LECTURA BÍBLICA DE HOY:
Filipenses 1: 15, “ALGUNOS,
A LA VERDAD, PREDICAN A CRISTO POR ENVIDIA Y CONTIENDA; PERO OTROS DE BUENA
VOLUNTAD”
Gracias Dios mío por tu
Palabra. Bendice los lectores y lectoras, obra milagros en sus vidas, glorifícate
de una manera especial, toma dominio y control de sus situaciones, establece tu
orden y derrama una protección especial sobre cada uno de ellos, en el nombre
de Jesús. Amén.
MENSAJE:
Es importante saber bien lo que vamos
a hablar o a escribir, a los fines de lograr efectos edificantes y de bendición
en nuestros oyentes o lectores.
Las relaciones humanas hoy en día se
encuentran en una fase de deterioro muy marcada, porque no queremos entender
que lo que hablemos, lo que escribimos puede causar heridas, puede causar daños, muchas veces irreversibles.
He visto muchas personas que hablan
sobre determinado tema, pero el objetivo de ese tema no es precisamente lo que
buscan, sino lanzar indirectas a alguien a quien desean herir o dañar y eso es
malo, incluso en las redes sociales esto es muy notorio, personas que escriben
lanzando mensajes que van específicamente a alguien.
Y eso no debe ser, tenemos que pedir
la suficiente sabiduría y entendimiento a Dios para que lo que hablemos, lo que
escribimos sea de bendición.
Dios está muy atento a nosotros y Él
nos va a pedir cuentas de todo lo que hablemos.
Y déjenme decirle que en la
iglesia la situación es más grave, porque particularmente he visto predicadores
que en su mensaje esconden cosas que les quieren decir a alguien, y hay que
tener
“CUIDADO AL PREDICAR”
Hay que tener mucho cuidado al
predicar, no podemos usar el púlpito para lanzar indirectas, el púlpito puede
ser una plataforma de las redes sociales también, gracias a Dios este blog se cuida
mucho de eso, nunca hemos usado nuestros mensajes para que alguien se sienta
mal, nunca lo hemos hecho.
De hecho, Dios es muy claro en lo que
nos quiere comunicar y hoy nos lo dice a través de Pablo, cuando le
habló a los Filipenses, “ALGUNOS, A LA VERDAD, PREDICAN A CRISTO POR ENVIDIA Y
CONTIENDA; PERO OTROS DE BUENA VOLUNTAD”, Filipenses 1: 15.
No prediquemos por envidia ni por
contienda.
Dios nos manda a predicar de buena voluntad, esta es una advertencia
que nos hace en esta hora, y debemos de escuchar y obedecer la voz de Dios en
todo momento y en todo lugar.
Si no conoces a Jesús, corre a Él,
escapa por tu vida, acéptalo en tu corazón antes de que sea demasiado tarde !!!
Dios
te bendiga !!!
Héctor Paula.
Para la Gloria de
Dios
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