lunes, 17 de agosto de 2009

"UN COMPARTIR, UN HOSPEDAR, UNA BENDICIÓN"



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NOTA IMPORTANTE: POR PROBLEMAS ELECTRICOS NO PUDE INGRESAR AL INTERNET ANOCHE, POR LO QUE EL MENSAJE DE HOY NO PUDO SALIR. LES PIDO DISCULPAS. TAMBIEN EL FLASH-MODEM DEL INTERNET NO ME ESTA FUNCIONANDO CUANDO EL VOLTAJE ESTA UN POCO BAJO. TRATARE DE RESOLVER ESTOS PROBLEMITAS LO MAS PRONTO POSIBLE. MIENTRAS TANTO, PUEDEN INGRESAR A LOS MENSAJES ANTERIORES QUE NUNCA PIERDEN ACTUALIDAD. DIOS LES BENDIGA Y MUCHAS GRACIAS.

¡¡¡ Dios les bendiga rica y poderosamente !!!.

Gracias por su comprensión. Estuve de viaje por Nagua, Samaná y Rio San Juan, en asuntos de trabajo. Me encontré con el terrible accidente, donde murieron los seis ocupantes del Jeep Honda CRV. Definitivamente fue una gran tragedia. Pedimos a Dios que le de fortaleza a los familiares. Aprovecho para aconsejarles que disminuyan la velocidad en las carreteras y autopistas. Son accidentes reales, son muertos reales.

Nuestra lectura bíblica de hoy: Romanos 12: 13, “COMPARTIENDO PARA LAS NECESIDADES DE LOS SANTOS; PRACTICANDO LA HOSPITALIDAD”.

MENSAJE:

Continuamos con nuestro estudio de los lunes de este maravilloso capítulo 12 de Romanos. Este estudio constituye una hermosa colección de bendiciones que Dios tiene para cada uno de nosotros.
En esta ocasión el Señor nos divide su ordenanza, su mandato en dos aspectos fundamentales: Compartir con los hermanitos y practicar la hospitalidad.

El evangelio de Jesucristo es una vivencia. Es cumplir lo que dice la Palabra. El evangelio es ser hacedor de la palabra y no un simple oidor olvidadizo, “PERO SED HACEDORES DE LA PALABRA, Y NO TAN SOLAMENTE OIDORES, ENGAÑÁNDOOS A VOSOTROS MISMOS”, Santiago 1: 22.

Por tanto debemos de pasar del dicho al hecho como dicen en mi país. En la antiguedad los hermanos de la iglesia primitiva compartían las heredades y todas las cosas eran pertenencia de todos.

Hoy el panorama es muy diferente. Usted ve en una congregación hermanos con mucho dinero y posibilidades económicas; pero también existen en esa misma congregación hermanitos con muy pocos recursos, muy pobrecitos. El hermano poderoso saluda al hermanito ó lo ve en la calle ó pasa frente a su residencia y solo le dice "Dios te bendiga hermano", pero es incapaz de ofrecerle una ropita ó un poco de arroz.

Yo quiero que usted me diga si eso es amor, si eso es solidaridad con el hermanito. La Palabra nos ordena a darle algo al hermanito de lo mucho que tenemos, aún de lo poco, "Y SI UN HERMANO O UNA HERMANA ESTÁN DESNUDOS, Y TIENEN NECESIDAD DEL MANTENIMIENTO DE CADA DÍA, Y ALGUNO DE VOSOTROS LES DICE: ID EN PAZ, CALENTAOS Y SACIAOS, PERO NO LES DAIS LAS COSAS QUE SON NECESARIAS PARA EL CUERPO, ¿DE QUÉ APROVECHA?, Santiago 2: 15-16.

Por eso es necesario que compartamos con los hermanitos que más necesitan, "COMPARTIENDO PARA LAS NECESIDADES DE LOS SANTOS", Romanos 12: 13a.

En el segundo aspecto de nuestro estudio, Dios quiere que seamos hospitalarios.

Obviamente que en estos tiempos esto es muy delicado.

Hace un tiempo me visitaba un hermanito al cual siempre invitaba a cenar. Este hermanito abusó la confianza, pues tomó las cosas por otro camino.

Un día llegó, se sentó en el mueble principal de mi casa y pidió algo para subir los pies. A seguidas ordenó que le llevaran la cena al mueble y que le echaran aceite de oliva a los víveres, que el queso frito no estuviera muy quemado, y que le trajeran también un juguito, todo esto sentado en el mueble principal y con los pies subidos en una mesita con un cojín, sin esperar a que lo llamáramos a la mesa. Es decir que el hermanito se le fue la mano y no tuve más remedio que explicarle que se había equivocado de casa.

La hospitalidad es algo muy delicado en estos tiempos. En la antiguedad era algo normal, pero hoy en día es casi imposible usted hospedar una persona, a no ser que sea de la famila cercana y aún así hay problemas.

Obviamente que Dios nos da las herramientas para hospedar hermanos principalmente de otro país ó de otro pueblo. Dios nos ordena a ser hospitalarios, pero además nos ordena a ser prudentes.

Los tiempos cambian, la Palabra de Dios no cambia. Estos son tiempos difíciles. El hospedar una persona en su casa es algo complicado. Pero Dios en su Palabra nos ordena a hospedar.

Solo tenemos que pedir discernimiento de espíritu y poder estar seguros de que la persona que vamos a hospedar, es una persona de testimonio, una persona que sería incapaz de provocarnos distorsiones en nuestros hogares.

El tema es muy polémico, pero Dios nos ordena a hospedar a nuestros hermanos. Es importante investigar bien a esa persona o personas que va a hospedar en su casa, porque nuestro Dios es un Dios de orden.

Cuando operaron a mi hija en el estado de Washington, a 8 horas en autobus de Seattle, en Walla Walla, los hermanos de allá nos hospedaron a mi esposa, a mi hija y a mi en lo que parecía un palacio real, con aire acondicionado central, alfombrado central, todas las comodidades que usted se pueda imaginar y pusieron a nuestra disposición una jeepeta Lincoln Navigator para transportar a mi hija al hospital, yo estuve una semana y ellas dos estuvieron hospedadas más de un mes.

No debemos encerrarnos en desobedecer a la voz de Dios. Cuando mis hermanos de Puerto Rico vienen al país, los hospedamos en diferentes lugares. La última vez nos prestaron una casa de veraneo preciosísima con cinco habitaciones, una verdadera mansión.

La esposa de un pastor puso miles de excusas para no hospedar a dos de los hermanos que venían de Puerto Rico. Y eran una pareja que una vez se había hospedado en su casa, por lo que "la pastora" sabía que eran hermanos de gran testimonio.

Pero en este año ella se negó sencillamente a hospedarlos, me dio toda clase de excusas infundadas, pero Dios abrio las puertas para conseguir esa casa de veraneo tan hermosa que una señora que no es cristiana nos facilitó por una semana. Esa pastora tendrá que rendir cuentas a Dios por esta acción, por cerrarle las puertas a esos hermanos de Puerto Rico, y no practicar la hospitalidad.

Por eso es que Dios nos ha traído este mensaje, para entender y comprender lo que el Espíritu Santo nos quiere enseñar, pues hay mucha gente que no quiere obedecer la voz de Dios, "PRACTICANDO LA HOSPITALIDAD", Romanos 12: 13b.

Vamos a estar a cuentas con Dios. El que tenga oidos espirituales, oiga lo que el Espíritu Santo nos ha enseñado en este precioso mensaje:

"UN COMPARTIR, UN HOSPEDAR, UNA BENDICION"

Vamos a buscar las bendiciones del Señor. Cristo vino a servir y no ha ser servido. Vamos a servir, vamos a compartir. El tiempo se termina. Todo se queda. Lo único que nos llevamos es nuestra salvación.

Cristo te ama y te llama en esta hora.

Ven a Él.

Dios te guarde

Héctor Paula

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