LECTURA
BÍBLICA DE HOY:
“PORQUE
EL SEÑOR MISMO CON VOZ DE MANDO, CON VOZ DE ARCÁNGEL Y CON TROMPETA DE DIOS,
DESCENDERÁ DEL CIELO; Y LOS MUERTOS EN CRISTO RESUCITARÁN PRIMERO. LUEGO
NOSOTROS LOS QUE VIVIMOS, LOS QUE HAYAMOS QUEDADO, SEREMOS ARREBATADOS
JUNTAMENTE CON ELLOS EN LAS NUBES PARA RECIBIR AL SEÑOR EN EL AIRE, Y ASÍ
ESTAREMOS SIEMPRE CON EL SEÑOR”, 1ra. Tesalonicenses 4: 16-17.
Gracias
Dios mío por tu Palabra, gracias por tu misericordia, aún sin nosotros merecerla.
Gracias por tus bondades, gracias por tu Gracia. Bendice los lectores y
lectoras, abre el entendimiento espiritual, reprende toda duda y glorifícate en
el siguiente mensaje-revelación, en el nombre de Jesús. Amén.
REVELACIÓN
*** MENSAJE *** EXHORTACIÓN:
Como
Atalaya me veo precisado a contarles la revelación que Dios me mostró anoche a
fin de que todos y todas conozcan la realidad que Dios me mostró del Arrebatamiento de la Iglesia.
Evento en el que los cristianos que estamos en armonía y sintonía con
Jesucristo y su Palabra, seremos levantados al cielo, tal y como lo leyeron en
la lectura bíblica de hoy.
La
Revelación en el sueño fue como sigue:
Sucede
que me encontraba evaluando una escuela con mi compañero de trabajo llamado
Ing. Héctor Arnaud, era en un pueblo del centro-norte del País.
Luego de que
finalizamos el trabajo nos fuimos al hotel donde nos hospedábamos cada uno en
su habitación, pero nos encontrábamos, ya de noche, como en una especie de
Terraza en la que se veía parte de la ciudad, conversando de los trabajos que
hicimos durante el día.
La
vista era algo impresionante, hermano, hermana, era algo espectacular ver cómo
iban subiendo, como destellos de luz fulgurante y radiante en cuerpos
glorificados.
Yo
lloraba, y le pedía a Dios que me ayudara a subir también y hacía intentos pero
no podía, mientras que Arnaud me reprochaba que me había quedado, que qué había
pasado me preguntaba muy asustado.
En
ese instante me pongo a orar y Dios me dice: "me fallaste y mira como te quedaste", a
lo cual seguía pidiéndole que me perdonara, pero era tarde, me había quedado, y
ante mis ojos pude ver esos hermanos y hermanas que subían arrebatados hacia el
cielo.
Y
déjenme decirle que Dios me los mostró muy claramente, todos no subían al mismo
tiempo, unos iban delante y otros después en cuerpos glorificados y pude
palpar, pude sentir, pude ver como irradiaban esa luz tan fulgurante, tan
brillante, era algo que nunca mis ojos habían visto.
Ni
siquiera los más sofisticados fuegos artificiales que se usan en los grandes
eventos en la tierra podían compararse con aquella luz que irradiaban los
hermanos y hermanas que subían hacia las nubes.
Recordé
que el día antes le había fallado a Dios y es en ese instante que despierto y
comprendo dramáticamente la forma en que Dios me había hablado, a lo cual me
tiré de la cama y de rodillas me postré a clamar, a arrepentirme de las cosas
que había hecho el día antes, a llorar y a orar, eran como las tres de la
mañana.
En
la oración que tuve pude sentir el perdón de Dios e inmediatamente hice un
pacto con Él para no fallarle, para no descuidarme en la oración y en la
consagración a su Palabra, así como en mi comportamiento.
De
verdad que le estaba fallando a Dios, pero llegó la hora, llegó el momento de
decirle al Diablo: BASTA YA ¡!!! DIABLO TE CONJURO, TE REPRENDO, TE ATO Y TE
HECHO FUERA DE MI VIDA CON TODOS TUS DEMONIOS, EN EL NOMBRE QUE ES SOBRE TODO
NOMBRE, EN EL NOMBRE DE JESÚS DE NAZARET, PORQUE YO FUI COMPRADO CON SU SANGRE
PRECIOSA Y TU NO VAS A LOGRAR QUE ME PIERDA, DESDE AHORA EN ADELANTE TE DECLARO
LA GUERRA, AUNQUE VENGAS COMO RÍO JEHOVÁ LEVANTARÁ BANDERA Y EN CRISTO SOMOS
LOS CRISTIANOS MÁS QUE VENCEDORES. AMÉN.
Continúa en la PARTE II FINAL, el próximo jueves.
Dios les bendiga !!!
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