viernes, 1 de febrero de 2019

“LO QUE ERA ANTES”



LECTURA BÍBLICA DE HOY:

Filipenses 3: 7, “PERO CUANTAS COSAS ERAN PARA MÍ GANANCIA, LAS HE ESTIMADO COMO PÉRDIDA POR AMOR A CRISTO”

Gracias Dios mío por tu Palabra. Gracias por la vida de cada lector, de cada lectora, ten misericordia de cada uno de ellos y glorifícate de una manera especial en ellos, obra milagros, sana al enfermo, fortalece al débil y aumenta nuestra fe cada día más, en el nombre de Jesús. Amén.

MENSAJE:  

Una de las cosas más dañinas que existen, es el desconocimiento.

Estamos claros en que las personas no podemos saberlo todo, hay cosas que ignoramos, obviamente existen otras que no deberíamos ignorar.

Nos ponemos una venda en los ojos, para no querer ver cosas que están ante nosotros, no las queremos ver y las ignoramos a propósito, a sabiendas de que no es correcto.

Lo grande del caso es que llegamos a acostumbrarnos a eso que está mal y la admitimos como bien, engañándonos a nosotros mismos.

Dentro de mi vida pecaminosa que particularmente vivía antes de conocer a Cristo, era muy apegado a las cosas materiales y le daba extrema importancia a las cosas que engordaban mi ego, era muy adicto a la música, a las fiestas, a las mujeres, a las bebidas, en fin a todo eso que atrae a tantas personas.

Les he referido que compré el disco DVD de Karen Carpenters por 35 dólares en Miami, tenía la colección casi completa de los discos de Julio Iglesias, Fernando Villalona y selecciones de cantantes como Whitney Houston, Irene Cara, Aretha Franklin, Tina Turner, Diana Ross, Donna Summer, Mariah Carey, Air suply, en fin era un adicto a esa música.

Hasta que llega a mi vida ese glorioso día en que Cristo ocupa mi corazón y veo con sobrada calidad

“LO QUE ERA ANTES”

Cuando Jesús llega a mi vida, toda esa música la desprecié, y cuando la gente a mi alrededor vio cuando tiré todos esos discos a la basura, me dijeron muy explícitamente: “enloqueció”

Y déjenme decirle que nadie me dijo que dejara esa música, ni que dejara las bebidas, las fiestas nadie me prohibió nada de eso, ni el pastor, ni los hermanos.

Quien trató conmigo directamente se llama la persona del Espíritu Santo, Dios me quitó esa vida carnal, y fue un proceso hermoso, no temas dejar las cosas que pueden atarte, porque son pérdida, “PERO CUANTAS COSAS ERAN PARA MÍ GANANCIA, LAS HE ESTIMADO COMO PÉRDIDA POR AMOR A CRISTO”, Filipenses 3: 7.

Si no conoces a Jesús, el tiempo se termina, ven a sus pies !!!

Dios te bendiga !!!           

Héctor Paula.
Para la Gloria de Dios

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