jueves, 22 de noviembre de 2012

"UN TERRRENO CODICIADO: EL PENSAMIENTO"

Foto por: inemegf.blogspot.com
 

LECTURA BÍBLICA DE HOY:

 

TÚ GUARDARÁS EN COMPLETA PAZ A AQUEL CUYO PENSAMIENTO EN TI PERSEVERA; PORQUE EN TI HA CONFIADO”, Isaías 26: 3

 

Gracias Jehová por tu Palabra Santa y Perfecta. Declaramos sanidad divina sobre toda enfermedad en esta hora, en el nombre de Jesús. Dios mío pasa tu mano sanadora sobre los enfermos, liberta al cautivo, rompe las cadenas, y levanta al caído. Reprende al hombre fuerte y glorifícate en el siguiente mensaje, en el nombre poderoso de Jesús. Amén.
 

MENSAJE *** EXHORTACIÓN *** SERMÓN *** REFLEXIÓN:

 

Antiguamente las batallas se celebraban en terrenos físicos, y eran ejércitos con lanzas, jabalinas y diferentes armamentos.

 
El pueblo de Israel tuvo que librar cruentas batallas, producto de su desobediencia, aún siendo el pueblo elegido de Dios, la niña de sus ojos, “Y LOS FILISTEOS PRESENTARON LA BATALLA A ISRAEL; Y TRABÁNDOSE EL COMBATE, ISRAEL FUE VENCIDO DELANTE DE LOS FILISTEOS, LOS CUALES HIRIERON EN LA BATALLA EN EL CAMPO COMO A CUATRO MIL HOMBRES”, 1 Samuel 4: 2.

 

Pero hoy la batalla es espiritual, ya no son ejércitos físicos, sino, 
demonios, principados, potestades, gobernadores de las tinieblas, huestes de maldad, “PORQUE NO TENEMOS LUCHA CONTRA SANGRE Y CARNE, SINO CONTRA PRINCIPADOS, CONTRA POTESTADES, CONTRA LOS GOBERNADORES DE LAS TINIEBLAS DE ESTE SIGLO, CONTRA HUESTES ESPIRITUALES DE MALDAD EN LAS REGIONES CELESTES”, Efesios 6: 12.

 

Por tanto las armas de nuestra milicia no pueden ser carnales, sino poderosas en Dios, “PORQUE LAS ARMAS DE NUESTRA MILICIA NO SON CARNALES, SINO PODEROSAS EN DIOS PARA LA DESTRUCCIÓN DE FORTALEZAS”, 2da. Corintios 10: 4.
 

¿Qué es lo que está pasando en nuestras ciudades, campos, montañas, parajes, en nuestras calles?
 

Lo que está ocurriendo es que el enemigo de las almas ha librado su batalla en los pensamientos del hombre y de la mujer.

 
Ahí es que se desarrolla esta guerra espiritual, esto no es un jueguito lo que estamos diciendo, esto es algo muy serio.

 
Presenciamos horribles asesinatos, la violencia ha arropado gran parte del planeta, porque los pensamientos de la mayoría de los hombres han sido cauterizados por el mismo infierno, “POR LA HIPOCRESÍA DE MENTIROSOS, QUE, TENIENDO CAUTERIZADA LA CONCIENCIA”, 1ra. Timoteo 4: 2.

 
Los pensamientos no pueden llevarse al corazón, porque ahí es donde se producen todos los males que vemos, “PORQUE DE DENTRO, DEL CORAZÓN DE LOS HOMBRES, SALEN LOS MALOS PENSAMIENTOS, LOS ADULTERIOS, LAS FORNICACIONES, LOS HOMICIDIOS”, Marcos 7: 21.

 

Esta situación viene desde la misma creación, “Y VIO JEHOVÁ QUE LA MALDAD DE LOS HOMBRES ERA MUCHA EN LA TIERRA, Y QUE TODO DESIGNIO DE LOS PENSAMIENTOS DEL CORAZÓN DE ELLOS ERA DE CONTINUO SOLAMENTE AL MAL”, Génesis 6: 5.

 

Vamos a librar la batalla, pero solo en Cristo podremos vencer. 
 
Esta guerra espiritual se libra en nuestros pensamientos, es por eso que definimos el pensamiento de esta manera:

  

UN TERRENO CODICIADO:  EL PENSAMIENTO

 

Jesús conoce nuestros pensamientos, y sabe cuando los llevamos al corazón, y esto no puede ocurrir, “Y CONOCIENDO JESÚS LOS PENSAMIENTOS DE ELLOS, DIJO: ¿POR QUÉ PENSÁIS MAL EN VUESTROS CORAZONES? “,  Mateo 9: 4

 

El propósito fundamental del enemigo de las almas es hurtar, destruir y matar, por eso él tratará por todos los medios de ocupar tus pensamientos.

 

Cuando te llegue un pensamiento inicuo, repréndelo en el nombre de Jesús, no puedes darte el lujo de permitir ningún pensamiento de suicidio, ni de violencia, ni de adulterio, ni de maltrato a la mujer; en Cristo Jesús estarán guardados nuestros corazones y nuestros pensamientos, “Y LA PAZ DE DIOS, QUE SOBREPASA TODO ENTENDIMIENTO, GUARDARÁ VUESTROS CORAZONES Y VUESTROS PENSAMIENTOS EN CRISTO JESÚS”, Filipenses 4: 7.

 
Vamos a perseverar nuestro pensamiento  en Cristo, y seremos guardados en completa paz, “TÚ GUARDARÁS EN COMPLETA PAZ A AQUEL CUYO PENSAMIENTO EN TI PERSEVERA; PORQUE EN TI HA CONFIADO”, Isaías 26: 3
 

Cristo te ama y te llama,
 

Ven a Él,

 
Dios te guarde,
 

Héctor Paula

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