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LECTURA
BÍBLICA DE HOY:
“¿TAN
NECIOS SOIS? ¿HABIENDO COMENZADO POR EL ESPÍRITU, AHORA VAIS A ACABAR POR LA
CARNE?", Gálatas 3: 3.
Gracias
Dios mío por tu Palabra. Perdona nuestras ofensas, nuestras debilidades, te
pido fortaleza espiritual y crecimiento de la fe sobrenatural de Cristo. Te
presento los lectores y lectoras, bendícelos y derrama milagros en sus vidas.
Reprende al devorador de almas y glorifícate en el siguiente mensaje, en el
nombre de Jesús. Amén.
MENSAJE
*** EXHORTACIÓN *** REFLEXIÓN:
El
éxito de toda actividad no radica en cómo se comience, sino en cómo se termine.
Obviamente
lo ideal es que comience bien, pero el final es lo que va a determinar el éxito
ó el fracaso de esa actividad, llámese como se llame.
Usted
puede emprender cualquier proyecto y si no persevera, sino le da calor, si no
le da pasión, amor y entrega, entonces ese proyecto estará abocado a fracasar.
En
el mundo espiritual tenemos el mismo concepto.
Cuando usted se inicia en el evangelio de Jesucristo, por lo regular
comienza con el primer amor.
Y
ese primer amor hacia nuestro Señor Jesucristo debe permanecer en toda nuestra
existencia sobre la faz de la tierra.
El
camino del evangelio tiene muchas espinas, pero con la perseverancia en la fe
llegamos a ver cuán hermosos son los pétalos de las flores, por encima de las
espinas.
El
Señor nos va a dar pies fuertes para pisar esas espinas, porque cuando vienes a
Cristo recibes el sello del Espíritu Santo y no hay diablo que pueda contigo si
perseveras en Cristo Jesús.
“PERSEVERAR
INDETENIBLEMENTE”
Perseverar
en Cristo hasta el fin, constituye la meta de todo cristiano, de toda
cristiana, “MAS EL QUE PERSEVERE HASTA EL FIN, ÉSTE SERÁ SALVO”, Mateo 24: 13.
No
importan las circunstancias que te agobian, en Cristo somos más que vencedores.
Pablo
recriminó a los gálatas cuando se estaban debilitando en el espíritu,“¿TAN
NECIOS SOIS? ¿HABIENDO COMENZADO POR EL ESPÍRITU, AHORA VAIS A ACABAR POR LA
CARNE?", Gálatas 3: 3.
No
juguemos con nuestra salvación, vamos a perseverar hasta el fin.
Si le hemos
fallado a Dios, vamos a arrepentirnos de todo corazón y continuemos este
maravilloso camino del evangelio santo de Jesucristo.
Dios
te guarde,
Héctor
Paula
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