LECTURA BÍBLICA DE HOY:
“Y LA PAZ DE DIOS GOBIERNE EN
VUESTROS CORAZONES, A LA QUE ASIMISMO FUISTEIS LLAMADOS EN UN SOLO CUERPO; Y
SED AGRADECIDOS”, Colosenses 3: 15.
Gracias Dios mío por tu Palabra,
gracias por tu misericordia. Te presento a los lectores y lectoras, obra
milagros en sus vidas, protégelos y cúbrelos con tu manto bajo la cobertura de
tu Espíritu Santo. Reprende al hombre fuerte y glorifícate en el siguiente
mensaje, en el nombre de Jesús. Amén.
MENSAJE *** EXHORTACIÓN *** SERMÓN
*** REFLEXIÓN:
La paz hay que buscarla con lupa y
sostenerla con pinzas.
Definitivamente que la paz se
convierte en ocasiones en utopía, se desvanece y es difícil obtenerla.
Dentro de ese plan diseñado por
Dios, hemos sido privilegiados con otro plan de escape a través de la Sangre
Preciosa e inmaculada de Cristo Jesús.
Y es que Dios tiene un propósito
para tu vida y la mía, porque somos creación suya.
Mientras estamos transitando el
camino borrascoso e indescifrable de este mundo actual, Dios nos ha dado
promesas de paz, Cristo la definió muy claramente, “LA PAZ OS DEJO, MI PAZ OS
DOY; YO NO OS LA DOY COMO EL MUNDO LA DA. NO SE TURBE VUESTRO CORAZÓN, NI TENGA
MIEDO”, Juan 14: 27.
Lo que acontece es que los corazones
de millones de habitantes de la faz de la tierra están turbados, dando como
consecuencia el estado de cosas que vemos.
Dios quiere que estemos en paz, la
misma paz que el salmista expresaba a nuestro Dios, “EN PAZ ME ACOSTARÉ, Y
ASIMISMO DORMIRÉ; PORQUE SOLO TÚ, JEHOVÁ, ME HACES VIVIR CONFIADO”, Salmos 4:
8.
“LA PAZ CON LUPA”
Es como si tuviésemos que buscarla
con una lupa.
Pero, en esta hora, en medio de tus
aflicciones, confíes en Jesús, y obtendrás la paz en Él, esta es nuestra
reflexión de hoy, “ESTAS COSAS OS HE HABLADO PARA QUE EN MÍ TENGÁIS PAZ. EN EL
MUNDO TENDRÉIS AFLICCIÓN; PERO CONFIAD, YO HE VENCIDO AL MUNDO”, Juan 16: 33.
Vamos a creerle a Dios, permite que la paz de
Dios gobierne tu corazón, “Y LA PAZ DE DIOS GOBIERNE EN VUESTROS CORAZONES, A
LA QUE ASIMISMO FUISTEIS LLAMADOS EN UN SOLO CUERPO; Y SED AGRADECIDOS”,
Colosenses 3: 15.
Dios te guarde,
Héctor Paula
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