LECTURA BÍBLICA DE HOY:
Gálatas 3: 6, “ASÍ
ABRAHAM CREYÓ A DIOS, Y LE FUE CONTADO POR JUSTICIA”
Gracias Dios mío por tu
Palabra. Perdona nuestras debilidades, fortalécenos en la fe, danos las
fuerzas, sin ti no podemos continuar, quita toda piedra de tropiezo de nuestras
vidas, nos rendimos a tus pies, nos humillamos ante tu presencia, líbranos de
todo mal, en el nombre de Jesús. Amén.
MENSAJE:
Tenemos muchos grupos de hombres y
mujeres, entre ellos tenemos los que tienen convicción de las cosas y los que
no tienen convicción, éstos son ambivalentes, son fluctuantes, cambian de parecer, así como el
camaleón cambia de color según su entorno.
Una de las cosas que ha marcado mi
vida y por la cual he tenido muchos encontronazos, es por mi convicción en las
cosas.
Cuando he emprendido algo en lo cual
mi convicción reina, he logrado grandes cosas, como por ejemplo, me propuse en
mi convicción interna, tener mis hijos y llevarlos a ser ciudadanos dignos,
siendo ellos mi principal activo, después de Dios, no puse mi convicción en otra
cosa que no fuera criarlos y que hoy en día son hombres y mujeres útiles.
Pero en esta hora, Dios quiere
hablarnos de una
“CONVICCIÓN QUE NO SE NEGOCIA”
Y es la convicción de la fe
sobrenatural de Dios.
Siempre he dicho que los problemas en
la iglesia no es que abundan, lo que abunda es la poca fe.
La fe es la fuerza de cohesión que
une todo nuestro caminar por este evangelio.
La fe débil es como si usted hace una
mezcla de arena con agua y le echa poco cemento, la cohesión de la arena con el
agua y el cemento dará una mezcla débil, es decir que el grado de fe, lo
comparamos con la cantidad de cemento que usted echará a la mezcla.
Cuando usted tiene una fe, con una
convicción férrea, con una convicción de titanium, entonces, no tendrá una
simple mezcla, obtendrá un concreto armado que no será destruido ni siquiera
con un misil.
Esa es la fe que Dios nos está
ofreciendo en este momento, esa fe sobrenatural de Dios no es simplemente tenerla
por nuestra condición de cristianos o cristianas, se obtiene pidiéndosela a
Dios y es esa fe la que el Padre de la fe, Abraham obtuvo de parte de Dios.
Usted puede imaginarse el hombre más
rico de la ciudad de Ur, dejar toda su tierra y parentela por la fe sobre
natural que el mismo Dios le dio?
Abraham abandonó sus riquezas y se
fue en pos del llamado que Dios le hizo, y fue por la fe, “ASÍ ABRAHAM CREYÓ A
DIOS, Y LE FUE CONTADO POR JUSTICIA”, Gálatas
3: 6
El máximo galardón que Dios nos puede
dar es cuando nos proclama justos, y Abraham le fue contada por justicia su fe.
Hoy Dios quiere que vayamos también
en pos de esa fe que se ha perdido, es necesario buscarla en oración y súplica,
porque la guerra espiritual es fuerte y sin fe sobre natural no podremos batallar con Cristo
como nuestro Capitán.
Si no conoces a Jesús, es el momento
de tomar la decisión más inteligente de tu vida, ven a Cristo !!!
Dios
te bendiga !!!
Héctor Paula.
Para la Gloria de
Dios
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