martes, 30 de julio de 2013

"SANGRE QUE VIVIFICA"


 
Foto por: oraciones.blogspot.com

 

LECTURA BÍBLICA DE HOY:

 

PORQUE SI LA SANGRE DE LOS TOROS Y DE LOS MACHOS CABRÍOS, Y LAS CENIZAS DE LA BECERRA ROCIADAS A LOS INMUNDOS, SANTIFICAN PARA LA PURIFICACIÓN DE LA CARNE, ¿CUÁNTO MÁS LA SANGRE DE CRISTO, EL CUAL MEDIANTE EL ESPÍRITU ETERNO SE OFRECIÓ A SÍ MISMO SIN MANCHA A DIOS, LIMPIARÁ VUESTRAS CONCIENCIAS DE OBRAS MUERTAS PARA QUE SIRVÁIS AL DIOS VIVO?”, Hebreos 9: 13-14.

 

Gracias Jehová por tu Palabra, gracias por la Sangre Preciosa de Jesús, derramada para nosotros poder optar por el perdón de los pecados y nuestra redención. Reprende al devorador de almas y glorifícate en el siguiente mensaje, en el nombre de Jesús. Amén.

 

MENSAJE *** EXHORTACIÓN *** REFLEXIÓN:

 

La sangre constituye toda la energía, todos los elementos nutricionales y el oxígeno que necesitan las células de nuestro cuerpo para que éste pueda subsistir.

 

Ella recorre todo el organismo, saliendo del corazón y llevando vida a cada órgano, a cada músculo, a cada elemento de nuestro organismo, así como al cerebro, para que éste pueda gobernar todos los sistemas que componen el cuerpo humano.

 

La sangre tiene un significativo espiritual de primer orden.

 

Desde los primeros tiempos bíblicos, Dios dejó bien claro que, para poder existir remisión, osea perdón sobre el pecado, tenía que haber derramamiento de sangre, “Y CASI TODO ES PURIFICADO, SEGÚN LA LEY, CON SANGRE; Y SIN DERRAMAMIENTO DE SANGRE NO SE HACE REMISIÓN”, Hebreos 9: 22.

 
El sumo sacerdote, una vez al año reunía al pueblo en el Tabernáculo, y se derramaba sangre de machos cabríos, de corderos, de palominos, sobre el pueblo.

 
Pero esta sangre solo podía cubrir el pecado, no producía arrepentimiento, pues era solo un ritual que se ejecutaba muy rigurosamente apegado a la ley de Moises.

 
Obviamente Dios tenía que provocar algo más que esto, pues el pueblo cada vez más se alejaba de lo que Dios establecía.


Luego de transcurrir cuatrocientos años sin  comunicarse con el pueblo, es que Dios decide enviar a su Hijo Amado Jesús a la tierra para poder derramar una sangre que pudiera producir un verdadero arrepentimiento en la humanidad.

 

Y Jesús ejerce su Ministerio en la Tierra a fin de poder sacrificarse, derramando su Preciosa e Inmaculada Sangre en una terrible cruz para convertir esa Sangre en el único medio que podemos ser redimidos, lavados de todo pecado.
 

Este sacrificio de Jesús nos deja la

 

“SANGRE QUE VIVIFICA”

 

La Sangre de Jesús que nos lleva a vida eterna, “EL QUE COME MI CARNE Y BEBE MI SANGRE, TIENE VIDA ETERNA; Y YO LE RESUCITARÉ EN EL DÍA POSTRERO”, Juan 6: 54.

 

Esta Sangre Preciosa de Jesús, es la que nos acerca a El, “PERO AHORA EN CRISTO JESÚS, VOSOTROS QUE EN OTRO TIEMPO ESTABAIS LEJOS, HABÉIS SIDO HECHOS CERCANOS POR LA SANGRE DE CRISTO”, Efesios 2: 13.

 

Jesús se constituyó en el Cordero Perfecto que derramó su Sangre para que podamos alcanzar salvación, Juan el bautista lo resaltó cuando vio que Jesús se acercaba a él, “EL SIGUIENTE DÍA VIO JUAN A JESÚS QUE VENÍA A ÉL, Y DIJO: HE AQUÍ EL CORDERO DE DIOS, QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO”, Juan 1: 29.


No lo rechaces más.

 
Dios te guarde,

Héctor Paula

 

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