viernes, 7 de agosto de 2009
"DE SER HIJOS NATURALES A LEGÍTIMOS"
Foto por: Chuckledee24
¡¡¡ Dios les continúe bendiciendo !!!.
Nuestra lectura bíblica de hoy: Gálatas 2: 12-13, "EN AQUEL TIEMPO ESTABAIS SIN CRISTO, ALEJADOS DE LA CIUDADANÍA DE ISRAEL Y AJENOS A LOS PACTOS DE LA PROMESA, SIN ESPERANZA Y SIN DIOS EN EL MUNDO. PERO AHORA EN CRISTO JESÚS, VOSOTROS QUE EN OTRO TIEMPO ESTABAIS LEJOS, HABÉIS SIDO HECHOS CERCANOS POR LA SANGRE DE CRISTO"
MENSAJE:
Si vemos el título del mensaje, nos damos cuenta que en el mundo es imposible que los hijos naturales sean legítimos. Sabemos que los hijos del matrimonio son considerados hijos legítimos.
En esto hay muchos sentimientos y conflictos. Es un tema delicado que traigo con pinzas bajo la ayuda de Dios. Por lo que les pido veamos el mismo con la óptica de comprender lo que el Espíritu Santo nos quiere enseñar.
Los que hemos sido hijos naturales, osea, fuera del matrimonio hemos pasado momentos de dolor y sufrimiento. Es una diferenciación muy marcada la que existe con los hijos legítimos y los hijos naturales. En algunos casos la diferencia es mínima, pero en la mayoría se nota una gran separación.
Y de esa misma forma se encontraba la humanidad antes de venir a Cristo. Dios eligió a su pueblo, Israel y los demás se consideraban hijos naturales, eran llamados los gentiles. Y no había mezcla entre judíos y gentiles.
Los judíos eran los hijos legítimos de Dios y los gentiles eran considerados los hijos naturales o de la calle como se dice en nuestro país.
Pero Dios vio la desobediencia de Israel, por más que quiso que su pueblo escogido se mantuviera fiel a Él, siempre era rebelde, por más señales y prodigios que vieron en el desierto al final desobedecían.
Dios llamaba a Israel la niña de sus ojos, pero la desobediencia de los hijos de la promesa siempre salía a relucir y Dios tuvo que permitir grandes tragedias y destierros.
Obviamente Dios tiene su plan con su pueblo, Israel sigue siendo el pueblo elegido de Dios.
Pero fruto de la desobediencia y las transgresiones, Dios tuvo que mandar a su Hijo Unigénito al mundo a salvar lo que estaba prácticamente perdido y es así como los hijos naturales, los gentiles pasamos ahora a ser hijos legítimos por la sangre preciosa de Jesus, "PORQUE ÉL ES NUESTRA PAZ, QUE DE AMBOS PUEBLOS HIZO UNO, DERRIBANDO LA PARED INTERMEDIA DE SEPARACIÓN", Efesios 2: 14.
Jesús tuvo que derramar su sangre de expiación, porque sin derramamiento de sangre no habñia remisión de pecados. Antes se mataban cabritos, corderitos, machos cabríos, palomillos, para cubrir los pecados.
Una vez al año se producía este acontecimiento. El sumo sacerdote derramaba la sangre de estos animalitos y solo cubría el pecado, pero no provocaba un arrepentimiento, porque eran rudimentos de la ley, y la gente seguía igual.
Cristo se hace el Cordero inmolado, el Cordero perfecto para derramar su sangre, y así hacernos partícipes de las promesas que solo Israel tenía.
Con esa sangre obtenemos el perdón de los pecados, es por eso que Juan el Bautista cuando vio que Jesús se acercaba expresó: "EL SIGUIENTE DÍA VIO JUAN A JESÚS QUE VENÍA A ÉL, Y DIJO: HE AQUÍ EL CORDERO DE DIOS, QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO", Juan 1: 29.
Y es este Cristo que te presento en esta hora, el Cristo de la gloria que hará de tí una nueva criatura, el Cristo vivo y de poder que hará el milagro en tu vida, en tu hogar, en la enfermedad.
El Cristo que por amor murió por tí y por mi, para que un diablo sucio no nos robe la salvación tan grande que Dios tiene reservada para tí y para mi, y que solo a través de Cristo podremos llegar al trono de la Gracia en su presencia.
Por eso nos hizo merecedores de ser hijos legítimos, Él te llama en esta hora, no sigas cerrándole las puertas de tu corazón.
En estos tiempos de angustia, solo tenemos esa sangre preciosa de Jesús para escapar de los grandes acontecimientos que aún faltan por ver, porque estos son tiempos proféticos los que estamos viviendo.
Antes estábamos lejos, hoy estamos solo a un paso, estamos solo distantes de aceptar a Cristo como tu Señor y Salvador. Nos ha dado el gran privilegio de acercarnos al Reino con las buenas nuevas que nos trajo y nos dejó en su Palabra.
Quitó la barrera, y ya no hay muro. Cristo te ama y quiere que vengas al redil. Ya no hay diferencia, "PORQUE POR MEDIO DE ÉL LOS UNOS Y LOS OTROS TENEMOS ENTRADA POR UN MISMO ESPÍRITU AL PADRE", Efesios 2: 18.
Es por eso que hemos pasado,
"DE SER HIJOS NATURALES A LEGÍTIMOS",
A través de Cristo.
Ven a Él.
Dios te guarde,
Pastor Héctor Paula
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