"RETROSPECTIVA DEL SALMO 34", parte II

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LECTURA BÍBLICA DE HOY:

 

“BUSQUÉ A JEHOVÁ, Y ÉL ME OYÓ, Y ME LIBRÓ DE TODOS MIS TEMORES. LOS QUE MIRARON A ÉL FUERON ALUMBRADOS, Y SUS ROSTROS NO FUERON AVERGONZADOS. ESTE POBRE CLAMÓ, Y LE OYÓ JEHOVÁ, Y LO LIBRÓ DE TODAS SUS ANGUSTIAS”, Salmo 34: 4-6.

 

Gracias Jehová por tu Palabra. Gracias por las pruebas, gracias por las bendiciones. Intercedo ahora por los lectores y lectoras, Dios mío protégelos, líbralos de todo mal, quita todo obstáculo que les impida venir a los pies de Cristo. Reprende al hombre fuerte y glorifícate en el siguiente mensaje, en el nombre de Jesús. Amén.

 

MENSAJE *** EXHORTACIÓN *** REFLEXIÓN:

 

Continuamos con la retrospectiva ó cronología de este maravilloso Salmo 34.

 

En medio de la crisis, Dios nos está exhortando a clamarle, a confiar en Él, porque sus promesas son reales, son ciertas.

 

Es hora de buscar el rostro de Jesús, es hora de creerle a Dios, el evangelio no es un jueguito, no es una religión, el evangelio es poder de Dios, esta es la gran clave de nuestro éxito espiritual.

 

Tus temores tendrán que irse, tan pronto clamas a Jehová.

 

El salmista le creyó a Dios, tenía su corazón en Jehová de los Ejércitos y por eso clamaba: “BUSQUÉ A JEHOVÁ, Y ÉL ME OYÓ, Y ME LIBRÓ DE TODOS MIS TEMORES”, Salmos 34: 4.

 

Es tiempo de poner nuestros ojos en Jesús, no pongas tus ojos en los problemas, en tus entornos.

 

No pongas tus ojos en los hermanos y/o hermanas que fallan, pon tus ojos en Jesús, “PUESTOS LOS OJOS EN JESÚS, EL AUTOR Y CONSUMADOR DE LA FE, EL CUAL POR EL GOZO PUESTO DELANTE DE ÉL SUFRIÓ LA CRUZ, MENOSPRECIANDO EL OPROBIO, Y SE SENTÓ A LA DIESTRA DEL TRONO DE DIOS”, Hebreos 12: 2.

 

Todos los que hemos mirado a Dios, hemos sido alumbrados y nuestros rostros no han sido avergonzados, “LOS QUE MIRARON A ÉL FUERON ALUMBRADOS, Y SUS ROSTROS NO FUERON AVERGONZADOS”, Salmos 34: 5

 

Es hora de humillarnos.

 

La soberbia, la vanidad, el orgullo, las raíces de amargura, el pasado acusador, solo pueden conducirte a caminos peligrosos.

 

Me humillo en esta hora y clamo a Jehová, Él me oirá y me librará de todas mis angustias.

 

Clamo también por tí que lees este mensaje, “ESTE POBRE CLAMÓ, Y LE OYÓ JEHOVÁ, Y LO LIBRÓ DE TODAS SUS ANGUSTIAS”, Salmos 34: 6

 

Tenemos que pedir fortaleza de lo alto y que Dios aumente nuestra fe cada día.

 

Ven a Cristo en esta hora.

 

Jesús te ama y te llama.

 

Ven a Él, mañana puede ser tarde.

 

Dios te guarde,

 

Héctor Paula