miércoles, 6 de agosto de 2008

"UNA GUERRA DESATADA"

Dios les bendiga.

Nuestra lectura bíblica de hoy:


Hechos 26: 18 "Para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados"

Resido en una provincia llamada San Cristóbal de la República Dominicana. Han estado aconteciendo hechos de violencia, asesinatos, robos, atracos, en fin se ha desatado un avivamiento de las tinieblas el cual es representativo de lo que acontece en el resto del planeta.

Sabemos que todo esto esto es obra del enemigo de las almas y su legión de demonios, "Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, conta los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes" Efesios 6: 12.

Ahora bien, ¿Qué es lo que está pasando?

¿Los evangélicos estamos haciendo nuestra gran comisión de ir a predicar el evangelio a toda criatura?, les contesto que nó.

Es lamentable decir que la gran mayoría de los pastores están en todo, menos en la gran labor misionera a la que estamos llamados.


No quieren ir a empolvarse sus costosos zapatos a los barrios, parajes, campos, callejones, cañadas, etc.

Lamento decir que se han enquistado en las cuatro paredes de sus templos grandes y le han dado prioridad a querer tener muchos miembros y obviamente muchas ofrendas y muchos diezmos.

No quiero que me mal interpreten, estoy diciendo lo que está ocurriendo y el por qué de lo que vemos en nuestras calles y como el diablo se ha apoderado de ellas.


Si eres un pastor quiero que me digas ¿Cuántos miembros tienen el bautismo del Espíritu Santo?, porque he visto muchos carnales que estando en pecado hablan lenguas y brincan mucho,

sin embargo están en los altares y los hombres y mujeres de ministerio los sientan en los bancos y atrofian sus ministerios por los celos ministeriales de muchos pastores y líderes.

Algo anda mal y los pastores somos los responsables y los culpables, en muchas congregaciones se le ha dado prioridad a cantar coritos con músicos carnales y mundanos y gente que no está en condiciones para estár parados en un altar cantádole al Señor,


mientras la gente se muere sin Cristo,

mientras los enfermos se mueren porque no hay quien ore por sanidad divina.

Se nos está perdiendo el control.


Tuve muchos tropiezos porque mi llamado fue para el ministerio de las calles y me encontré con líderes que no querían lanzarse al ministerio,

¿y que es lo que vemos en las calles?: los testigos de Jehová, los adventistas, los mormones, los mitas, los pare de sufrir

y los pentecostales acabándonos unos con otros mientras miles y millones de almas se van al infierno.

Quiero resaltar que todavía existen pastores que sí están haciendo su labor misionera en las calles y que no han doblado sus rodillas a los baales.

Tenemos que lanzarnos a las calles, tenemos que predicar este evangelio,


está bueno yá,

hay que salir de esas cuatro paredes y decirle la verdad a a gente, aunque se te vayan algunos miembros,

hay que predicar santidad y dejar en disciplina a los adúlteros, a los carnales, a los fornicarios, a los que sabemos que están en pecado, hasta que se arrepientan de corazón.

Se está idolatrizando a evangelistas y se ha colocado al Espíritu Santo a un segundo plano, hay mucha desunión y mucha tirantez, tenemos que humillarnos "Para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados", Hechos 26: 18.

Si no nos revestimos del Espíritu Santo los demonios nos van a desnudar, hay una guerra espiritual desatada y solo con Cristo podremos vencer para obtener la autoridad y echar fuera los demonios de San Cristóbal y de cualquier lugar "Y que tuviesen autoridad para sanar las enfermedades y para echar fuera demonios" Marcos 3: 15.

Saludo la gran campaña evangelística que comienza hoy en el parque central de San Cristóbal, todos vamos a respaldar esta gran campaña, lo único que pido es que no se idolatrice al predicador, Dios no comparte su gloria con nadie, Dios bendiga esta campaña.

Por lo demás pido perdón si alguien se ha ofendido, pero estoy en el deber de decir lo que el Espíritu Santo me motivó a escribir y como dice nuestra gente en la calle al que le sirva el traje que se lo ponga, yo he tomado lo que me toca y le pido a Dios que enderece lo que está torcido en mí, para poder servirle en espíritu y en verdad y no perderme.

Dios les guarde,

Héctor Paula

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