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LECTURA
BÍBLICA DE HOY:
“BENDECID
A LOS QUE OS PERSIGUEN; BENDECID, Y NO MALDIGÁIS”, Romanos 12: 14.
Gracias
Dios mío por tu Palabra. Gracias por este nuevo día que nos permites respirar,
ten misericordia y perdona todas nuestras transgresiones, sana al enfermo,
levanta al caído y liberta al cautivo. Reprende toda obra de las tinieblas y
glorifícate en el siguiente mensaje, en el nombre de Jesús. Amén.
MENSAJE
*** EXHORTACIÓN *** REFLEXIÓN:
Tenemos
mucha violencia en las calles. Los
hogares son bombardeados por las diferencias conyugales, trayendo como
consecuencia un aumento significativo de divorcios y rompimientos.
Obviamente
Dios está observando con gran detenimiento el curso distorsionado que lleva el
mundo, pero que se corresponde con el panorama profético que Él nos dejó plasmado
en la Biblia desde hace más de dos mil años.
Las
dificultades y los problemas son inherentes al ser humano, llegan sin
llamarlos, son odiosos y lo más grande es que se nos aparecen en el momento
menos esperado.
Lo
que Dios nos está tratando explicar es que solo a través de Cristo podremos
enfrentar las terribles cosas, situaciones y circunstancias que nos adversan y
nos combaten con furia sostenida.
Cuando
estamos en Cristo, recibimos la cobertura del Espíritu Santo, la cual nos
conducirá hacia toda verdad y justicia.
Esa
situación por la que estás pasando no es más que un proceso permitido por Dios
para que puedas crecer en la fe sobrenatural de Él y definitivamente escales
espiritualmente a la dimensión que Dios quiere de cada uno de nosotros hasta
que alcancemos la estatura del varón, de la varona sumergidos verdaderamente en la fe de
Cristo.
Lo
que Dios quiere de nosotros es que seamos
“CANAL
DE BENDICIÓN”
Para
los demás.
Si
estamos en Cristo somos nuevas criaturas renacidos en el Espíritu y por tanto
tenemos que predicar con el ejemplo.
Lo
más importante de todo creyente es traer almas para Cristo, y no hay mejor
herramienta que nuestro propio testimonio, que los demás vean en nosotros el
ejemplo de un buen cristiano, de una buena cristiana dando frutos dignos de
arrepentimiento.
Por
tanto, aunque nos persigan, tenemos que bendecir.
No
podemos maldecir, vamos a bendecir, independientemente de la situación que nos golpea, “BENDECID A LOS QUE OS PERSIGUEN; BENDECID, Y NO MALDIGÁIS”, Romanos 12: 14.
Suena
un poco duro, pero no importa cómo te agredan, bendice y no maldigas, Dios se
encargará de poner las cosas en su justo lugar.
Cristo
te ama y te llama,
Dios
te guarde,
Héctor
Paula
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