martes, 5 de junio de 2012
"TIEMPOS DE CLAMOR"
Foto por: bolainez.org
LECTURA BÍBLICA DE HOY:
“Y MIRASTE LA AFLICCIÓN DE NUESTROS PADRES EN EGIPTO, Y OÍSTE EL CLAMOR DE ELLOS EN EL MAR ROJO”, Nehemías 9: 9.
Gracias Dios mío por tu Palabra Santa y Perfecta. Danos fuerzas para clamar en medio de las tempestades, agranda nuestra fe, ensancha nuestro territorio espiritual. Bendice a los lectores y lectoras, sana al enfermo y levanta al caído. Reprende toda fuerza de las tinieblas y glorifícate en el siguiente mensaje, en el nombre de Jesús. Amén.
MENSAJE *** EXHORTACIÓN *** SERMÓN *** REFLEXIÓN:
Estamos en presencia de grandes retos y desafíos.
La vida se ha constituido en una lucha diaria, donde tenemos que salir a diario prácticamente con el cuchillo en la boca.
El panorama actual toca a todos los niveles, todas las clases sociales, en fin es un tiempo de héroes, porque la crisis global nos afecta de una u otra manera y en diferentes escalas.
Como son tiempos proféticos los que vivimos actualmente, las señales así lo confirman, se hace necesario entender hacia dónde vamos, porque la misma situación hace que el futuro parezca incierto.
El ministro de Recursos Hidráulicos de mi país, aseguró que en poco tiempo habrá países que tendrán que importar agua, esto es solo una muestra de lo que viene.
Y es que los valores también se han esfumado.
Les voy a dar un párrafo de un periodista que escribió recientemente acerca de mi país, la República Dominicana, “aquí a la naranja le llamamos china, aplaudimos cuando un avión aterriza, que el comediante del año se llama Boca de Piano, al personaje mas famoso le dicen “Tubérculo Gourmet” y que los artistas más pegados son: El Lápiz, MonkeyBlack, Chimbala y el Cata, y la canción mas pegada es “el Teke Teke ahora”.
Ya usted puede imaginarse un país donde la bachata, un ritmo surgido de nuestros campos, hoy sea como una especie de adicción colectiva, incluso ese ritmo se ha extendido a casi todo el planeta, causando delirio y desenfreno extremos.
Pero en esta hora, Dios nos está dando una profunda reflexión, porque sus juicios serán inexorables, las cosas que vendrán sobre la tierra serán terribles, y es ahora cuando tenemos que clamarle, porque luego será muy tarde.
En medio de las aflicciones, Dios nos está ordenando a clamar, y entonces Él oirá nuestro clamor, “PORQUE SI TÚ LLEGAS A AFLIGIRLES, Y ELLOS CLAMAREN A MÍ, CIERTAMENTE OIRÉ YO SU CLAMOR”, Éxodo 22: 23.
Los israelitas se encontraban frente al mar Rojo, mientras Faraón y su ejército se acercaban. Pero el pueblo clamó en medio de la aflicción en que se encontraban en ese momento, “Y MIRASTE LA AFLICCIÓN DE NUESTROS PADRES EN EGIPTO, Y OÍSTE EL CLAMOR DE ELLOS EN EL MAR ROJO”, Nehemías 9: 9.
Nuestros pueblos tienen que clamar, porque las cosas van de mal en peor.
La delincuencia ha crecido a niveles más que alarmantes, y prácticamente se le ha ido de las manos a las autoridades en la mayoría de los países.
Toda esa iniquidad, toda esa maldad se mueven en el mundo espiritual, comandadas por principados, potestades, gobernadores de las tinieblas, huestes de maldad en las regiones celestes y demonios. Todos comandados por el enemigo de las almas.
Pero Cristo nos da la victoria por encima de todo ese mundo espiritual de maldad, y en su nombre todo principado queda por debajo de sus pies, “LA CUAL OPERÓ EN CRISTO, RESUCITÁNDOLE DE LOS MUERTOS Y SENTÁNDOSE A SU DIESTRA EN LOS LUGARES CELESTIALES, SOBRE TODO PRINCIPADO Y AUTORIDAD Y PODER Y SEÑORÍO, Y SOBRE TODO NOMBRE QUE SE NOMBRA, NO SOLO EN ESTE SIGLO, SINO TAMBIÉN EN EL VENIDERO; Y SOMETIÓ TODAS LAS COSAS BAJO SUS PIES, Y LO DIO POR CABEZA SOBRE TODAS LAS COSAS A LA IGLESIA”, Efesios 1: 20-22.
Por eso es que tenemos que clamar a Dios.
Tenemos que declarar estos tiempos como
“TIEMPOS DE CLAMOR”
Vamos a Clamar, vamos a buscar de Cristo para que Dios nos oiga, “LOS OJOS DE JEHOVÁ ESTÁN SOBRE LOS JUSTOS, Y ATENTOS SUS OÍDOS AL CLAMOR DE ELLOS”, Salmos 34: 15.
No importa por lo que estés pasando, no importa el tamaño de tu deuda, no importa el tamaño de tu problema, no importa el tamaño de tu enfermedad, no importa el tamaño de tu angustia, solo tienes que invocar a Dios y clamarle, “EN MI ANGUSTIA INVOQUÉ A JEHOVÁ, Y CLAMÉ A MI DIOS; ÉL OYÓ MI VOZ DESDE SU TEMPLO, Y MI CLAMOR LLEGÓ A SUS OÍDOS”, 2 Samuel 22: 7.
Tenemos que orar, tenemos que clamar, aunque sientas la guerra cuando comienzas a orar, vamos a pedir fuerzas y unción para nuestras rodillas, “MAS TÚ MIRARÁS A LA ORACIÓN DE TU SIERVO, Y A SU RUEGO, OH JEHOVÁ DIOS MÍO, PARA OIR EL CLAMOR Y LA ORACIÓN CON QUE TU SIERVO ORA DELANTE DE TI”, 2 Crónicas 6: 19.
Dios te guarde,
Héctor Paula
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