LECTURA BÍBLICA DE HOY:
1 Juan 3: 17, “PERO EL
QUE TIENE BIENES DE ESTE MUNDO Y VE A SU HERMANO TENER NECESIDAD, Y CIERRA
CONTRA ÉL SU CORAZÓN, ¿CÓMO MORA EL AMOR DE DIOS EN ÉL”
Gracias Dios mío por tu
Palabra. Bendice los lectores y lectoras, háblales en el silencio de la noche,
convéncelos de pecado, juicio y justicia, guíalos hacia puerto seguro, cúbrelos
con tu Gracia y Misericordia, líbralos de todo mal, no permitas que ninguno se
pierda, en el nombre de Jesús. Amén.
MENSAJE:
Este mensaje que traemos en este día
posee cierta similitud con el anterior, porque se refiere a lo que es la
solidaridad sincera y no fingida.
Tengo un amigo que me dijo que tiene
más de cien camisas y me quedé con la boca abierta ante esa exageración, sabiendo que
existen personas que poseen muy poca ropa, escasamente la necesaria.
Usted ve personas pudientes que son
visitadas por hermanitos de muy escasos recursos y no son capaces de darle algo
de lo que tienen sobre acumulado, el hermanito tiene los zapatos rotos y con
huecos en la zuela y la persona puede tener 50 ó 60 pares de zapatos y no es
capaz de regalarle un par a ese hermanito, eso es malo.
Dios ha querido de nosotros que
seamos compasivos, que nos duela en nuestros corazones la escasez del otro y
que podamos suplirle, porque tenemos cantidades grandes y podemos bendecir a
otros.
Conocía una persona que tenía una
finca, habían plantaciones de toronjas, usted iba y podía ver alfombras de
toronjas podridas en el piso, porque ese señor no permitía que nadie tomara una
toronja, prefería que se dañaran en el piso, él murió y no pudo llevarse una
sola toronja.
Estamos en presencia de una
“ABUNDANCIA RENEGADA”
La abundancia que poseen las personas
deben de compartirla, pues la bendición de dar es real, Dios tiene promesas
para el dador alegre.
El amor hacia los demás no puede ser
en teoría, hay que llevarlo a la práctica. Usted no ama a su hermano si posee
bienes exagerados, ve la necesidad del otro y cierra su corazón, eso no es
amor, en mi país se le dice tacaño, “PERO
EL QUE TIENE BIENES DE ESTE MUNDO Y VE A SU HERMANO TENER NECESIDAD, Y CIERRA
CONTRA ÉL SU CORAZÓN, ¿CÓMO MORA EL AMOR DE DIOS EN ÉL”, 1 Juan 3: 17.
Lo mejor que nos puede pasar es
cuando compartimos las bendiciones, cuando damos al otro, eso es real, Dios se
agrada cuando ejercemos la solidaridad compartida.
Si no conoces a Jesús, estás a tiempo
de sentir el gozo de la salvación que Cristo nos otorga a través de su Sangre
Preciosa !!!
Dios
te bendiga !!!
Héctor Paula.
Para la Gloria de
Dios
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