"¿QUIÉN ESTÁ DISPUESTO A MUDARSE?"

Foto por: mudanzaspeinadomartin.com

LECTURA BÍBLICA DE HOY: 1 Samuel 10: 6,

“ENTONCES EL ESPÍRITU DE JEHOVÁ VENDRÁ SOBRE TI CON PODER, Y PROFETIZARÁS CON ELLOS, Y SERÁS MUDADO EN OTRO HOMBRE”

Gracias Padre Celestial por esta Palabra de Poder, gracias por habernos enviado a tu Hijo Unigénito para poder alcanzar misericordia, gracias por cada lector y cada lectora, glorifícate en sus vidas y hazlos propicios para tu plan de salvación, reprende al hombre fuerte y háblanos en el siguiente mensaje, en el nombre de Jesús. Amén.

MENSAJE *** EXHORTACIÓN *** SERMÓN *** REFLEXIÓN :

Cuando nos preguntan si queremos mudarnos, por lo regular pensamos de inmediato en mudarnos de casa.

Esto representa algo muy traumático, tedioso y fastidioso, pues se requieren muchos esfuerzos, se rompen cosas, se quedan cosas y se dañan cosas.

Obviamente, tan pronto estamos mudados, luego de todas esas batallas de la mudanza, disfrutamos del nuevo hogar y de las bondades que nos brinda.

Espiritualmente sucede lo mismo.

Cuando no tenemos a Cristo nos encontramos en el hogar viejo, en el hogar lleno de limitaciones, de tropiezos, de incertidumbres, de ansiedades, de miedos.

Dios quiere mudarte en otro hombre, en otra mujer.

Las señales todas apuntan a entender que Cristo está a las puertas y es en este tiempo histórico-profético que Dios te quiere mudar del viejo al nuevo hombre, a la nueva mujer.

Es una gran promesa, que cuando venimos a Cristo, somos mudados a otro hombre, a otra mujer. Dios nos hace nueva criatura en Cristo Jesús, “DE MODO QUE SI ALGUNO ESTÁ EN CRISTO, NUEVA CRIATURA ES; LAS COSAS VIEJAS PASARON; HE AQUÍ TODAS SON HECHAS NUEVAS”, 1ra. Corintios 5: 17.

¿Usted sabe que es lo que está pasando actualmente?

Que no estamos colocando nuestras vidas según la Biblia, lo que estamos haciendo es colocando la Biblia según nuestras vidas.

Si dispusiéramos de nuestras vidas a lo que la Biblia establece, otros fueran los frutos que vemos hoy en día, porque el evangelio se está cualquierizando, ya vemos personas no cristianas, “predicando” y “orientando” en las redes sociales, en la radio, en la prensa escrita, en la T.V., llegando al extremo de que, siendo completamente mundanos hablan de la Palabra de Dios como si tuvieran la autoridad bíblica para ello.

Lo que pasa es que muchos pastores, ministros, evangelistas, adoradores, están en otra cosa, están en búsqueda de negocios, están sacando jugosos beneficios en dólares y pesos en nombre del evangelio, y por eso las piedras tienen que hablar.

Dios nos quiere mudar en otro hombre, en otra mujer, pero esto no es en teoría, esto es en la práctica y estamos muy alejados de esa condición, porque no nos dejamos mudar completamente, hemos dejado que el Espíritu Santo nos cambie algunas cosas, pero otras no dejamos que nos la mude, esto no puede ser, y también me incluyo, porque le estamos fallando mucho a Dios.

Este es un nuevo año para un nuevo pacto, donde tenemos y debemos dejar que Dios nos mude completamente, y en verdad nos haga nueva criatura, nos quite la ira, el enojo, las raíces de amargura, los rencores, y dejemos que nazcamos de nuevo en amor y humildad.

“¿QUIÉN ESTÁ DISPUESTO A MUDARSE?”

Es la gran pregunta.

Dios en su infinito amor nos ha brindado la oportunidad de que nos mudemos en el otro hombre, en el hombre lleno del poder de Dios, en el hombre lleno de Cristo, “ENTONCES EL ESPÍRITU DE JEHOVÁ VENDRÁ SOBRE TI CON PODER, Y PROFETIZARÁS CON ELLOS, Y SERÁS MUDADO EN OTRO HOMBRE”, 1 Samuel 10: 6.

Yo quiero, anhelo que en este año Dios complete la obra en mi, para lo cual estoy pidiéndole que quite toda escoria de mi vida y en verdad me mude en el nuevo hombre que la Biblia dice, no en el nuevo hombre que uno quiere.

Quiero que a partir de este año, Jesús reine completamente en mi vida.

El quiere hacer lo mismo contigo.

Jesús quiere entrar a todos los aspectos de tu vida, de mi vida a cenar con nosotros.

Pidámosle fuerzas para que de una vez y por todas entre y nos quite toda impureza, “HE AQUÍ YO ESTOY A LA PUERTA Y LLAMO; SI ALGUNO OYE MI VOZ Y ABRE LA PUERTA, ENTRARÉ A ÉL, Y CENARÉ CON ÉL, Y ÉL CONMIGO. AL QUE VENCIERE, LE DARÉ QUE SE SIENTE CONMIGO EN MI TRONO, ASÍ COMO YO HE VENCIDO, Y ME HE SENTADO CON MI PADRE EN SU TRONO”, Apocalipsis 3: 20-21.

Dios te guarde,

Héctor Paula