martes, 25 de septiembre de 2012

"EL FINAL DEL DISCURSO"

Foto por: anzavala.com

 
LECTURA BÍBLICA DE HOY:

 
EL FIN DE TODO EL DISCURSO OÍDO ES ESTE: TEME A DIOS, Y GUARDA SUS MANDAMIENTOS; PORQUE ESTO ES EL TODO DEL HOMBRE”, Eclesiastés 12: 13.
 

Gracias Dios mío por tu Palabra Santa y Perfecta. Perdona Señor Amado nuestras transgresiones, nuestras debilidades. Fortalécenos y santifícanos con la unción de tu Espíritu Santo. Te presento a los lectores y lectoras, dales un toque especial de búsqueda incesante de tus caminos, sana los enfermos. Reprende al devorador de almas y glorifícate en el siguiente mensaje, en el nombre de Jesús. Amén.

 

MENSAJE *** EXHORTACIÓN *** SERMÓN *** REFLEXIÓN:

 

Todos y todas hemos presenciado alguna vez un discurso, ya sea de los nuevos presidentes de las naciones, ya sea en las campañas electorales, ya sea en cualquier evento.

 
El discurso es una pieza oratoria capaz de cautivar a las masas, pero a su vez puede ser monótono y falto de impacto.
 

A través de la historia hemos visto hermosos e impactantes discursos en diferentes personajes. 

 
Pero en la Biblia hubo un discurso que me impresionó, y fue el discurso de Pedro cuando ya tenía el poder y la unción del Espíritu Santo, habiéndose cumplido la promesa en él, y es en ese discurso que se convierten 5,000 personas al evangelio de Jesucristo, algo verdaderamente impactante.

 
Lo importante de todo discurso es cómo termina.  El comienzo puede ser irrelevante, el desarrollo puede no ser grandioso, pero si termina bien, entonces será un gran discurso.

 
En el orden espiritual sucede lo mismo. 
 
Usted puede ser un gran ministro de la Palabra, un evangelista de masas, puede ser pastor, cantante, maestro de Escuela Bíblica, pero si termina mal todo fue en vano, lo más relevante es perseverar y llegar al final de la meta en Cristo Jesús, así como Pablo la terminó, “HE PELEADO LA BUENA BATALLA, HE ACABADO LA CARRERA, HE GUARDADO LA FE”, 2da. Timoteo 4: 7.
 

Y ese es el mensaje que Dios nos trae en esta hora, vamos a pelear la buena batalla, vamos a llegar al final, para que el discurso de nuestra vida sea bueno.
 

Nos afanamos tanto en las cosas terrenales, que a veces nos olvidamos de lo que Dios ha establecido en la Biblia, y muchos quieren vivir un evangelio acorde a sus comodidades y sus propios criterios.

 
Es impresionante la cantidad de personas que están viviendo un evangelio propio, un evangelio de pareceres particulares, pero en esta hora Dios nos está alertando a que tomemos el camino verdadero del evangelio de Jesucristo.

 
Hay que congregarse, hay que orar, hay que escudriñar las escrituras, hay que ayunar, hay que renunciar a todos los placeres de la carne, no se puede tener un pie en el mundo y otro dentro evangelio.

 
Esto es muy serio lo que estamos hablando. Las cosas van de mal en peor, y al final no somos nada, nos volvemos polvo cuando morimos y el espíritu que Dios nos dio vuelve a Él, “Y EL POLVO VUELVE A LA TIERRA, COMO ERA, Y EL ESPÍRITU VUELVA A DIOS QUE LO DIO”, Eclesiastés 12: 7.
 

Pero tenemos una preciosa alma que salvar, un alma que no perece, que no muere, y esa alma es por la que Cristo murió, para que tú y yo seamos salvos por su Sangre Preciosa.

 
Vamos a entender que todo es vanidad, todo se reduce a vanidad, “VANIDAD DE VANIDADES, DIJO EL PREDICADOR, TODO ES VANIDAD”, Eclesiastés 12: 8.
 

Retomemos el verdadero camino, no hay otro, “JESÚS LE DIJO: “YO SOY EL CAMINO, Y LA VERDAD, Y LA VIDA; NADIE VIENE AL PADRE, SINO POR MÍ”, Juan 14: 6.

 
¿Cómo está el discurso de tu vida? ¿Cómo está el discurso de mi vida?
 
 
Esta es una gran pregunta.

 
Dios quiere que terminemos bien, Dios quiere de nosotros

 
EL FINAL DEL DISCURSO

 

Que sea un final glorioso, en paz espiritual con Dios, venciendo todo obstáculo en el nombre de Jesucristo.

 
Vamos a tener el mejor final del discurso de cada una de nuestras vidas, “EL FIN DE TODO DISCURSO OÍDO ES ESTE: TEME A DIOS, Y GUARDA SUS MANDAMIENTOS; PORQUE ESTO ES EL TODO DEL HOMBRE”, Eclesiastés 12: 13.

 
El fin de las cosas se acerca, y Dios traerá toda obra a juicio, aún las que estén encubiertas, “PORQUE DIOS TRAERÁ TODA OBRA A JUICIO, JUNTAMENTE CON TODA COSA ENCUBIERTA, SEA BUENA O SEA MALA”, Eclesiastés 12: 14.
 

El que tenga oídos espirituales, oiga lo que el Espíritu Santo nos habló a todos y a todas.

 
Dios les guarde,

 
Héctor Paula

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