Foto por: B Tal
¡¡¡ Dios les bendiga en este comienzo de semana laboral !!!
Les pido disculpas por no escribir el mensaje del viernes, pero les confieso que estuve excesivamente supercupado, todo se me vino encima, el trabajo, el ministerio, los compromisos, la extraordinaria labor de mi especialidad secular, el excesivo cansancio, pero gracias a Dios estamos por acá de nuevo, gracias por su comprensión.
Nuestra lectura bíblica de hoy: 1ra. Corintios 1: 18 "PORQUE LA PALABRA DE LA CRUZ ES LOCURA A LOS QUE SE PIERDEN; PERO A LOS QUE SE SALVAN, ESTO ES, A NOSOTROS, ES PODER DE DIOS"
Cuando Abraham estaba en la próspera ciudad de Ur de los Caldeos, tenía todas las riquezas y comodidades. Dios lo llamó a que dejara su parentela y acudiera a la tierra que Él le mostraría.
Abraham no titubeó, y dejó todo ese esplendor de la gran ciudad, para irse al desierto, al llamado de Jehová. Las personas que le rodeaban pensaban que estaba loco.
Yo vivía hace unos años en una urbanización en Santo Domingo donde la casa que vivía tenía tres niveles, 7 habitaciones, 3 baños, piscina en el último nivel con una vista panorámica impresionante, patio español, otro enorme patio con crianza de gallinas y patos, alarma central, jardin señorial, verja perimetral, etc.
En la marquesina un auto deportivo y una camioneta de doble cabina.
En ese mismo año, 1995, me disponía a comprar la casa, pues tanto mi esposa que era empleada de alto nivel de la Manicera, como yo que era el Gerente de Ingeniería de una importante empresa de Zona Franca teníamos los arreglos de compra muy avanzados.
Pero, en ese entónces sentí una inquietud sobrenatural para irme a vivir a la ciudad de San Cristóbal, a lo que la gente me decía que si yo estaba loco, al extremo de que mis amigos de San Cristóbal que les había expresado mi intención de irme para esa ciudad no me hicieron el más mínimo caso, pues les había pedido que me buscaran una casa allá, me decían que yo estaba loco.
Cuando trabajaba en Azua entre los años 1976-1980 cruzaba por San Cristóbal y les confieso que odiaba esa ciudad y me decía que yo nunca viviría ahí.
Pasaba la ciudad bien rápido, pues no quería ni siquiera permanecer mucho tiempo en la travesía por la ciudad, no quería ni verla.
Pero el llamado de Dios para que me fuera para San Cristóbal era tan grande que tuve que amenazar con despedir a un empleado mío de San Cristóbal, para que me buscara una casa y a los dos días ya me la tenía.
Ahí estaba Héctor Paula en San Cristóbal, en una pequeña casita con apenas dos habitaciones, sin patio, un baño, ante los ojos atónitos e incrédulos de todo el que me rodeaba incluyendo toda mi familia, diciéndome que estaba completamente loco.
Yo no entendía claramente aquello, porque todavía no era cristiano, yo lo que sí sabía era que algo sobrenatural me había traído a San Cristóbal con un propósito, el cual luego entendí: RECIBIR A CRISTO, el mejor regalo que ser humano pueda recibir.
Me convertí a Jesucristo en San Cristóbal y no me arrepiento de haber dejado todo ese glamour que tenía en la gran ciudad, en la cual jamás me hubiese convertido al Señor.
Antes de ser cristiano, yo odiaba extremadamente a los evangélicos, decía que yo nunca sería evangélico,
pero gracias a Dios que me rescató de ese lodo cenagoso del mundo y hoy me siento el ser más felíz por esa decisión de acudir al llamado dramático de Dios en lo que la gente catalogaba como una locura.
La Palabra de Dios, La Biblia, La Palabra de la Cruz es locura para los que no son cristianos,
es locura para las personas no creyentes,
pero esta Palabra es Poder de Dios para los que somos salvos en Jesucristo, "PORQUE LA PALABRA DE LA CRUZ ES LOCURA A LOS QUE SE PIERDEN; PERO A LOS QUE SE SALVAN, ESTO ES, A NOSOTROS, ES PODER DE DIOS", 1ra. Corintios 1: 18.
Yo obtuve el milagro de la salvación, tú también puedes con solo abrirle tu corazón a Jesús, y aunque para la gente esto sea una locura, yo te digo en esta hora que es
"UNA LOCURA MILAGROSA"
Cristo te ama y te llama, ven a Él.
Dios te guarde,
Héctor Paula
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