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LECTURA BÍBLICA DE HOY:
“PERO CUANDO SE
CONVIERTAN AL SEÑOR, EL VELO SE QUITARÁ”, 2da. Corintios 3: 16
Gracias Dios mío por tu
Palabra, santa y perfecta, gracias por tus misericordias. Te presento los
lectores y lectoras, glorifícate en sus vidas, perdónanos Señor por nuestras
ofensas y debilidades, santifícanos y haznos propicios ante tu presencia.
Reprende al devorador de almas y háblanos en el siguiente mensaje, en el nombre
de Jesús. Amén.
MENSAJE *** EXHORTACIÓN
*** SERMÓN *** REFLEXIÓN:
En el Antiguo Testamento
el sumo sacerdote era el único que podía pasar al lugar Santísimo del
Tabernáculo y solo entraba una vez al año.
El lugar Santísimo, donde
se encontraba el Arca del Pacto, estaba separado por un velo, a través del cual
nadie podía pasar solo el sumo sacerdote.
Dios nos envió a su Hijo
Unigénito para que la luz resplandezca en los corazones de la gente, pero la
gran mayoría ha preferido caminar en pos de las tinieblas porque sus obras son
malas, “Y ESTA ES LA CONDENACIÓN: QUE LA LUZ VINO AL MUNDO, Y LOS HOMBRES
AMARON MÁS LAS TINIEBLAS QUE LA LUZ, PORQUE SUS OBRAS ERAN MALAS”, Juan 3: 19.
Y es entonces que los
cristianos que hemos sido lavados con la Sangre Preciosa e Inmaculada de Jesús
tenemos entrada al Lugar Santísimo, habiendo Jesús quitado el velo que nos
separaba, “ASÍ QUE, HERMANOS, TENIENDO LIBERTAD PAR ENTRAR EN EL LUGAR
SANTÍSIMO POR LA SANGRE DE JESUCRISTO, POR EL CAMINO NUEVO Y VIVO QUE ÉL NOS
ABRIÓ A TRAVÉS DEL VELO, ESTO ES, DE SU CARNE”, Hebreos 10: 19-20.
Es hora de aprovechar
este tiempo de la Gracia, y entrar al Lugar Santísimo a través de la Sangre de
Cristo.
Cristo murió por ti y por
mi en una horrenda cruz, derramó su Sangre Preciosa para que seamos lavados de
todo pecado y resucitó al tercer día, para que junto con Él también nosotros
heredemos la promesa de la resurrección.
El velo se quitará de tu
vida y podrás ver la libertad.
Cristo te llama a
convertirte a Él, para que el velo pueda quitarse, “PERO CUANDO SE CONVIERTAN
AL SEÑOR, EL VELO SE QUITARÁ”, 2da. Corintios 3: 16.
Ven a Cristo en esta hora
a obtener tu libertad, cuando Él quite el velo de tu vida, porque el Señor es
el Espíritu, y donde está el Espíritu de Dios, allí hay libertad, “PORQUE EL
SEÑOR ES EL ESPÍRITU; Y DONDE ESTÁ EL ESPÍRITU DEL SEÑOR, ALLÍ HAY LIBERTAD”,
2da. Corintios 3: 17.
Tienes las promesas,
ahora que vives, ahora que respiras tienes la libertad y el privilegio de poder
entrar al Lugar Santísimo por la Sangre de Cristo.
Cristo te ama,
Dios te guarde,
Héctor Paula
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