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LECTURA
BÍBLICA DE HOY:
“CUANDO
JESÚS HUBO TOMADO EL VINAGRE, DIJO: CONSUMADO ES. Y HABIENDO INCLINADO LA
CABEZA, ENTREGÓ EL ESPÍRITU”, Juan 19: 30.
Gracias
Dios mío por tu Palabra, gracias por el sacrificio de tu Hijo Amado Jesús,
gracias por esa Sangre Preciosa derramada para nuestra Salvación. Te presento
los lectores y lectoras, obra milagros en sus vidas y contesta sus peticiones,
reprende al devorador de almas y glorifícate en el siguiente mensaje, en el
nombre de Jesús. Amén.
MENSAJE
*** EXHORTACIÓN *** REFLEXIÓN:
Lo
que significa para muchos una semana de vacaciones y de diversiones, para los
cristianos significa la conmemoración de la pasión, crucifixión, muerte y resurrección
de nuestro Señor y Salvador Jesús de Nazaret.
El
pecado del hombre fue el abismo que lo separó de Dios desde la misma creación.
Todos
heredamos el pecado original de Adán y Eva, trayendo como consecuencia la
rebeldía y la desobediencia de la gran mayoría de la humanidad a través de toda
la historia.
En
el pasado se usaban animalitos, machos cabríos, palomillos y/o corderos para
derramar la sangre de ellos, pues sin derramamiento de sangre no podía existir
la expiación, osea el perdón de los pecados.
Dios
estaba preocupadísimo, debido a que la humanidad se hacía más y más alejada de
los mandamientos, preceptos, ordenanzas y exhortaciones plasmadas en el viejo
testamento basado todo en la ley que había sido dictada a Moisés.
Es
entonces que luego de cuatrocientos años de desconexión con los profetas Dios
decide enviar a su Hijo con la encomienda de crear un Ministerio perfecto cuyo
fundamento es precisamente Cristo.
Obviamente
su objetivo final es alcanzar la salvación de las almas, provocar un verdadero
arrepentimiento basado no en la ley sino en los corazones de las personas.
Este
objetivo final era el derramamiento de su propia Sangre, para que a través de
ella, poder llevar nuestros pecados, constituyéndose en el Cordero Perfecto, “EL
SIGUIENTE DÍA VIO JUAN A JESÚS QUE VENÍA A ÉL, Y DIJO: HE AQUÍ EL CORDERO DE
DIOS, QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO”, Juan 1: 29.
Tan
pronto Jesús termina su Ministerio, crucificado cruelmente por tí y por mí,
logra su objetivo final y es cuando ya, en su condición humana, porque era
hombre, aún siendo Dios, que Jesús expresa con profunda satisfacción que ya
“TODO
ESTÁ CONSUMADO”
Una
de las Palabras más significativas en la cruz, “CUANDO JESÚS HUBO TOMADO EL
VINAGRE, DIJO: CONSUMADO ES. Y HABIENDO INCLINADO LA CABEZA, ENTREGÓ EL
ESPÍRITU”, Juan 19: 30.
Consumado
es su Ministerio, consumado el objetivo final para que podamos alcanzar la
Salvación tan grande que Dios nos reservó por este Sacrificio.
Hoy,
en este jueves Santo, debes meditar profundamente lo que Jesús tuvo que pasar,
sufrir en carne propia para que tu alma, mi alma sean salvas y nuestros pecados
perdonados.
Este
Sacrificio de Jesús en la cruz del Calvario, debe moverte a reflexionar de cómo
está tu vida espiritual y tu relación con Dios.
Cristo
te ama y te llama,
Dios
te guarde,
Héctor
Paula
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