"NO HAY PEOR CIEGO..."

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¡¡¡ Dios les bendiga rica y poderosamente !!!.

Nuestra lectura bíblica de hoy: Juan 3: 36, "EL QUE CREE EN EL HIJO TIENE VIDA ETERNA; PERO EL QUE REHÚSA CREER EN EL HIJO NO VERÁ LA VIDA, SINO QUE LA IRA DE DIOS ESTÁ SOBRE ÉL".

Entramos a Septiembre. Como se dice, el primer "bre", que continuará con octubre, noviembre y diciembre. Es como si entrásemos a la recta final del año.

Y quiero hacerte una pregunta: ¿Cómo está tu vida espiritual hoy?, ¿Cómo está mi vida espiritual hoy?.

Esta es la pregunta del millón. Parte de la respuesta a esta pregunta está en el título de nuestro mensaje, "NO HAY PEOR CIEGO QUE AQUEL QUE NO QUIERE VER".

El ser humano ha tratado por todos los medios de vivir una vida alejada de los preceptos y mandatos de nuestro Dios, establecidos clara y literalmente en la Palabra de Dios.

Y obviamente ha estado evadiendo, desehechando seguir los pasos de Jesús, quien murió por tí y por mi en una horrenda cruz, para que hoy no vivas una vida alejada del plan de salvación que Dios diseñó para tí y para mi.

Y la gente está así, como una persona que ve, pero que no quiere ver y esto lo constituye en el peor ciego, más ciego que una persona no-vidente, espiritualmente hablando.

¿Qué nos dice Dios al respecto?, ¿Qué define nuestro Dios sobre esta situación?.

Muy claro, vamos a ver nuestra lectura bíblica de hoy.

Nuestro Dios es un Dios de órden y obviamente Él no deja dudas en su mensaje. Esta es una palabra que es luz, es una palabra que es vida. Y Dios establece primeramene que el que cree en Jesús tiene vida eterna.

Pero no vamos a evadir la realidad de este versículo, "EL QUE CREE EN EL HIJO TIENE VIDA ETERNA", Juan 3: 36a.

"Ah no, yo creo en Dios" esto es lo que muchos dicen, pero viviendo una vida sumergida en el pecado y la desobediencia. No es sencillamente creer, porque hasta los demonios creen, sino que esa fe de creer en el Hijo, tiene que ir acompañada de un arrepentimiento y una conversión al evangelio santo de Jesucristo.

Debe de existir un profunda transformación en el ser humano que ha aceptado a Cristo, dando testimonio de que el Espíritu Santo mora en su alma, en su corazón y en todo su cuerpo, esto no es un jueguito de religión.

Hay que estar claro en esto, usted es ó no es, usted no puede estar de un lado y del otro a la vez.

Si usted es cristiano, usted debe dar testimonio de que Cristo lo transformó en una nueva criatura.

La otra cara de la moneda es el que rehusa creer. Fíjense que la palabra no dice: "el que no cree", la palabra dice "el que rehusa creer",

osea el que no quiere ver, el que es mas ciego que el ciego, porque no hay peor ciego que aquel que no quiere ver.

Y este es el panorama general de hoy en día.

La gente vive a su manera, a su estilo, a su personalidad, a sus intereses, a su acomodo,

a que nadie tiene que "meterse en mi vida", a que "ningún pastor me va a trazar pautas", a que "esta vida es muy corta y tengo que gozarla y disfrutarla",

esta es la realidad desoladora y triste que Dios está viendo hoy en día,

tal y como la vió en los días previos al diluvio de Noé

y todos sabemos el desenlace, el juicio que esta humanidad hizo que Dios tuvo que ejecutar,

destruyendo todo ser viviente de la faz de la tierra, dejando solamente a Noé, su familia y los animales en pareja, que ya estaban en el Arca.

Hoy tienes tiempo de entrar al Arca, Jesús espera por tí.

Por eso en esta hora Dios te deja claro su mensaje, me deja claro su mensaje, "EL QUE CREE EN EL HIJO TIENE VIDA ETERNA; PERO EL QUE REHUSA CREER EN EL HIJO NO VERÁ VIDA, SINO QUE LA IRA DE DIOS ESTÁ SOBRE ÉL", Juan 3: 36.

Es hora de que entiendas este mensaje, no es coincidencia, los tiempos están duros y peligrosos.

No permitas que un diablo derrotado te robe tu salvación.

Tienes que darle por la cabeza al diablo, viniendo a los pies de Cristo, para que, por medio de la sangre preciosa de Jesús tú puedas alcanzar el gozo pleno de la salvación que Cristo tiene para tí y los tuyos.

Salte del montón,

"NO HAY PEOR CIEGO..."

Que aquel que no quiere ver.

Cristo te ama,

Dios te guarde,

Héctor Paula