"NOS RESERVAMOS EL DERECHO DE ADMISIÓN"

Foto por: www.fotos.org

COMENTARIOS MAHANAIM:

*Estuve de viaje el jueves, viernes y sábado, por lo que el mensaje del viernes no pudo salir.

*Me alegro mucho de que haya aparecido el joven de Nagua, obviamente que existen algunos aspectos que no están muy claros y no me terminan de convencer. Deben de profundizarse las investigaciones porque algo no me encaja en este velo de misterio.

*Se acercan las elecciones congresuales y municipales y los ánimos comienzan a subir de tono en toda la geografía nacional. Pedimos a Dios que le de luz y sabiduría a nuestros políticos a fin de que no tengamos desenlaces que sean de lamentar. El país debe de continuar y ganarán obviamente los candidatos que logren convencer con sus ejecutorias y sus tratos a los votantes.


Nuestra lectura bíblica de hoy: Romanos 2:11, "PORQUE NO HAY ACEPCION DE PERSONAS PARA CON DIOS"

MENSAJE:

Una de las cosas que me inspiró a buscar de Dios fue la despiadada e hipócrita discriminación de gran parte de la sociedad en todos sus estamentos.

Para usted pertenecer a un club social debe tener un status social y económico de primer órden, y pagar cuantiosas sumas de dinero para poder ingresar como socio.

En sociedades como Santiago, la discriminación es terrible. esta es una sociedad que no deja entrar en su círculo a cualquier persona, aún tenga dinero adquirido rápidamente. Esta sociedad santiaguera exige que sea rico de cuna y de sus entornos.

Hay colegios en Santo Domingo que exigen el pedigree hasta los abuelos, no cualquier rico entra en algunos de estos colegios.

Hay discotecas, y gracias a Dios que los cristianos no vamos a discotecas, que no permiten que negros entren.

Y en este aspecto nuestro país es altamente discriminador sobre las personas negras. Usted ve los comerciales de televisión y difícilmente usted encuentra un negrito ó una negrita.

Nuestras sociedades son altamente discriminatorias con las personas de color, obviamente que se ha ganado mucho, y tenemos muchas personas de color que han trascendido por encima de la discriminación racial, que vimos como en los Estados Unidos surgió el Xuxú-Clan que exterminaba a los negros.

Hoy vemos al presidente de ese país un negro que rompió con todos los esquemas y todos los presagios.

Obviamente existe la discriminación racial, la sociedad se comporta muy hipócrita en este sentido.

Todo ese panorama me hizo comprender que para Dios no hay acepción de personas.

No hay derecho de admisión cuando usted viene a Cristo.

No se le pide cuentas bancarias, status social, ni apellidos, ni color, ni lugar donde vive, ni la jeepeta o el auto de lujo que posea, ni la casa de playa que tenga, ni la finca, ni los zapatos, ni el perfume que use.

En el pueblo de Dios todos somos iguales.

Hay que estar en estos caminos del evangelio para experimentar el gozo que produce estar junto al triciculero, junto al chiripero, junto al pobrecito, aún usted sea profesional ó adinerado.

Para Dios todos somos iguales.

Obviamente en muchas congregaciones observamos discriminaciones.

Hay pastores y pastoras que tienen sus "caritas", como se dice, y esto no lo digo yo, el mismo Señor nos lo hizo saber a través de la Epístola de Santiago, "HERMANOS MÍOS, QUE VUESTRA FE EN NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEA SIN ACEPCIÓN DE PERSONAS", Santiago 2: 1.

Dios no permiite la discriminación. Debemos de amar a nuestros prójimos sin importar su condición económica, raza, religión, género, etc.

Este es un tema con múchas aristas, corta por donde quiera que lo tomemos.

Hay mucha hipocresía, hay mucha falsedad interna.

Dios nos está llamando a comprender la importancia de no tener acepción de personas, "ENTONCES PEDRO, ABRIENDO LA BOCA, DIJO: EN VERDAD COMPRENDO QUE DIOS NO HACE ACEPCIÓN DE PERSONAS", Hechos 10: 34.

Aunque tú veas que en algunos lugares tienen el siguiente letrero:

"NOS RESERVAMOS EL DERECHO DE ADMISIÓN"

En Cristo verás igualdad para todos, "PORQUE NO HAY ACEPCION DE PERSONAS PARA CON DIOS", Romanos 2: 11.

Ven a Cristo ahora, no pierdas tiempo,

Ven a Cristo, no lo pienses más,

Cristo te ama,

Dios te guarde,

Héctor Paula