"Y QUE TUVIESEN AUTORIDAD PARA SANAR ENFERMEDADES Y PARA ECHAR FUERA DEMONIOS", Marcos 3: 15
Gracias Dios mío por tu Palabra. Te presento los lectores y lectoras, obra milagros en sus vidas Jehová, no permitas que ninguno se pierda, sino que procedan a un genuino arrepentimiento, reprende al hombre fuerte y glorificate en el siguiente mensaje, en el nombre de Jesús, amén.
MENSAJE ***EXHORTACION *** REFLEXIÓN:
(ME DISCULPAN LOS ACENTOS, TODAVÍA ESTOY ESCRIBIENDO DESDE MI I PAD Y NO ME ADAPTO BIEN, LO IMPORTANTE ES EL MENSAJE. GRACIAS)
La Autoridad es un Don de Dios, si la vemos espiritualmente.
En el orden natural podemos ver que la autoridad es otorgada a los organismos policiales y militares.
Obviamente esta autoridad es ejercida con armas físicas, como pistolas, fusiles, escopetas, macanas, etc, junto a un uniforme que representa dicha autoridad.
Obviamente el éxito de de ejercer la autoridad radica en la experiencia de saber que se posee la misma y que tiene el poder autorizado para someter a la obediencia, arrestar y conducir a los destacamentos o precintos policiales y/o militares a los infractores de la ley.
De nada vale tener la autoridad si no se ejerce, si no se ejecuta.
Esto mismo sucede en el orden espiritual.
Dios nos ha dado a los cristianos la autoridad sobre los demonios y las enfermedades, obviamente una gran parte de los cristianos hoy en día no esta consciente de esto y corren de las situaciones que tienen que ver con guerra espiritual.
En esta hora, Jesús nos dice que tenemos
"AUTORIDAD DE LO ALTO"
Dios quere que seamos cristianos de autoridad y que ejerzamos esa autoridad, "Y QUE TUVIESEN AUTORIDAD PARA SANAR ENFERMEDADES Y PARA ECHAR FUERA DEMONIOS", Marcos 3: 15.
Nos encontramos en una férrea guerra espiritual.
Es tiempo de tomar esta Autoridad que Dios nos da y salir vencedores.
Esta es la única guerra en la que se sabe de antemano cual será el vencedor, la vencedora.
Tu y yo somos más que vencedores en Cristo Jesús, esta es la promesa.
Vamos a orar, esta guerra se gana de rodillas.
Vamos a clamar, vamos a ayunar.
Vamos a tomar la Autoridad de lo Alto.
Dios te guarde.
Héctor PAULA
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