martes, 12 de agosto de 2008

"LA DESGRACIA DEL CANGREJO ERMITAÑO"

Dios les bendiga ricamente.

Nuestra lectura bíblica de hoy:

Juan 1: 29 "El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo"

El cangrejo ermitaño es un crustáceo muy común en las costas de Europa occidental, que proteje su abdomen blando en el caparazón vacío de un gasterópodo ó caracol.


En mi país, especialmente en la zona de Puerto Plata es conocido como el maquey.

Recuerdo cuando era un niño y me pasaba todas mis vacaciones en Puerto Plata las veces que jugaba con los maqueys,

corría tras ellos, los atrapaba y me llamaban mucho la atención,

pues estos animalitos tienen que caminar con su enorme caracol a rastro cuán carga indeleble.

De esta misma forma el hombre que no conoce de Cristo carga con el pecado y no puede despojarse de sus transgresiones por sí mismo.


Aunque el hombre quisiera vivir una vida alejada del pecado, existe una condición pecaminosa inherente al hombre desde su nacimiento, "Por cuanto todos pecaron, y están destituídos de la gloria de Dios" Rom. 3: 23

Dios estuvo muy preocupado en el final del viejo testamento a partir del profeta Malaquías, de como el hombre se esclavizaba más y más con el pecado


a pesar de todos los milagros y prodigios que especialmente con Israel tuvo en el pasado y veía como la desobediencia y las trasgresiones a la ley crecían,

mientras que el hombre trató de alejarse cada día de esos preceptos y leyes mosáicas,

por eso el profeta Malaquías tuvo que decirle a Israel, y nos lo dice a nosotros ahora si desobedecemos, "Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama", Mal. 4: 1.

Entonces Dios, por amor a su creación envía a su Hijo unigénito a morir por tí y por mí,


para llevar el pecado a la cruz del calvario, derramando su sangre preciosa y por medio de esa sangre arrebatarle al diablo las llaves del infierno,

para librarnos de la condenación a que estábamos sujetos por el pecado

y garantizarnos el camino de justicia hacia la salvación eterna de nuestras almas quitándonos el peso del pecado, "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna", Juan 3: 16.

Es hora de que si no has entendido esto, lo entiendas,


es hora de arrancar el peso del pecado de tu vida,

es hora de eliminar ese caparazón, ese caracol del maquey de nuestras vidas,

es hora de entregar tu vida a Cristo,

por eso Juan el bautista cuando vio que Jesús se acercaba fue impactado por la presencia del Maestro,

ese no fue un acontecimiento sencillo,

yo me imagino la impresión y la alegría que sintió Juan al ver Jesús caminar hacia él,

yo me imagino que Juan estaba como paralizado e impactado ante la magnánima presencia de Jesús, "El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" Juan 1: 29.

El tiempo de este mundo se termina,


las puertas de la gracia casi se cierran,

no pierdas más tiempo,

ven a Cristo,

ya no puedes más con esa carga de pecado,

es bueno que observes

"LA DESGRACIA DEL CANGREJO ERMITAÑO"

para que puedas compararte con la desgracia de llevar el pecado encima,

y solo Jesús te quitará el pecado.

Dios te guarde,

Héctor Paula

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