, “POR ESTO FUI RECIBIDO A
MISERICORDIA, PARA QUE JESUCRISTO MOSTRASE EN MÍ EL PRIMERO TODA SU CLEMENCIA,
PARA EJEMPLO DE LOS QUE HABRÍAN DE CREER EN ÉL PARA VIDA ETERNA”, 1ra. Timoteo
1: 16.
Eres
importante para Cristo, tienes una preciosa alma que salvar.
Dios tiene la salvación para tí, porque eres su creación, porque Él quiere que vengas al conocimiento de la verdad, “EL CUAL QUIERE QUE TODOS LOS HOMBRES SEAN SALVOS Y VENGAN AL CONOCIMIENTO DE LA VERDAD”, 1ra. Timoteo 2: 4.
Dios tiene la salvación para tí, porque eres su creación, porque Él quiere que vengas al conocimiento de la verdad, “EL CUAL QUIERE QUE TODOS LOS HOMBRES SEAN SALVOS Y VENGAN AL CONOCIMIENTO DE LA VERDAD”, 1ra. Timoteo 2: 4.
¡¡¡ Eres
parte del diseño divino !!!.
Dios
tiene un propósito especial para tu vida, eres importante, eres parte del plan
de salvación que Él elaboró tan cuidadosamente, a través de la Sangre
Inmaculada de Cristo.
Ya
esta bueno de que estés viendo
“LA
GRAMA DEL VECINO”
Más
verde que la tuya, cuando la tuya es la mejor.
Nadie
está por encima de tí dentro de la gracia de Dios, solo dependes de una
decisión propia y exclusiva de ti mismo.
Y esa decisión se llama Jesucristo. Él te llama y toca a tu puerta, “HE AQUÍ YO ESTOY A LA PUERTA Y LLAMO; SI ALGUNO OYE MI VOZ Y ABRE LA PUERTA, ENTRARÉ A ÉL, Y CENARÉ CON ÉL Y, ÉL CONMIGO. AL QUE VENCIERE, LE DARÉ QUE SE SIENTE CONMIGO EN MI TRONO, ASÍ COMO YO HE VENCIDO, Y ME SENTADO CON MI PADRE EN SU TRONO”, Apocalipsis 3: 20-21.
Dios te guarde,
Héctor Paula
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