lunes, 11 de agosto de 2008

"EL FUEGO SEPARA LA ESCORIA DEL ORO"

Dios les bendiga en este comienzo de semana laboral.

Nuestra lectura bíblica de hoy: 1 Pedro 1: 6-7 "En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo"

He escrito en otras ocasiones acerca de las aflicciones y las pruebas, pero el Apóstol Pablo decía, en Fil. 3: 1 : "Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro"

por lo que la actualidad del tema me obliga a escribirles del mismo.

El oro, ese costoso y preciado metal, se extrae de minas conjuntamente ligado con el material pedregoso y arcilloso, además de materiales contaminados.

Se realizan las extracciones por medio de retroexcavadoras, palas mecánicas, etc. y se transportan a la planta de tratamiento de separación.

Por métodos físico-químicos (sulfurales) se va separando el metal de las impurezas

y por medio al fuego se elimina la escoria que pueda tener,

es decir el fuego separa la escoria del oro, obteniéndose el metal limpio y puro.

De esta misma forma nos encontrábamos los cristianos antes de convertirnos a Cristo, con todas las impurezas, transgresiones e iniquidades, producto de nuestra naturaleza pecadora.

Al venir a Cristo, nuestra vida va siendo procesada por el Espíritu Santo a fin de ir separando toda la tierra, toda la impureza que arrastramos para obtener el producto final que es un Cristiano digno de arrepentimiento

con el fruto del Espíritu en nuestras vidas

y así llegar "A la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo" Efesios 4: 13.

Para llegar a esta dimensión es necesario que padezcamos y soportemos las pruebas y aflicciones que se nos presentan en estos caminos de salvación, "Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo" Juan 16: 33.

Toda esta espera, todo este sacrificio tendrá su recompensa, pues esperamos cielos nuevos y tierra nueva,

esperamos nuestra redención, y estas aflicciones que pasamos ahora no tienen comparación con lo que tendremos en el cielo, "Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse" Rom. 8: 18.

Aunque tengamos pruebas grandes, aunque las dificultades nos agobien,

aunque ese problema tan grande que tienes te atormente,

debes de confiar en Dios y clamarle para que Él tome el dominio y el control de tu problema.

No importan las circunstancias, no importan las dificultades,

tendremos siempre dificultades y problemas,

y debemos sentirnos gozosos en medio de esas aflicciones, pues no será por mucho tiempo,

lo que pasa es que nuestra fe debe de ser probada como el oro,

el oro se prueba con el fuego,

y nosotros somos probados con las aflicciones, por eso debemos de tomarlas como un medio que Dios quiere utilizar para nosotros crecer

y poder llegar a ser un cristiano, una cristiana de testimonio y con el Espíritu Santo morando verdaderamente en nosotros,

hasta que sea manifestado nuestro Señor Jesucristo, "En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque es perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo" 1 Pedro 1: 6-7

Es tiempo de arrepentimiento, y así poder disfrutar de las promesas que Dios tiene reservadas en su Palabra para tí y para mí,

pero tienes que venir a sus pies.

Recibes mucha protección de Dios,

Dios te ha librado de la muerte inclusive,

lo que pasa es que Él está esperando pacientemente por tí,

ven a Cristo y verás como Él se glorifica en medio de tus pruebas y aflicciones, sin importar el tamaño de éstas

y así entenderás que

"EL FUEGO SEPARA LA ESCORIA DEL ORO"

Dios te guarde,

Héctor Paula

2 comentarios:

Cynthia Castillo dijo...

Gracias por esta reflexión que ha bendecido mi vida. Bendiciones abundantes para su vida...!!!

hector paula dijo...

Dios te bendiga Cyntia. El Señor es misericordioso y se conmueve de nuestras lágrimas. No dejes que tu fe sea afectada por el enemigo de las almas, tenemos las promesas y somos herederos del reino, somos hijos legítimos de Dios y como tales, el enemigo no puede enseñorearse de nosotros, en el nombre de Jesús tenemos la victoria. Dios te bendiga ricamente!!! Gracias por tu comentario.